La ortodoxia económica sostiene que el proceso de crecimiento es impulsado por el âlado de la ofertaâ. Ese enfoque es cuestionado por el campo heterodoxo. Los economistas enrolados en esa corriente de pensamiento realzan el impacto de la demanda sobre el sendero del producto potencial. En esa lÃnea, el economista alemán Petrus Johanners Verdoorn sostenÃa el incremento de la productividad es función de la tasa de crecimiento del producto industrial. Las conclusiones de Verdoorn se pueden extender al conjunto de la economÃa, definiendo la existencia de una relación positiva entre el incremento del PIB global y la productividad laboral. En ese sentido, Nicholas Kaldor afirmaba que la mayor productividad era consecuencia del crecimiento del tamaño de mercado. Los rendimientos crecientes a escala terminan retroalimentando el proceso de crecimiento económico. 2m3y3k
Ya Adam Smith, en su célebre libro Una investigación acerca de la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, habÃa vinculado la división del trabajo con la productividad. El economista escocés afirmaba que âla división del trabajo depende del tamaño del mercadoâ. El mecanismo de transmisión de ese cÃrculo virtuoso operarÃa de la siguiente forma: ampliación del mercado - subdivisión del trabajo - especialización - aprendizaje (learning by doing) - aumento de la productividad.
Volviendo a Verdoorn, ese economista postulaba que âa largo plazo un cambio en el volumen de producción del 10 por ciento está asociado con un incremento promedio de la productividad del trabajo del 4,5 por cientoâ. Esa relación implica que la mejora de la productividad es un mecanismo endógeno del propio sistema, o sea, depende del tamaño del mercado. âEsta posición es particularmente retomada por autores pertenecientes al enfoque de la economÃa que se recuesta en la demanda (demand-side economics), como Kaldor y Thirlwall, entre otros. Ellos proponen, no sólo que el crecimiento de la economÃa es impulsado, bajo ciertos lÃmites, por el incremento de la demanda (Keynes y Kalecki), sino que también, al incorporar el concepto smithiano de las ganancias de productividad basadas en la escala, le imprimen al sistema económico mecanismos de causación acumulativa capaces de generar cÃrculos virtuosos de crecimientoâ, sostienen economistas de la Universidad de RÃo Negro Mariano Lanza y Guillermo Oglietti en su trabajo âEl coeficiente de Verdoorn en la economÃa argentina. Productividad y demanda durante la convertibilidad y la post-convertibilidadâ. En otras palabras, la ampliación del mercado y de la demanda contribuye al fortalecimiento de la oferta.
Lanza y Oglietti manifiestan que âeste aspecto es de fundamental importancia para la polÃtica económica y la teorÃa del crecimiento. Si es posible comprobar que la productividad es una variable explicada por el tamaño y la evolución del mercado, entonces es posible impulsar la productividad utilizando instrumentos y polÃticas de mercado de fácil alcance para las autoridades económicasâ.
La ortodoxia económica defiende la existencia de una causalidad inversa. Eso explica su crÃtica a los modelos heterodoxos que intentan âcrecer por encima del producto potencialâ. El desempeño económico post-convertibilidad, ¿convalida la idea de que el sistema económico posee factores de causación acumulativa entre el crecimiento del mercado y la productividad? Los economistas de la Universidad de RÃo Negro aseveran que los datos disponibles confirman esa relación.
El coeficiente de Verdoorn âcorrespondiente al perÃodo post-convertibilidadâ es un 113 por ciento superior al del régimen convertible. A su vez, ese aumento de productividad estuvo acompañado de mejoras efectivas en el nivel de vida del conjunto de la población.
La intensa generación de empleo, la recuperación del salario real y la existencia de ciertas mejoras en la distribución del ingreso, dan cuenta de ello
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