Nels Cline desparramó magia (Imagen: Prensa)


Entonces apareció el primer clímax de la performance, por cortesía del blues “Side with the Seeds”, en el que el organista Mikael Jorgensen dialogó con Pat Sansone, que en este caso se sacó la viola para sentarse en el teclado, y en el medio se fundieron con las guitarras eléctricas hasta transformar eso en un vals. Simplemente hermoso. Pero antes que pegar el volantazo, el sexteto aprovechó el envión preciosista para desenvainar el folk de impronta post rockera “I Am Trying to Break Your Heart”. Acto seguido, las guitarras acústicas tomaron el control en el folk ensimismado “If I Ever Was a Child”, lo que dio pie a uno de los hits de la banda: “I’ll Fight”, partícipe de su álbum “Camel” (por el camello que lo ilustra y porque se titula igual que el grupo), a lo que las gente reaccionó cantando ese estribillo tan popero como contagioso. La euforia en la sala, el enésimo coro de "Olé olé olé olé, Wilco, Wilco" desató otra mirada risueñamente satisfecha de Tweedy: "Ustedes son demasiado buenos con nosotros".

La veta beachboysera salió a relucir en “Hummingbird”, pero retomaron el folk (de estela refinada) gracias a “Bird Without a Tail / Base of My Skull”. Bajaron un cambio con “Via Chicago”, y en esa misma sintonía invocaron el country “You Are My Face”, que fue escalando hacia el sentimiento más profundo del blues. Uno de los tantos atractivos de Wilco es su habilidad para llevar a una canción al lugar más impensado sin desentonar. O cuando varias emociones convergen en un mismo tema, como en el country de brío blo “Hate It Here”, una de las mejores cosas jamás concebidas en la música. Aunque antes de llegar ahí hicieron la beatlesca “Whole Love”, el maravilloso country “Either Way”, “Impossible ” y “Jesus, Etc”. Estas dos canciones, en particular, los ponen a la misma altura que Fleetwood Mac.

La rockearon, bien a lo indie, en “Box Full of Letters”, en tanto que en la groovera "Heavy Metal Drummer" el bajista John Stirratt y el baterista Glenn Kotche se llevaron el protagonismo. Se despidieron con el atrevido “A Shot in the Arm”, pero al toque regresaron para interpretar el folk lo fi y proletario que compusieron con Billy Bragg: “California Stars”. Reivindicaron la tradición cancionera estadounidense con “Falling Apart (Right Now)” y “Walken”, en la que nuevamente Cline peló su steel guitar. La cuota de power pop la dio “I Got You (At the End of the Century)”, y prometieron volver antes de rockearla con "Outtasite (Outta Mind)". Una vez que Wilco se fue ovacionado, a la salida de la sala, se pudo escuchar a un grupo de chicos recalculando cuál recital bajaban de su top 5 para meter la maravilla que acaban de ver. 

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