Como si no hubiera despertado suficiente polémica por su contenido, el documental Borrando a papá sigue dando tela para cortar. La médica psiquiatra Cristina Ravazzola y las trabajadoras sociales Susana Tesone e Hilda Radrizzani (también psicóloga) solicitaron una medida cautelar para que no se den a conocer los testimonios que aparecen en el film. Alegan que formaron parte de un engaño por parte de los responsables del documental que intenta demostrar que la violencia de género es un negocio para estudios jurÃdicos y profesionales de la psicologÃa y que los padres son separados masivamente de sus hijos después de divorcios conflictivos porque las madres les âlavan el cerebroâ: asà lo detalló la periodista Luciana Peker en una profunda investigación sobre el tema en el suplemento Las12 del 12 de septiembre. El juez civil Guillermo Blanch dio lugar a la medida cautelar y ordenó que se recorten los cuadros donde aparecen los testimonios de las demandantes. 4l173a
Ravazzola, Radrizzani y Tesone integran junto a otros colegas el Programa de Investigación y Acción y Formación en Familias (Piaff). Es un prestigioso equipo que trabaja con grupos terapéuticos, individualmente y con familias. La psiquiatra sostiene que las responsables del film, Ginger Gentile y Sandra Fernández Ferreira, âhicieron una maniobra muy fraudulentaâ, según comenta en diálogo con Página/12. âNos hicieron describir nuestra manera de trabajar y detrás de cada una de las entrevistas que hacemos y de los llamados teléfonicos y todo eso pusieron el signo $ y después inundaron la pantalla del signo $. Eso no se hace y está penado por la leyâ, afirma Ravazzola. âEs muy ofensivo lo que hicieron, muy injurioso. Por lo menos, la parte nuestra nosotros no queremos que aparezca. Después que hagan con el documental lo que quieran. Cuestionamos justamente la maniobra que hicieronâ, agrega la psiquiatra.
En la página web de la pelÃcula puede leerse el siguiente comunicado: âEs un hecho de censura repudiable en un Estado democrático la resolución del magistrado, que fue apelada por ser violatoria de los derechos consagrados en nuestra Constitución Nacional de libertad de prensa âde expresiónâ, libertad de información y de la sociedad toda de ser informada. Solicitamos la defensa de nuestros derechos que como sociedad durante más de treinta años supimos proteger contra ataques de censura dignos de Estados totalitarios y antidemocráticos, resoluciones como las Dr. Guillermo Blanch nos retrotraen a la época más nefasta, triste y oscura de la República Argentina. Esperando la pronta reversión de la misma y que actúen en defensa de los derechos mencionados los organismos gubernamentales y no gubernamentales que correspondanâ.
Por otro lado, en la misma página web se señala que el productor de Borrando a papá, Gabriel Balanovsky âprocesado por secuestrar a su hija durante un año, según cuenta la nota de Las12â, âno se responsabiliza por las versiones que se encuentran circulando en Internet sin su autorización y de que continúen emitiendo la versión completa del documental, incumpliendo de este modo la orden judicialâ. Desde cierto sector de la prensa se levantaron voces coincidiendo con la âcensuraâ que denuncian los responsables del film. âNo es un caso de censura porque, de hecho, el documental no sé si realmente se puede pasar o noâ, señala Ravazzola, quien agrega que âlo que han tenido que hacer es sacar una parte que es injuriosaâ.
âYo no niego que haya padres ofendidos. Tengo dos amigos que son padres que han sido privados de ver a sus hijos y, a veces, es realmente una cosa muy injusta, pero nunca harÃan una cosa asà porque éstas son las mismas maniobras que hacen con sus mujeres y sus hijos. Por eso las hacenâ, entiende Ravazzola. La psiquiatra cree que hacer un documental de este tipo âes una muy mala maniobra para conseguir armar un debate, si es que quieren conseguir un debate. Me parece que es algo para que la gente les tenga lástima, se conduela y esté a favor de ellosâ.
Consultada acerca de cómo deberÃa abordarse una problemática de este tipo a través del cine, Ravazzola explica: âTal vez con algunos casos. Digo la verdad: hay una extraordinaria terapeuta inglesa de este tipo de problemas que vino varias veces al paÃs, no me sale el nombre en este momento. Pero ella dijo una vez: âSi yo tuviera que venir por los casos de los hombres perjudicados, no vengoâ, porque son muy pocos en relación con todas las mujeres. Esto es asÃ: es un tema de la realidad social. Y hay que hacerlo en función de mostrar la realidad social. Ellos muestran nada más que a estos padres que se han visto privados de la relación con sus hijos y, a lo mejor, habrá algún caso en que el juez fue injusto. Yo ni siquiera sé; para colmo, ninguno fue un caso nuestro. Esto realmente es un ataque a no-sotros que ni siquiera entiendo por qué, porque tampoco somos gente súper conocida. Tenemos un perfil muy bajoâ, afirma Rava-zzola. Y tiene su visión: âEstos son envases de padres. No son padres. El contenido de las acciones que hacen no son de padres porque ni siquiera protegen a sus propios hijitos. Aparecen algunos de los chicos en la pelÃcula, que es también una barbaridad. Son envases, no son padres, porque si no harÃan una cosa cuidadosa, cariñosa, y no harÃan todo este escándaloâ, concluye la especialista.
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