
Su historia creó un sistema de fantasía que desgrana amenamente un problema complejo: el conflicto del trabajo creativo y las corporaciones que buscan sacar provecho de ello. Las protagonistas son dos escritoras que acceden a ser conectadas a una máquina que recrea todos los mundos que alguna vez han imaginado, bajo la promesa de que serán publicados por una editorial llamada Rader. Pero justo antes de entrar en el trance, Mio cae en la cuenta que este proceso solo busca cosechar de su imaginación con el fin de crear una librería de ideas para luego ser utilizada sin su consentimiento.
Lejos de querer formar parte del ChatGPT versión Split Fiction, ella intenta liberarse del experimento, pero cae sin quererlo dentro de la conexión de Zoe. Mientras las protagonistas buscan una salida a través de sus propios mundos ficticios, se enfrentan con un antagonista que pone el conflicto en palabras claras: "Puedo producir historias con solo tocar un botón", "Cuando esto se complete, todo lo creado por esta máquina será una obra de arte instantánea", "Nada podrá igualar la velocidad de esta máquina".
Aunque un tanto lineal, Split Fiction no falló a la hora de construir un ritmo adrenalínico y estable en toda su propuesta. Hay algo para todo tipo de público: plataformas, puzzles e infinitos guiños a las mentes que han construido el panteón histórico del gaming. Desde PaRappa the Rapper, Star Wars o Mass Effect hasta Dark Souls, la o el gamer comprende que st título de Hazelight Studios es una oda al arte del desarrollo de videojuegos. Pero además de las referencias, el cuidadoso tratado de diseño de niveles y experiencia hace notar la mirada quirúrgica con la que se ha estudiado el ecosistema del ocio digital. Así, combinando tiros y homenajes, entregan un título prolijamente pulido en cada arista.
Esta cantidad de combinaciones es lo que ha puesto a muchos en duda antes de apostar por el título, ya que es difícil ilustrarlo de un solo modo. ¿Cómo se ve realmente? Como absolutamente todo. Split Fiction no tuvo miedo de mezclar ángulos, estilos y diseño, y su constante metamorfosis se da de manera fluida a través de cada nivel. Y si un estilo comienza a sentirse monótono, las doce burbujas de "Subtramas" aparecen por doquier abduciendo a las protagonistas en aventuras que las convierten en chanchitos tirapedos, dientes con ojitos o garabatos de cuaderno de dibujo.
Todos los títulos de Hazelight Studios hacen a los jugadores trabajar para desarrollar el sistema más atrofiado de la actualidad: la empatía. El ritmo conjunto lo es todo en cada escenario, y existe un ejercicio frecuente de la comprensión de las habilidades de cada personaje y cómo se pueden utilizar para llegar a una meta en común. Aunque este proceso no deja mucho espacio a la aventura por el escenario y la rejugabilidad, cada nivel consiste de una experiencia cuidada y singular.
Split Fiction es un espacio único que vuelve a mostrar la habilidad de Josef Fares y su equipo en términos de storytelling y game design. Hazelight Studios demostró que tiene su propia categoría en el gaming contemporáneo, y lo hizo con un título que busca divorciarse de la idea que la creatividad ya fue empaquetada.
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