El inolvidable Eduardo Galeano decÃa que âla utopÃa está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que camine nunca la alcanzaré. ¿Entonces para que sirve la utopÃa? Para eso, sirve para caminarâ. El macrismo es mucho menos poético que el gran escritor uruguayo. La promesa gubernamental es caminar hacia un futuro promisorio donde van a âsobrar dólaresâ. El único requisito para ello, se afirmaba en campaña electoral, era generar un shock de confianza. En ese sentido, la asunción de Mauricio Macri generarÃa una âlluvia de inversionesâ. 5c245z
La realidad se reveló un poco más complicada. La fuerte caÃda de la inversión interna es confirmada por todos los indicadores públicos y privados. Por su parte, la Inversión Extranjera Directa (IED) continúa siendo muy reducida. El Foro de Inversión y Negocios, celebrado en el Centro Cultural Kirchner, tuvo altÃsima asistencia de CEO de multinacionales pero muy pocos anuncios concretos.
El comercio exterior tampoco se convirtió en una fuente de divisas. El pronosticado repunte exportador, vÃa fuerte depreciación cambiaria, no se verificó. Es más, el proyecto de Presupuesto ingresado al Congreso Nacional calcula un rojo comercial creciente hasta el final del mandato de Mauricio Macri. El déficit comercial estimado es de 1846 millones de dólares en 2017, 3800 millones en 2018 y 4929 millones en 2019. Por lo tanto, el saldo negativo de la cuenta corriente está siendo cubierto con endeudamiento a tasas elevadas. El sometimiento a los fondos buitre no se tradujo, por el momento, en una reducción sustancial del costo del financiamiento. Por ejemplo, la mayorÃa de las operaciones de crédito externo concretadas por las provincias (post-acuerdo con los buitres) rondaron entre el 7 y el 9 por ciento anual.
El sucesivo fracaso de las promesas previas (lluvia de inversiones, venturoso segundo semestre, baja del costo del endeudamiento) obligó al Gobierno nacional a correr el arco. Ahora, la antesala del paraÃso prometido incluye el reposicionamiento del Fondo Monetario Internacional como auditor de la economÃa argentina. Los investigadores del Centro de EconomÃa PolÃtica Argentina (CEPA) sostienen en Volvemos al Fondo (del mar) que âpor enésima vez el Gobierno pone énfasis en la necesidad de sortear otro âobstáculoâ, en este caso âla moción de censuraâ del FMI para que las calificadoras de riesgo mejoren la nota crediticia del paÃs, y con ello lograr la llegada de inversionesâ.
Asà la âvuelta al mundoâ viene con la famosa revisión del ArtÃculo IV del Convenio Constitutivo del FMI debajo del brazo. La reciente misión fondomonetarista, encabezada por el italiano Roberto Cardarelli, está en esa tarea. En su informe anual 2015, el Fondo explica que âla piedra angular de la supervisión bilateral son las denominadas Consultas del ArtÃculo IV, denominación que hace referencia al ArtÃculo del Convenio Constitutivo del FMI que exige que se examinen la evolución y las polÃticas económicas de cada uno de los 188 paÃses que forman parte del FMI. Estas consultas abarcan una diversidad de aspectos que se consideran de importancia macroeconómica crÃtica âfiscales, financieros, cambiarios, monetarios y estructuralesâ centrando la mira en los riesgos y vulnerabilidades y en las respuestas de polÃtica económicaâ. Por lo pronto, el único camino previsto en el Presupuesto es profundizar el endeudamiento. El proyecto de Ley propone colocar 18.500 millones de dólares de nueva deuda en 2017.
Ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, el secretario de Finanzas, Luis Caputo, sostuvo que el âespacio que queda para seguir tomando deuda es enormeâ. En esta ocasión, el funcionario no hizo referencia a la âpesada herenciaâ recibida.
@diegorubinzal
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