La iniciativa apunta a socializar el contenido y el alcance de la reforma, al mismo tiempo que ofrece canales para que las organizaciones sociales, instituciones barriales y vecinos y vecinas puedan hacer llegar sus propuestas a los convencionales constituyentes. “Después de más de 60 años, se reforma la Constitución de nuestra provincia. Es un hecho histórico. Pero la discusión avanzó mucho en la agenda de la política, y estuvo muy alejada de la agenda de la ciudadanía”, advierte Irigoitía.
El programa ya tuvo su primera jornada en el Palacio Vasallo, sede del Concejo Municipal, con una presentación institucional a cargo de especialistas que repasaron los límites y alcances que establece la Ley de Necesidad de Reforma. Allí se debatieron algunos de los grandes temas habilitados, como la autonomía municipal y la distribución de recursos entre los niveles de gobierno. “La autonomía sin recursos materiales reales es inviable”, resume Irigoitía, y refuerza la idea de que el proceso constituyente no puede restringirse a una disputa jurídica: tiene un profundo trasfondo político, económico y territorial.
Los encuentros están pautados para el 29 de mayo en el Distrito Noroeste (para vecinos del Norte, Noroeste y parte del Oeste), el 12 de junio en el Distrito Sur (Sur, Sudoeste y Oeste), y el 18 de junio en el Distrito Centro (abierto a todos, con foco en instituciones y vecinos de la zona).
La dinámica es sencilla: inscripción online y elección entre siete grandes ejes temáticos que la Ley de Necesidad y Reforma habilita a discutir. Estos abarcan desde los Derechos y Garantías, abordando tratados internacionales y protección de datos, hasta la Organización Política y Electoral, que incluye la reelección de legisladores y la iniciativa popular. También se debatirá sobre el Poder Ejecutivo y Legislativo, sus atribuciones y la extensión de sesiones, y el Poder Judicial y Justicia, con foco en la Corte Suprema y el Consejo de la Magistratura. Otros ejes importantes son el Régimen Municipal, discutiendo autonomía plena y coparticipación, y temas clave como la Seguridad, Ciencia y Servicios y los de Identidad y Soberanía, que incorporan la causa Malvinas y el federalismo.
La idea es que cada participante prepare propuestas sobre los ejes de su interés, para luego debatirlas en grupos y en un intercambio más general. El Concejo Municipal de Rosario se encargará de "sistematizar los resultados" de cada encuentro y que estos lleguen a manos de los 69 convencionales.
Aunque no se trata de una instancia vinculante, Irigoitía subraya la importancia ética y política de este ejercicio que pretende ser de escucha y construcción colectiva: “Lo que cada convencional haga con ese insumo tendrá que ver con su responsabilidad como representante. Pero no podemos seguir con una política que se mira el ombligo. Si no recuperamos la relación con la sociedad, ese divorcio va a seguir creciendo”.
El programa tiene también una dimensión pedagógica: busca desmontar confusiones deliberadas y operaciones de campaña que circularon durante la elección de convencionales, como la promesa de avanzar sobre temas no habilitados en la reforma, como la unicameralidad legislativa o el juicio por jurados. “Había candidatos que decían cualquier cosa con tal de sacar un voto”, critica la concejala, y remarca la necesidad de construir ciudadanía desde la información precisa y el debate informado.
La comparación histórica con el proceso reformador de 1962-1963, cuando la ciudadanía anhelaba votar tras años de proscripción, deja al descubierto el momento actual: una sociedad desmovilizada, que desconfía de la política y no encuentra canales efectivos para incidir en las decisiones que la afectan. En palabras de Irigoitía, “estamos en las antípodas. La gente está descreída. Pero la única forma de revertir eso es con más y mejor participación política. Si no, ese lazo roto no se recompone más”.
El dispositivo de Convencionales por un día no sólo apunta a incidir en el proceso de reforma que comenzará en julio. También proyecta futuro. Una vez sancionada la nueva Carta Magna, cada municipio deberá redactar su propia carta orgánica, y los resultados de estos encuentros podrán servir como insumo para ese momento. En paralelo, ya se presentó una nueva iniciativa legislativa con la intención de continuar con este tipo de instancias participativas cuando el nuevo texto constitucional esté vigente.
El programa se difunde por canales institucionales del Concejo y de la Municipalidad, y también por las redes de cada concejal. “Todos los bloques están comprometidos”, aclara Irigoitía, para despejar cualquier lectura partidaria. “Yo presenté la iniciativa, pero esto es de todos. No se trata de capitalizar políticamente, sino de hacer política con mayúsculas: la que escucha, la que transforma, la que construye comunidad”.
En tiempos donde la apatía amenaza con vaciar de contenido los procesos democráticos, Convencionales por un día intenta ensayar otra lógica, entiende Julia Irigoitía, pretendiendo que, al menos por un rato, se reemplace la representación pasiva por la voz activa de los vecinos. Tal vez no sea suficiente para revertir el divorcio entre política y sociedad. Pero como toda tentativa de participación genuina, tiene el mérito de no resignarse al silencio. Frente a este escenario, "Convencionales por un Día" pretende emerger como un puente, una herramienta institucional con dos objetivos claros: difundir la trascendencia de ser protagonista de una reforma constitucional y generar ámbitos de participación genuina donde vecinos e instituciones puedan volcar sus ideas y proponer cambios.
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