Habituado a funcionar sobre la base de la identificación, cada vez que debe abordar una conducta âviciosaâ Hollywood se hace un nudo y no sabe cómo hacer del héroe un modelo que, a la vez, resulte condenable. Se trate del tráfico de armas (El señor de la guerra, con Nicolas Cage), la promoción del consumo de tabaco (Gracias por fumar, con Aaron Eckhart), el periodismo de guerra practicado por puro cinismo (Corresponsales en peligro, con Richard Gere) o, como en este caso, la adicción a las compras, la fórmula de compromiso es siempre la misma: glorificación al principio, condena al final. Con lo cual el espectador dócil puede salir del cine sin saber muy bien si ir corriendo a comprarse todo o, por el contrario, mirar para otro lado cada vez que pasa al lado de una vidriera. Loca por las compras se basa en dos populares ânovelas para mujeresâ (lo que se conoce como chick-lit), escritas por Sophie Kinsella. Como lo muestra una de las primeras escenas, la protagonista, una chica poco menos que treintañera llamada Rebecca Bloomwood (la australiana Isla Fisher), cambió el sueño del prÃncipe azul por el de la compra perfecta, no pudiendo resistir el llamado de cada escaparate. Hasta el punto de que llega a fantasear unos maniquÃes que no le guiñan, como al protagonista de Balada para un loco, sino que le hablan, âconvenciéndolaâ de la compra. Más allá de que el espectador o espectadora puedan sentir identificación o piedad por ella, el guión de Loca por las compras solicita una suspensión de la incredulidad tal que, una vez que se la aceptó como periodista, debe itÃrsela como columnista estrella de una publicación financiera. Materia de la que, por cierto, lo ignora todo. Se supone que la consagración le llega gracias al âsentido comúnâ que âse supone otra vezâ esta chica, que vive en una nube color rosa, poseerÃa. 503y54
Si a eso se le suma la clásica love story metida con calzador, se agregan apropiaciones demasiado visibles de pelÃculas demasiado recientes (El diablo viste a la moda, Sex and the City) y se recuerda que en toda la segunda parte la chica debe atravesar un purgatorio de sufrimiento, arrepentimiento, grupo de autoayuda y expiación, se convendrá que los tiempos de El casamiento de Muriel (y hasta de La boda de mi mejor amigo y Unconditional Love) dan la impresión de haber quedado muy lejos para el australiano P. J. Hogan. Eso sÃ: jugando en la misma liga de ingenuas en que lo hace la desarmante Amy Adams (la de Encantada), la pelirroja Isla Fisher demuestra gracia, encanto y el suficiente talento para la comedia fÃsica, como para transmutar un soso baile romántico en un ridÃculo tan irresistible como aquellas patadas contracturadas que Julia Louis Dreyfuss lanzaba en algún episodio de Seinfeld.
5-LOCA POR LAS COMPRAS
(Confessions of a Shopaholic, EE.UU., 2009)
Dirección: P. J. Hogan.
Guión: Tracey Jackson, Tim Firth y Kalya Alpert, sobre libros de Sophie Kinsella.
Intérpretes: Isla Fisher, Hugh Dancy, Joan Cusack, John Goodman, John Lithgow y Kristin Scott Thomas.
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