Este fenómeno generó un fuerte oleaje desde las 6 de la tarde del martes y alcanzó su punto máximo de desastre hacia la noche. De todas maneras, por la mañana de este miércoles todavía podían verse las consecuencias del fuerte temporal.
El impacto del agua produjo la rotura del paredón y el desplazamiento de piedras hasta la vereda y la calle. Para prevenir accidentes, las autoridades municipales decidieron cortar el paso vehicular y recomiendan a la población mantenerse alejada del área hasta nuevo aviso.
También fueron reportadas roturas en las casillas de madera en las que los guardavidas suelen resguardarse durante la temporada de verano. En tanto, las estructuras en las que los balnearios privados suelen armar sectores de carpas estaban desarmadas por la temporada baja.
Desde Defensa Civil de Mar del Plata aseguraron que estaban informados por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de que iba a haber pleamar, pero que la potencia del fenómeno superó las previsiones.
El municipio ya recuperó los adoquines, hechos con piedras de un siglo de antigüedad que habían sido refaccionadas el año pasado, para que cuando la zona se seque puedan volver a colocarse.
“Hicimos recorridas nocturnas en Playa Varese, Playa Chica y Playa Grande para verificar el estado de los muros costeros”, aseguró Alfredo Rodríguez, titular de Defensa Civil de Mar del Plata. Desde el Municipio de General Pueyrredón confirmaron que hasta el momento no se han registrado personas heridas.
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