Los padrinos Por Andrs Osojnik 1q4v1y

El maravilloso 071 me hizo salvar de la colimba, aunque mucho antes de que me llegara el turno del sorteo yo ya haba aprendido a marchar, a pararme fir-mes y a dar media vuelta izquierda izquier. Fue en la secundaria, una escuela tcnica cuya especializacin estrella era aeronutica. Era la por entonces Escuela Nacional de Educacin Tcnica N 1 de Haedo, Jorge Newbery. La diriga un ex militar y lo haca a tono con la poca, con el estilo de los cuarteles. Yo ingres un ao despus del triunfalismo mundialista y en ella aprend eso de los argentinos derechos y humanos leyendo las cartas de salutacin que cada 24 de mayo da del aniversario de la escuela mandaba el almirante Armando Lambruschini.
Ovidio Gen, el director, muri al poco tiempo. El espritu militarista qued apaciguado, pero siempre presente en el reglamento de la escuela, que ordenaba la media americana como corte de pelo, la prohibicin de juntarse en la puerta de entrada y hasta de conversar de temas colegiales en el colectivo porque esos comentarios no suelen reflejar con objetividad lo que sucede en la escuela. As estaba escrito, palabras ms, palabras menos, en las normas distribuidas entre alumnos y padres.
La que frreamente se mantuvo en pie fue la costumbre de invitar a los padrinos de la escuela al doble festejo del 25 de Mayo, el patrio y el propio. Padrinos que obviamente vestan uniforme. De gala y con las mejores medallas que podan ostentar. La entrada de los militares sola ser el momento ms rgido, en el que los 1200 alumnos estbamos cuadrados y en riguroso silencio para recibir a la ilustre visita.
La costumbre se mantuvo y avanz por sobre la democracia. Aunque para entonces tambin en la escuela algo haba cambiado. Como suceda en casi todos los colegios, habamos armado el centro de estudiantes y hasta habamos empapelado las pulcras paredes con la campaa de las distintas listas, mientras observbamos divertidos el desconcierto de los directivos que no saban cmo manejar la avalancha democrtica.
Tan desorientados estaban que, efectivamente, mantuvieron el reflejo de la invitacin a los padrinos. Fue para el 25 de Mayo de 1984, con los 1200 alumnos ya no cuadrados ni firmes, pero s formados para la ocasin, que volvieron a entrar, siempre de uniforme, siempre de gala. Entonces sucedi. No hubo un chiflido tmido iniciador. Fueron 1200 adolescentes que despus de aos de izquierda izquier encontraron su propia forma de recuperar la democracia. Los largusimos minutos de silbatina generalizada, el estoico rictus militar de los padrinos y el pavor de las autoridades marcaron el nuevo escenario que se empezaba a vivir en el Newbery.
El director me cit al da siguiente para que, como presidente del centro de estudiantes, enviara un desagravio a los padrinos. Antes, mucho antes que eso, alguien debera habernos desagraviado a nosotros.
Veinte aos despus, el colegio mantiene su nombre, aunque ahora es la provincializada Escuela de Educacin Tcnica N 8 de La Matanza. Es posible que sus alumnos desconozcan aquel episodio. Es posible que si alguien se los cuenta se sorprendan. Que no terminen de entender cmo alguna vez all mismo se amonestara por llevar el pelo algo ms largo que la media americana (a m me tocaron cinco de esas amonestaciones). O que les parezca descabellado saber que si a uno se le rompan los zapatos se quedaba sin ir a la escuela porque estaba prohibido entrar en zapatillas. O que no comprendan cmo fue posible que Marcelo Planes muriera en Malvinas cuando apenas haba terminado sexto ao. Es bueno que tanto absurdo sea una realidad inimaginable en su universo. Es bueno tambin que lo conozcan.