âA veces me preguntan cómo se puede querer tanto a alguien sin conocerloâ, dice la protagonista de Verdades verdaderas. La vida de Estela, en el comienzo de la ópera prima de Nicolás Gil Lavedra. Y la respuesta está en la propia vida de Estela de Carlotto, que la pelÃcula del hijo del ex camarista del Juicio a las Juntas refleja con un respeto sublime y con una intensidad dramática tan potente que, por momentos, uno llega a olvidarse que está frente a una pantalla. Y esa vida dedicada a la lucha por la restitución de los nietos apropiados durante la dictadura provoca empatÃa con una mujer que trabajó sin descanso, doblegando el esfuerzo, aprendiendo lo que desconocÃa, en busca de memoria, verdad y justicia. Por eso, la pregunta que se formula Estela (Susú Pecoraro) tiene su propia respuesta en ella misma: se puede querer a alguien sin conocerlo fÃsicamente porque es fruto del amor de su hija ausente, aunque constantemente presente en el recuerdo que acompaña su vida. 24165f
Si la televisión ya se habÃa ocupado del tema de la apropiación de bebés durante la dictadura militar y de la restitución de los nietos en Montecristo y en Televisión por la Identidad, el cine habÃa ofrecido los notables documentales Nietos (Identidad y Memoria), de BenjamÃn Avila,
y BotÃn de guerra, de David Blaustein. El tema en la ficción lo inauguró La historia oficial, de Luis Puenzo. Y Verdades verdaderas... trae la novedad del enfoque en la vida del mayor sÃmbolo de la lucha por el derecho a la identidad.
Pero lo hace desde una esfera Ãntima: no parte del personaje público que todos conocen y muchos iran, sino desde la madre que busca a su hija, después que los asesinos con botas largas se la arrebataron; desde la esposa de un hombre con quien comparte alegrÃas y tristezas, y sobre todo el dolor por la pérdida; desde la docente que debe simular los llamados telefónicos de su hija en la clandestinidad, y desde la abuela que comienza a buscar a su nieto cuando se entera por una joven que su hija Laura estaba embarazada antes de ser asesinada por los genocidas.
El modo de construcción del relato de Verdades verdaderas... es ambicioso: la narración no es completamente lineal, sino que Gil Lavedra, junto a los guionistas Jorge Maestro y MarÃa Laura Gargarella, diseñaron una compleja estructura que transita por distintas épocas. Arranca en el fin del año 2009, con la familia Carlotto celebrando y, a la vez, recordando las pérdidas, pero con la esperanza renovada de poder encontrar a Guido, el nieto que la Estela real aún hoy sigue buscando. Luego, la historia se sitúa poco tiempo antes de la dictadura, donde se ve a los hijos militando en una agrupación polÃtica. Y posteriormente, todo lo que ocupó la vida de Estela: la clandestinidad de Laura (Inés Efron) perseguida por los militares; el secuestro de Guido, el marido de Estela (Alejandro Awada); la búsqueda de su hija por sitios oficiales y por los juzgados, la noticia del asesinato de Laura (al que los militares quisieron disfrazar de âenfrentamientoâ), el encuentro con otras madres, la primera vuelta a la Pirámide de Mayo, la confirmación del nacimiento de su nieto Guido y la necesidad de que otros de sus hijos se exilien. Y entre cada uno de estos sucesos, algunos hermanos de Laura (Fernán Mirás, Laura Novoa) le hablan imaginariamente a su sobrino Guido, frente a una cámara, en la actualidad, construyendo una suerte de memoria familiar.
Y el final vuelve a situar la historia en tiempo presente, con el personaje de Carlos Portaluppi âun hombre que tiene a su compañera desaparecidaâ viviendo en la sede de Abuelas una situación inolvidable que dejará una marca indeleble en su alma. Si las actuaciones de Portaluppi y de Alejandro Awada no sólo son creÃbles, sino también muy precisas, la interpretación de Susú Pecoraro es de un nivel supremo: contagia emoción a grandes dimensiones, construye con naturalidad la personalidad de una mujer que se quiebra pero que sigue buscando la verdad, compone con soltura a una persona que en la actualidad puede asegurarse que es de las más respetadas no sólo en la Argentina sino también en el mundo, pero que sobre todo es amada por muchos argentinos que valoran su temple para transformar el dolor en esperanza. Y encarna su coraje. Porque valiente no es quien no tiene miedo, sino quien, a pesar del miedo, sigue adelante. Todas esas caracterÃsticas de Estela de Carlotto están condensadas en el rostro, el cuerpo y los sentimientos que tan brillantemente transmite Susú Pecoraro.
8-VERDADES VERDADERAS. LA VIDA DE ESTELA
Argentina, 2011
Dirección: Nicolás Gil Lavedra.
Guión: Jorge Maestro y MarÃa Laura Gargarella.
FotografÃa: Hugo Colace.
Música: Nicolás SorÃn.
Intérperetes: Susú Pecoraro, Alejandro Awada, Laura Novoa, Fernán Mirás, Inés Efron, Carlos Portaluppi, Nicolás Condito, Guadalupe Docampo, Guido Botto Fiora y Rita Cortese.
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