Febrero, se sabe, es mes de Carnaval. Y si en la Argentina todavÃa se trata de imponer un feriado por ley, y las murgas se expanden por los barrios de los centros urbanos como fenómenos locales, Uruguay logró atesorar el Carnaval en el RÃo de la Plata, aun en tiempos dictatoriales. AsÃ, cada murga oriental tiene su historia, próceres y mitos fundacionales propios, siempre recordados en sus letras. Página/12 presenta a partir de mañana una colección de 3 CDs de grandes murgas uruguayas: Araca la Cana, Curtidores de Hongos y Agarrate Catalina. El CD que inaugura la colección (Araca la Cana 2005. Siete décadas âde Murgaâ) contiene los temas del último Carnaval uruguayo, al igual que los otros discos. Además de los saludos y retiradas de rigor, el disco incluye una murga rapeada (El cementerio) y una versión de la milonga candombe de Argentino Luna Mire qué lindo es mi paÃs, sobre uno de los tópicos uruguayos: el de los compatriotas exiliados y âla fiesta del reencuentroâ que significaron las elecciones de 2004, cuando muchos volvieron a votar. La murga siempre fue permeable a incorporar las canciones populares de todos los géneros, esas que suenan en todos lados, con el mismo gesto de las hinchadas que cambian las letras en sus cantitos. AsÃ, Araca también presenta aquà su versión de La colina de la vida, con una letra que evoca los orÃgenes de la agrupación. En el medio, circulan verdades sintéticas del espÃritu murguero: âEl que rÃe último, es porque piensa lentoâ. Araca la Cana es una de las murgas con más historia del Carnaval uruguayo. Nació en 1935 en Paso Molino, un barrio proletario al oeste de Montevideo. Fue fundada por un grupo de canillitas, en su mayorÃa negros, que solÃan juntarse en una esquina antes de comenzar el reparto de diarios. En aquellas reuniones de madrugada se jugaba, entre otras cosas, a los dados, una práctica ilegal en la época. El canillita que oficiaba de campana tenÃa un santo y seña para advertir la presencia cercana de la policÃa: â¡Araca la cana!â. Desde entonces, Araca asumió la representación de la âmurga mensajeâ, aquella asociada a los grupos de barrios montevideanos de mayor compromiso polÃtico. Tanto que su canción La compañera, surgida de la despedida del Carnaval de 1973, en plena gestación de la dictadura en Uruguay, quedó como categorÃa clasificatoria, y a la âmurga mensajeâ se la llama también âmurga compañeraâ. Si, como sintetiza el director, José MarÃa âCatusaâ Silva, âAraca es un manual no oficial de historia uruguayaâ, o âcomo leer un diario popular de los últimos 70 añosâ, y en sus letras es posible rastrear el devenir polÃtico y social del Uruguay, el triunfo de la izquierda les planteó una situación a resolver, tal como se advierte en algunas letras de este CD. Asà lo explicaba Silva en una entrevista concedida a este diario: âNos encontramos con que pasamos a ser una murga oficialista. Cuando me puse a escribir caà en que no sabÃa de qué... Se habÃan acabado las musas: el partido Nacional, el Colorado, Sanguinetti, Batlle... y dije, ¿ahora qué hago?â, contaba el director. El dilema fue resuelto con la letra de El cementerio: âDesembocamos en un cementerio virtual al que van las almas polÃticas en pena que quedaron desocupadas después de 174 años de gobierno. Allà están sus tumbas y conviven fantasmas. Araca nunca fue de buscar mucho la risa, pero ese año la encontramos en un cementerioâ. El vuelo del planeador Los Curtidores de Hongos ubican su fecha de nacimiento todavÃa antes que Araca: en 1912. Lo que surgió como una pequeña agrupación de seis o siete (âuna murga de obreros que canta en un baldÃo cerca de una curtiembre, donde los cueros amontonados juntan sus hongosâ, dicen las crónicas), fue sumando con el tiempo integrantes e instrumentos y marcó un hito escénico: fueron los que impusieron la vestimenta del director confrac, levita y zapatillas. El CD que integra esta colección, El planeador de la escollera de SarandÃ, incluye los temas que presentaron en el último Carnaval uruguayo. Además de textos con todo lo que exige la murga (humor, crÃtica, sátira polÃtica, exaltación de la alegrÃa carnavalera), suman vocalistas que se destacan en los solos y coros bien afinados. El bonus track incluye una histórica retirada de 1951 (Los gitanos), escrita por Carlos Céspedes, quien fuera en vida uno de los pilares del grupo. Capitaneados por Daniel Carluccio desde 1993, el cambio polÃtico en Uruguay los situó en una situación similar a la descripta por Silva. La respuesta también vino por el lado de la sátira, como en Plan de cambio, donde se rÃen de los âcucosâ difundidos por la oposición antes del triunfo frenteamplista: âDe todas partes vienen los tupamaros... y empezarán los cambios que prepararon. ¡Ya no será tu heladera, ni tu casa, ni tu perro, ahora todo es de todos!â, anuncian, y describen los cambios que se vienen: de moneda (âen dÃa de cobros, en vez de cobrar mil pesos se cobrarán mil Huidobrosâ) o de enseñanza (se impartirá cubano en lugar de inglés). Pepe Mujica entra a la murga Agarrate Catalina es la más nueva de las tres murgas y se sitúa como la continuación joven, con un nombre propio ganado en su corta existencia y una gran cantidad de funciones por Carnaval. Fue creada en 2001 por Yamandú Cardozo (letrista de la agrupación), junto a un grupo de murgueros que rondaba los 20 años. El año pasado, accedieron al sitial más disputado de la murga: fueron los ganadores del Primer Premio del Concurso Oficial de Carnaval en la categorÃa Murga, además de obtener el Primer Premio del desfile inaugural. La diferencia la hicieron con el cuplé La pesadilla, incluido en este CD, que hace centro en la figura de âPepeâ Mujica y en su particular historia (de tupamaro y preso polÃtico, a presidente del Senado primero y ministro de Agricultura y GanaderÃa ahora). âNadie lo hubiera soñado, nadie lo puede creer, los Tupas se multiplican, la moda Mujica empieza a crecer. Ser izquierdista es la onda, ser Tupamaro es re-âhiâ, hoy el tabaco Cerrito está casi al doble que los Lucky Strike (...) Pepe Mujica, qué jugador, desde el boliche a senador, sueño de muchos y de otros no, la pesadilla que se cumplióâ, dice el cuplé, y hace referencia a la popularidad que Mujica habÃa ganado tras la asunción de Tabaré Vázquez: âEl Pepe está en todos lados, en radio y televisión, y los diarios y revistas, le sacan fotos al por mayorâ. Los otros temas, ya desde su tÃtulo, hacen alusión al tópico que da nombre al disco (La puntualidad, Pérdida de tiempo, Tiempos de crisis, El tiempo borra todo). Hace rato que la murga uruguaya tiene un público ganado en la Argentina. Ahora, la colección repone el presente de tres agrupaciones clave, y, de paso, acerca aires de Carnaval. 1g3l4g
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