La escena es imaginaria, ocurre a mediados de 1996 y presenta a un hombre gritando en la Plaza de Mayo que la última película de acción de Tom Cruise será el puntapié de una de las franquicias más exitosas de los siguientes treinta años. Grita también que Cruise llegará a los 65 años con el cartel de salvador de las salas tras una pandemia –un rótulo que le endilgará el mismísimo Steven Spielberg– y colgándose de aviones, tirándose en paracaídas, arrojándose al vacío desde precipicios e incluso saliendo eyectado de submarinos. Y que será recibido con honores dignos de un primer mandatario en el Festival de Cannes, donde se estrenará la que asomará como entrega final. Es probable que la escena culmine con el buen hombre con un chaleco de fuerza en la guardia de un psiquiátrico, sin saber que el tiempo el tiempo le dará la razón en todo.
Ya habrá tiempo de revisar la historia de una saga con ocho películas y cuyo origen televisivo no le impidió ir construyendo un universo cada vez propio y áspero, con piezas de acción de altísimo vuelo y un héroe que fue humanizándose y dejándose atravesar por el peso de la culpa, como si después del 11-S hubiera quedado claro que eso de andar por el mundo salvando a la humanidad no sale gratis. Lo sabe también Bond, James Bond, que ha tenido en Daniel Craig al representante más terrenal, más sucio, más físico y menos elegante de su historia.
Por lo pronto, las imágenes de entregas anteriores tanto al comienzo como al final de Misión: Imposible - Sentencia Final llevan a pensar que el periplo de Ethan Hunt ha culminado. Como en la despedida de Avengers en Endgame, hay lugar para el auto homenaje y la retrospectiva, una suerte de tributo a quienes todavía están y a quienes ya no, lo que abarca a muchas de los partenaires femeninos de Cruise. Quedará, entonces, un último baile por las principales capitales europeas, además del Polo Norte, tratando de impedir que se desate sobre la Tierra el tan temido holocausto nuclear.
Aquel temor había asomado en Sentencia mortal: Parte 1 y aquí alcanza su punto culminante, con una improbable toma de conciencia presidencial –otro personaje que se revela humano– de último minuto incluida. El notable manejo de la tensión del realizador Christopher McQuarrie, socio creativo de Cruise desde la quinta película, es un elemento clave para que todo luzca verosímil, incluso las recurrentes referencias visuales a situaciones, personajes y elementos presentes en algún momento de las últimas tres décadas.
El motor narrativo hubiera sonado estrafalario un lustro atrás, pero hoy resulta creíble que una poderosa inteligencia artificial –llamada la Entidad– degluta todo lo que se pone en su camino (virtual), generando una oleada de hackeos y una lluvia de noticias falsas que puso la lógica geopolítica contra las cuerdas. Más aún luego de que la Entidad asuma el control de las armas nucleares de casi todas las potencias atómicas. La resistencia es, obviously, los Estados Unidos de América. ¿Qué debe hacer Hunt ante la inminencia del desastre? Básicamente, lo mismo de siempre: comandar a su equipo –Grace (Hayley Atwell), Luther (Ving Rhames), Benji (Simon Pegg) y Paris (Pom Klementieff)– para, en este caso, rescatar de un submarino ruso hundido una máquina que, gadget mediante, podría darle a la Entidad de su propia medicina.
Pero la trama es lo de menos, porque lo central de las casi tres horas (que se pasan volando) son las largas secuencias mayormente analógicas en las que Cruise nada, corre, salta, maneja, bucea, amenaza, pilotea, hackea, roba, sufre, extraña, mata, muere, revive. Casi todo lo hace él mismo, en el que quizás sea el gesto de vanidad y altruismo más grande del Hollywood contemporáneo. McQuarrie, en tanto quien mejor interpreta los deseos y anhelos de la estrella, arma un dispositivo que va cambiando de pelaje a medida que Hunt sortea obstáculos de todo tipo: Sentencia final va de lo claustrofóbico y asfixiante a lo espectacular y bombástico con la fluidez y naturalidad de quien sabe que, como dice el lema de la marca de ropa deportiva, imposible es nada.
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