Hace medio siglo, el 1º de mayo, Arturo Frondizi asumÃa la presidencia del paÃs con el propósito de lanzar un plan de de-sarrollo para la Argentina, a la que imaginó lÃder en América. En el marco de la inauguración de la nueva Sala de Consulta Archivos y Colecciones Particulares, que funcionará en el tercer piso de la Biblioteca Nacional âdonde la comunidad de investigadores podrá consultar los fondos del archivo privado, entre otros, el donado por el Centro de Estudios Nacionales, fundado por el ex presidente de-sarrollista en 1963, ver aparteâ, hoy a las 18 se realizará un debate prometedor bajo el tÃtulo A cincuenta años del gobierno frondicista: balance de una época, del que participarán el periodista Pedro Brieger, los historiadores Norberto Galasso, Alejandro Schneider y MarÃa Cristina Tor-tti y el sociólogo Horacio González, director de la BN. âFrondizi es un polÃtico que, al haber escrito libros, sobre todo PolÃtica y petróleo (1954), produjo la novedad, en tiempos del posperonismo, de asociar la polÃtica a una programática que emanaba de un libroâ, señala González a Página/12, y recuerda que Perón ya lo habÃa hecho con Apuntes de historia militar (1931). 6ya2m
PolÃtica y petróleo, según el director de la BN, âtenÃa un énfasis marxista un poco superficial, pero analizaba a la sociedad como un sistema productivo con su superestructura cultural y su forma de propiedadâ. En ese libro habÃa una fuerte apuesta a la intervención estatal en el espacio petrolÃfero, âcosa que Frondizi no desarrolló después en su gobiernoâ, aclara el sociólogo. âEl desarrollismo, concepto tomado de Haya de la Torre y del latinoamericanismo de los años â20, tenÃa una visión lineal de la historia, basada en una especie de marxismo muy sumario, de cartilla, lo cual no lo hace poco interesante desde el punto de vista de la novedad que eso representaba en la Argentinaâ, explica González. HabÃa importantes asesores de Frondizi que venÃan del leninismo y que citaban los artÃculos de Lenin donde apostaba al desarrollo industrial de Rusia. Por supuesto que el frondizismo no era heredero de ninguna fórmula dialéctica que Lenin sà empleaba, pero por la lectura que hacÃa del peronismo y de las izquierdas del paÃs, se puede interpretar al frondizismo como un sistema de relectura de todo ese legado con la intención de superarlo; de modo que de forma rústica, también hay una dialéctica de superación del peronismo y de las izquierdas en nombre de un gran frente nacionalâ.
González plantea que la contrafigura del ex presidente desarrollista es John William Cooke. âTanto Cooke como Frondizi son los escritores de los grandes textos de la época, incluso se habÃan retado a duelo, cuando fueron diputados, en la década del â50.
Cooke tomaba la veta reparatoria de Perón, la de una soberanÃa popular dramática, como era el Perón de la resistencia, mientras que Frondizi tomaba otra veta del peronismo. HabÃa un debate sobre el legado del peronismo entre Frondizi y Cooke, que involucró también a Scalabrini Ortiz y a Jauretche, que estaban más cerca de Frondizi que de Cooke. Perón se mantenÃa a la distancia como el gran oráculo que tenÃa su cuerpo tironeado entre esas dos grandes versiones del peronismo de la Argentina de los â60: la resistencia y el desarrollo de la fuerza productiva.â
Más allá de que los aniversarios suelen generar climas propicios para recuperar figuras denostadas o incomprendidas, González dice que lo emocionante de revisar a Frondizi y su gobierno radica en las similitudes entre ciertos conflictos del pasado y del presente. âHoy estamos frente a problemas parecidos; hay problemas de reparación moral e intelectual y de la infraestructura y el desarrollo de la producción, que están presentes en la discusión tan viva que está teniendo el paÃsâ, subraya. âUn paÃs siempre está a punto de refundarse y el frondizismo de algún modo supo ver esta cuestión. Pero sus fallas y sus fracasos se deben a que no interpretó bien la fuerza vital del peronismo. No sólo Cooke sino muchos militantes del peronismo expresaron que habÃa un problema de reparación moral antes que el desarrollo de las fuerzas productivas, mientras que Frondizi manejaba una hipótesis con un subrayado muy fuerte hacia las fuerzas productivas. Eso fracasó en la Argentina, pero eso no implica que los problemas tratados por Frondizi, bien o mal, reaparezcan.â
¿Qué importancia tiene Frondizi en la actualidad? âEn este momento hay que construir una gran paideia nacional, y ésa fue la gran omisión del frondizismoâ, responde González. âHay un sentimiento de que el frondizismo significó el descubrimiento de muchas formas del paÃs, pero a espaldas de una forma muy viva de la vida popular, que era el peronismo. Y eso es algo que sigue estando pendiente como tarea a conjugar: un pensamiento soberano de la producción, que sea tecnológicamente adecuada para el paÃs en condiciones de soberanÃa ciudadana y social, y una reinterpretación del pueblo argentino como un sujeto activo y autorreflexivo.â
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