El desafÃo que dejó la economÃa kirchnerista era superar las tensiones que arrastraba sin afectar el bienestar popular. El macrismo optó por el sendero del ajuste. El ejemplo paradigmático fue la intención, frenada provisoriamente por la Corte, de implementar un âtarifazoâ. El Gobierno lo justificó diciendo que ânos estábamos quedando sin energÃa e Ãbamos camino a ser como Venezuelaâ. Según el discurso oficial, los subsidios públicos promovieron una âcultura del derrocheâ. Los grandes medios de comunicación reforzaron esa campaña afirmando que âla Argentina es el único paÃs del mundo que subsidia la energÃaâ. 85s4y
La especialista Belén Ennis explica en ¿Argentina único paÃs del mundo que subsidia la energÃa? que la mayorÃa de los paÃses industrializados subsidian la energÃa por considerarla parte vital del desarrollo económico y bienestar social. La investigadora del Observatorio de la EnergÃa, TecnologÃa e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec) recurre a los datos publicados por el FMI. Los técnicos fondomonetaristas sostienen en âcontando el costo de los subsidios energéticosâ que âlos paÃses del G-20 pagan más de 1000 dólares per cápita en subsidios a los combustibles fósilesâ. En ese documento, el FMI detalla que en la Argentina los subsidios rozaron los 500 dólares por persona en 2015. Ese trabajo detalla que Estados Unidos destina el 3,8 por ciento del PIB a los subsidios energéticos, un porcentaje mayor al de Argentina (3,25).
El discurso oficial responsabiliza de todos los males a la polÃtica energética kirchnerista. Según esa visión, la pérdida del autoabastecimiento energético no dejaba otro camino que el tarifazo.
La acusación suena extraña en boca de quienes rechazaron la expropiación del 51 por ciento del paquete accionario de Repsol-YPF. La polÃtica desinversora de esa compañÃa explicó, en buena parte, la irrupción del déficit energético.
El investigador Mariano Barrera indica en Subexploración y sobreexplotación: la lógica de acumulación del sector hidrocarburÃfero en Argentina que âla empresa, de 2008 a 2010, distribuyó dividendos en una magnitud muy superior a las utilidades obtenidas. En efecto, mientras que en ese perÃodo la firma distribuyó el 144 por ciento de las ganancias, entre 1999 y 2007 la magnitud fue del 75 por cientoâ. Las utilidades no fueron reinvertidas sino que financiaron la expansión internacional de Repsol en otros paÃses de América latina, Africa, Golfo de México y Medio Oriente.
La participación de YPF, sobre la producción total, retrocedió del 35 (año 1997) al 23 por ciento (2011) y del 42 (1997) al 34 por ciento (2011), para el caso del gas y petróleo, respectivamente. Lo cierto es que la petrolera en manos del Estado revirtió el declive productivo. Las inversiones crecieron un 177 por ciento y alcanzaron los 6800 millones de dólares en 2014. El crecimiento de la producción alcanzó el 30 (petróleo) y 12 por ciento (gas), desde 2011 a junio del año pasado. Por otro lado, las reservas crecieron 23,8 por ciento entre 2012 y 2014.
La polÃtica macrista marcha en sentido inverso. Los datos del Ministerio de EnergÃa confirman una reducción de las inversiones, en el primer semestre del 2016, cercana al 40 por ciento. El ingeniero industrial Juan Francisco Fernández sostiene en Cepo al autoabastecimiento (medido en pozos perforados totales) que âel promedio de pozos perforados para el perÃodo comprendido entre enero y mayo de 2013 a 2015 fue de 549 pozosâ¦tomando dicho promedio, la gestión de Juan José Aranguren al frente del Ministerio de EnergÃa logró una caÃda del 33,5 por ciento (de 549 a 365 pozos)â. La contracara de esa polÃtica desinversora es la generosa distribución de dividendos, decidida el 7 de julio pasado. Los esfuerzos oficiales están más centrados en reducir el consumo que en aumentar la producción.
© 2000-2022 pagina12-ar.informativomineiro.com|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.