Por su lado, la parte artística del acto estuvo dada por las mencionadas intervenciones de Banegas, Goldman, Aldeano y Morgado. La actriz leyó a tacto sensible poemas de Juan Gelman. Entre ellos, “Sentado al borde de una silla desfondada”, aquel que -vestido con música de Fernando De la Riestra- había grabado Juan Carlos Baglietto en el disco Modelo para armar. Luego, el músico y cantor entrerriano -Aldeano- tocó dos canciones y leyó un poema realista dedicado también a los fotorreporteros que “como los poetas” trabajan para la memoria de los tiempos venideros. Fuerte fue el aplauso tras el gesto de Aldeano, dado el feo momento que están pasando los fotoperiodistas hoy “solo” por retratar la realidad.

En similar sintonía se expresó Goldman. “La labor que desempeñan los fotógrafos sigue teniendo siempre la misma vigencia. Prueba de ello es que son apuntados por el gobierno. Toda nuestra solidaridad para con ellos”, dijo el músico, tras ejecutar dos bellísimas piezas al charango, de esas que suele hacer, y de viajar hacia un recuerdo lúdico, “antisolemne”, referido a viejos momentos vividos junto a Nora.

“Ella era lo más antisolemne que uno podría imaginar”, tiró el charanguista, como para desacartonar el ambiente, y eligió contar una simpática anécdota ocurrida en Plaza de Mayo, algún día del primer lustro de la década del 80`. “En esos tiempos había un movimiento de jóvenes muy importante. Me acuerdo que, como suele recordarme mi compañera Mariana, siempre estábamos con Gandhi y 'Fercho' (Fernando Czarny) pelotudeando de un lado para otro en la Plaza, hasta que un día se nos ocurrió hacer algo”, sorprendió Goldman entre risas propias y ajenas. “Nos pusimos a colgar manos en unos faroles y no fue que, de inútiles que éramos, rompimos uno. Entonces vino la policía y, como Fercho tenía una cámara, Nora se avivó y nos dijo 'hagan que me hacen una entrevista'. Entonces Fercho hizo como que prendió la cámara, yo tenía un micrófono, y ella empezó a reclamar '¡qué barbaridad!, ¡no cuidan el patrimonio de la plaza!… estas cosas que se caen'. Entonces la policía escuchó y se retiró”, distendió Rolando, con su habitual sentido del humor.

El cierre estuvo a cargo de Esteban Morgado. El guitarrista recordó el lado musical de Cortiñas. Y, en honor a ella, hizo un mix entre “Resistiré” en clave de tango –como solía tocar con el “Negro” Fontova-, “Sur”, “Como la cigarra” y “La marcha de la bronca”, entre otras canciones de esas que saben todos. Tras ello, la reproducción de un video de la homenajeada reflexionando en torno a la idea de no olvidar “porque si olvidamos, estamos condenando a las nuevas generaciones a repetir los errores del pasado”, coronó la jornada.

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