Melisa BogarÃn, de solo treinta años, sufrió una crisis de nervios que derivó en una insuficiencia cardÃaca y perdió la vida durante una asamblea gremial a causa de los despidos y la falta de estabilidad laboral. Ella trabajaba en el Instituto Nacional de TecnologÃa Agropecuaria (INTA), en Las Breñas, Chaco. TenÃa una renovación por tres meses de su contrato que no le aseguraba, ni siquiera, tener para comer hasta fin de año y su marido habÃa sido despedido del Estado. Ella sola sostenÃa a su hija de un año. El gremio ATE Chaco difundió la noticia y denunció que la muerte de Melisa es un efecto de los más de diez mil empleadas/os públicos de todo el paÃs que, además, también generan daños en quienes son amenazadas por el fantasma de la desocupación. 4672m
Melisa se recibió en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Nacional del Nordeste y era comunicadora del Programa Pro Huerta que impulsa la autoproducción de alimentos y apunta a mejorar la alimentación y subsistencia de los sectores más vulnerables de la población. Ella habÃa creado una red de radios escolares rurales en las escuelas de los hijas e hijos de campesinos/as y huerteras/os. âEsa era su preocupación: cómo la comunicación podÃa servir a esos sectores para decir, para denunciar la explotación y postergación, para ayudar a organizarlosâ, remarcó ATE.
El 12 de abril durante una asamblea contra la precarización laboral y la incertidumbre con respecto a la continuidad laboral Melisa pidió la palabra para contar que su contrato se habÃa prorrogado por solo tres meses y que eso le producÃa mucha angustia porque su marido habÃa sido despedido recientemente de la SecretarÃa de Agricultura Familiar de la Nación y necesitaba mantener a su hija. Con la palabra en la boca sobre un dolor para el que no alcanzan las palabras se desvaneció y fue trasladada al hospital de Las Breñas, al que llego sin vida.
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