Supóngase que se encuentran tres tipos en Corrientes y Esmeralda. Que uno resucitó y habÃa muerto el dÃa que James Rusell inventó el CD. Que otro es un hippie viejo que lo último que escuchó antes de recluirse en la montaña, en 1969, fue âIn a Gadda da Vidaâ, de Iron Butterfly, en vinilo. Y que el tercero se perdió en la selva antes de que Internet comandara el mundo. Supóngase que, después de reconocer la ciudad, los tres quieren escuchar música âargentina, pero universalâ y alguien les da Cosecha, el flamante disco de Fer Isella. âYa sé, la pregunta es cómo se lo explicamos, ¿no?â, se rÃe el hijo del César, jugando también al juego de las suposiciones. âSiento el resultado del disco como un puente orgánico fácil entre el mundo virtual y el mundo fÃsico, lo análogo y lo digital. No le di la espalda a nadieâ, es su primera impresión. Entre ambas franjas, enfrentadas y complementarias a la vez, transcurre entonces el disco que Isella chico presentará este mediodÃa en el Espacio Arte de Milo Lockett (Cabrera 5507), en el marco del Bafim. âSigo creyendo en el formato clásico como una linda carta de presentación fÃsica y agarrable. Pero, al ser un nerd, también siento lo virtual como parte necesaria.â 5h6y5f
Para ir al nudo, dicen que Cosecha es el primer disco en el mundo pensado para ser escaneado y escuchado como QR. ¿Qué es esto? Un código, como si fuera el de barras, que aparece en la tapa del disco, se reproduce âcon su propia especificadâ en el booklet que contiene los nueve temas musicales y al que se puede acceder desde cualquier smartphone (o sea, con aplicación lectora de códigos QR) sin necesidad de tener un reproductor a mano. âEl QR es algo que impulsó Google hace unos años y se tornó estándar en Estados Unidos y en Europa. Si hoy vas a un festival, lo más probable es que antes de entrar veas esos códigos fÃsicamente impresos por todas partes y que, si tenés un celular inteligente, puedas ver a qué hora toca tal banda, dónde y demás. Lo que yo hice fue tomar el QR, que se puede entender como una especie de realidad aumentada, para que sea más fácil acceder al website del disco y no sólo escucharlo entero sino también ver todas las repercusiones que tiene en otras personasâ, desenrolla.
Para complicarles más la vida a los tres personajes que sólo querÃan escuchar música argentina pero universal, la palabra Cosecha va precedida por el hashtag (etiqueta de Twitter formada por el carácter #), lo que sumerge al disco en un universo virtual sin retorno. El signo, al ser manifestado, permite seguir todo lo que está aconteciendo con el disco: videos inspirados en los temas, fotos, ilustraciones, comentarios, remixes y todo lo que ocurra a los potenciales escuchas con cada uno de los temas. âEl website es un blog que está basado en la plataforma Tumbler en donde pasa esto: los mismos fans pueden enviar obras inspiradas en lo que escuchan; ésa es la parte que me gusta, la parte interactiva real con la gente. Te podés meter en el sitio y enviar tus obras inspiradas en equis canción. Por ejemplo, si vas a âGo to sleepâ, de Radiohead, la gente postea en ese tema algo que le inspiró y entonces, al abrir el librito fÃsico del disco y escanear el código QR de ese tema, se ven las respuestasâ, explica el músico, productor, compositor, pianista y gestor cultural.
â¿Y su padre qué dice del disco?
ââ¡Qué música rara, chango!â Pero, en la medida en que la escucha, la va asimilando.
La variedad estética de Cosecha (propia del mundo Isella y ya mostrada en Doña furia gaucha, su disco anterior) es muy amplia. Va de âGo to sleepâ, de Radiohead, a âPerfume de carnavalâ, de Peteco Carabajal, o de âWhat will Rumi do?â, de Frank Zappa, a âVidala para mi sombraâ, de Julio Santos Espinosa, en versiones deformadas, jugadas y experimentales, pero respetuosas. Grabado en primeras tomas, con el mismo Isella en piano, rhodes, canto y kaoss pad; Lulo Isod en baterÃa; Richard Nant en percusión, bombo y trompeta; Lucio Balduini en guitarra eléctrica; Ramiro Flores en bajo eléctrico; y la invitación especial del Mono Fontana para poner su teclado a disposición de âVidala para mi sombraâ, Cosecha transcurre entre, al menos, cuatro franjas cruzadas. âEs el âTomorrow never knowsâ de Los Beatles improbablemente cruzado con el folklore argentino. Mantra de bombo legüero, Radiohead y trompeta. Y de ahà en más todo. Toda recolección de frutos musicales es posible, los más variados climas musicales de un rock-jazz aún por inventarâ, define Isella.
â¿El origen es la pasión o la elaboración?
âLo que hago no parte de un laboratorio frÃo, de pensar âbueno, ahora voy a ser inteligente y voy a hacer un arreglo de un tema de Zappaâ, sino desde la pasión de querer hacer un tema porque me copa. Soy un bicho de metrópoli y hay una confluencia de estilos sincera que me atañe en lo académico y experiencial. Ese soy yo, no soy un tipo como, qué sé yo, Dino Saluzzi, que se comió un estilo por haber nacido en un patio de tierra.
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