León Gieco termina de dar el primero de sus dos conciertos a beneficio de los comedores de la iglesia de la Santa Cruz, ese lugar emblemático habitado por la memoria de lo más atroz de la dictadura, el secuestro y la desaparición de personas en la Argentina. Con el mismo entusiasmo y energÃa con que se entregó a aquella tarea, habla con Página/12 de lo que define como âuno de los momentos más altosâ de su carrera, el proyecto Mundo Alas y todo lo que cosechó este trabajo junto a músicos, compositores, cantantes, bailarines y pintores con distintas discapacidades (ver aparte). Entre muchas otras cosas, está Mundo Alas. La pelÃcula, una road movie que sigue al equipo en gira, y que va descubriendo emocionantes facetas, desde las capacidades de estos grandes artistas y su mirada del mundo, hasta una historia de amor que termina en casamiento entre dos integrantes de la gira. La pelÃcula, en una nueva estación de su generoso recorrido, se ofrece mañana con Página/12, a beneficio de la Fundación Garrahan. 4x6t2e
âMundo Alas es un proyecto que dejó marcas. ¿Cuáles fueron esas marcas en su caso personal?
âDentro de lo que es mi carrera, si es que se puede hablar de esta profesión como un camino que se va subiendo de a escalones, Mundo Alas, como De Ushuaia a La Quiaca en su momento, representa tres escalones juntos con un mismo proyecto: un evento que va mucho más allá de editar un disco nuevo. Primero, porque se convierte en un proyecto atemporal. Y además porque no es solamente un disco: es también una pelÃcula, 18 capÃtulos para el canal Encuentro, el libro Cuento con Alas, las giras y las actuaciones en vivo, que ya son más de 70, porque nos contrataron en muchos lados: fuimos a Uruguay, hace poco a Chile, donde fuimos el número principal de âDespierta Santiagoâ, un gran festival por la integración. Y después están los reconocimientos, este es el documental más premiado de la historia del cine argentino. Tiene unos cuarenta premios, distinciones grossas, como los primeros premios de los festivales de Toronto, Trieste, Ecuador...
â¿Y cómo surgió, cuál fue la llama que encendió la mecha de Mundo Alas?
âSe encendió sin planearlo, como todo lo que yo hago. La gente cree que es una idea mÃa, que un dÃa dije âdescubrà la discapacidad y voy a hacer algo al respectoâ. No, fue al revés, la idea se me impuso, y en este germen tuvieron mucho que ver Panchito (Chévez, armoniquista y compositor) y Néstor Kirchner. La cosa fue asÃ: yo toda mi vida invité a artistas noveles, pibes que todavÃa no grabaron que me hacen de soporte cuando llego a su pueblo. Porque eso es lo que me hubiera encantado que me pasara a mà cuando tenÃa 14, 15 años. ¡Qué no hubiera dado porque me invitara Ramona Galarza cuando fue a Cañada RosquÃn, si yo me sabÃa âKilómetro 11â y estaba seguro que con eso me robaba los aplausos del pueblo! Bueno, dentro de todos esos artistas que he invitado, algunos de ellos muy buenos, tenÃan alguna discapacidad.
â¿Y cómo se conecta eso con Néstor Kirchner?
âAcá vamos: primero lo conocà a Pancho. El vino después de un show a mi camarÃn, pero no para pedir un autógrafo o sacarse una foto. No, vino a decirme: León, ¿cómo puedo hacer para ser famoso como vos? Pancho no tiene brazos, ni piernas, asà que le dije: podés tocar la armónica tranquilamente. Al mes, el tipo ya habÃa sacado âSolo le pido a Diosâ. A los tres meses, ya habÃa armado su banda, con la que hacÃa sus propios temas. Pancho quiso conocer a Kirchner cuando era presidente, y por supuesto lo logró. El lo sentó en el sillón presidencial, se sacó foto con él, le mostró el ascensor que tomaba Perón para ir a la peluquerÃa, en fin, lo atendió. Y Pancho logró llevarse su teléfono. Por entonces se hacÃa una serie de recitales en el Salón Blanco, donde participamos artistas como Mercedes, Spinetta, Charly. Un dÃa recibo un llamado de Presidencia: ¡León, dice Néstor que por favor le armes un concierto a Pancho, porque no para de llamarlo por teléfono!
âEs decir que el debut fue en la Casa Rosada...
âSÃ, porque fue entonces que me acordé de todos los artistas con discapacidad que habÃan pasado por el escenario, y les propuse hacer âUn Salón Blanco diferenteâ. Fue hermoso, y yo creà que ahà se cerraba, que habÃa cumplido con Pancho y con el Presidente, nada menos. Pero eso se emitió después por Canal 7, y cuando comencé a recibir las devoluciones, la gente tan emocionada, sentà que allà habÃa algo. Fue Jorge Alvarez, por entonces presidente del Incaa, el que me dijo âNos debemos hacer una pelÃcula a partir de estoâ. Y bueno, asà se armó la gira, el guión, el cierre en el Luna Park para el aniversario de Página/12, en fin, La pelÃcula.
â¿Cómo se armó el guión? Porque no hay nada que parezca guionado en la pelÃcula. De hecho, hay cosas que es difÃcil que salgan si se las proponen de antemano...
âTotalmente. El guión fue una estructura básica: un grupo de artistas sale de gira por los pueblos del interior, y el gran deseo es terminar en el Luna Park. Nada más. Después pasaron un montón de cosas: ¿cómo nos Ãbamos a imaginar que dos pibes se iban a enamorar en el viaje, y terminarÃan después casándose? Todo fue saliendo como una señal de algo superior, como un mandato de buena onda. Es que la buena onda que habÃa nos permitió hacer un montón de cosas, que después en la peli quedaron increÃbles. No sé, yo ya perdà la cuenta de la cantidad de veces que vi la pelÃcula, pero cada vez que la veo me convenzo más y más de que hay cosas que están manejadas desde arriba. Algo pasó ahà y, efectivamente, tiene que ver con la onda que se creó.
â¿Cuál dirÃa que fue el aprendizaje que implicó para usted todo este proceso?
âLos chicos me enseñaron mucho. Ellos no compiten, habilitan todo el tiempo, son buena gente. Quizás la discapacidad no les permite aprender cosas que otros sà podemos, y sin embargo están todo el tiempo apostando a aprender y de paso enseñan. Ellos siempre tienen que esperar para algo: esperar que alguien los lleve al baño, por ejemplo. Bueno, yo, que no paro, y soy un ansioso insoportable, aprendà de ellos el valor de la paciencia. AprendÃ, en definitiva, a ser mejor persona. Y además reforcé mi actitud de solidaridad ante la vida, porque ellos son muy solidarios, siempre quieren tocar para alguien, para otro hogar de chicos discapacitados, la mano siempre es dar y dar. Y por eso con nuestras actuaciones auspiciamos dos habitaciones en la Casa Garrahan, donde se hospeda la gente que trae a sus chiquitos del interior. Para eso también va lo que recaude la venta de la pelÃcula con Página/12.
âY los chicos, ¿qué le dicen que aprendieron?
âYo creo que ellos aprendieron a tomar un camino profesional, ahora son artistas que se dedican a esto. Alejandro Davio ya grabó su quinto disco, Maxi Lemos su primer disco, Pancho va por el tercero, ahà hay una canción sobre Rosario Central que es hermosa, y estoy seguro de que se va a convertir en un himno, vamos a hacer un video. Los chicos de la CompañÃa de Tango Danza Amar fueron a enseñar a Brasil, los bailarines Demián y MarÃa Laura, siguen con su espectáculo y con las charlas de âConectarâ. Carina está trabajando en un programa que va a salir por Encuentro, que se llama Hoy bailaré... Están todos trabajando, y además siguen con las actuaciones nuestras, con Mundo Alas.
âYa tuvieron disco, gira, pelÃcula, libro, premios. ¿Qué imaginan a futuro?
âPancho, que es el más inquieto, el más movilizador, porque tiene una energÃa total, ya está hinchando con Mundo Alas 2. Yo trato de explicarle que se tiene que dar de forma natural, como todo hasta ahora. Cuento una: cuando la Presidenta fue a Rosario a dar el discurso por el DÃa de la Bandera, lo llamó al Pancho para que estuviera sentado al lado de ella. Y Pancho, con el pedacito de brazo que tiene, la tocaba, le tocaba la pierna. El hace asà con todos, porque necesita siempre estar en o. Cuando Cristina terminó el discurso, le dijo: ¿Qué querés, Pancho? Porque sentÃa que la habÃa estado como llamando todo el tiempo. Pancho no querÃa nada, pero aprovechó la oportunidad y le dijo: â¡Bueno, quiero plata para hacer Mundo Alas 2!â (risas).
âPero no está mal la idea de Pancho, puede pensarse una continuidad...
âBueno, sÃ, puntas hay, por ejemplo en Uruguay, en Ecuador y en Chile nos han pedido que armemos Mundo Alas con chicos de estos paÃses. Por otro lado hay un montón de artistas, como Ana Belén y VÃctor Manuel, o Jorge Drexler, que me han dicho âsi necesitan algo, yo estoyâ. Y están las ganas de los chicos, que son muchas... La verdad es que tenemos miedo de hacer una cosa asà planeada, con más despliegue, porque hasta ahora todo se ha ido dando de otra forma, pero no sé... Yo nunca pienso, nunca planeo lo que hago, asà también hago mis discos. En este último (El desembarco), por ejemplo, me di el lujo de grabar como se hacÃa en los â70, en vivo y en cinta, y también con la Sinfónica de Praga y Jacques Morelenbaum a través de un sistema modernÃsimo. Bueno, yo no sabÃa que iba a salir asÃ, no podrÃa haberlo planeado. Asà voy, a los ponchazos. Y las cosas van saliendo.
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