Somos muchxs los que vivimos en una ciudad, ¿pero en qué punto dejamos de verla? La vida cotidiana necesita que el espacio se desvanezca para dar paso al sinfÃn de tareas que desplegamos en él; en las pelÃculas de Juliane Henrich, una joven documentalista alemana que por estos dÃas va a mostrar parte de su producción en el DocBuenosAires, es el espacio mismo, el de las ciudades, los pueblos y las casas particulares, el que se erige como protagonista de una especie de relato mudo, del que solo parecen quedar las huellas. q5059
De Occidente, Arrasar y Que lluevan rosas rojas para mà son algunos de los ensayos audiovisuales que la directora va a presentar en Buenos Aires, invitada por el Goethe-Institut, el Doc Buenos Aires y German Films. En el primero, la oposición conceptual entre Oriente/ Occidente se explora a través de una indagación en la arquitectura de posguerra de Alemania occidental. Henrich selecciona y filma ciertos âtestigos ideológicosâ de las construcciones de aquellos años para entender cuáles eran las ideas imperantes sobre urbanismo, por ejemplo, las implicancias del credo de la âciudad hecha para los autosâ, el auto en el centro de la escena. Que lluevan rosas rojas para mà filma a la abuela de Henrich en su casa, una especie de museo familiar donde la vida cotidiana sigue pese a que todo alrededor (las fotos familiares, los muebles) parece estar inmenso en otro tiempo. Arrasar es un corto donde se recorre un pueblo que tuvo que ser trasladado por la instalación de una mina a cielo abierto. A un par de kilómetros, la población se vuelve a rearmar como si nada. A Juliane Henrich le fascinó pensar qué cosas son las que hacen de una localidad, un pueblo.
Y explica que su interés por los lugares nació de un interés más especÃfico por la arquitectura y por las estructuras en las que suceden las vidas de las personas. âMuchas veces, las maneras en que nos movemos en una ciudad están formateadas por decisiones que se tomaron hace mucho tiempo y que no se modificaron. Me encantan los lugares que tienen distintas capas y que, mirados en detalle, pueden disparar recuerdos en mucha gente distinta. A eso, en mis pelÃculas, se suman textos casi siempre leÃdos por mà misma que no siempre tienen una relación directa con esos lugares filmados, que están como en otro planoâ. Son esos textos los que sobreimprimen a las imágenes otra dimensión, a veces incluso poética, que hace de sus pelÃculas algo asà como una investigación del espacio sin un método único: no se trata de contar la historia ilustrándola con ciertos lugares de la ciudad que funcionarÃan como pruebas o testigos, sino de recorrer los espacios -calles, rutas, carteles, casas, tipos de construcción- y desprender de ellos las preguntas.
Pero si bien el espacio público y los sueños colectivos tienen un lugar importante en la producción de Henrich, también se los hace dialogar con espacios privados, Ãntimos incluso. AsÃ, De Occidente hace escala en la casa de los abuelos de la directora, una tÃpica vivienda alemana destinada a una familia, y a partir de esa casa se trata de pensar los aspectos polÃticos del Einfamilienhaus (casa unifamiliar; tÃpica vivienda familiar de los pueblos y las pequeñas ciudades alemanas) que se propagó como concepto en los años 50 y que para muchas personas todavÃa sigue representando el modelo ideal de casa y de vida. A ese impulso de investigación se suma también, para Henrich, una dimensión afectiva: âCreo que mi interés por hacer pelÃculas basadas en temas históricos tiene que ver con el deseo de documentar y sujetar determinados âestados de situaciónâ antes de que los lugares vuelvan a transformarse. Y ese también fue el pensamiento que impulsó el documental sobre mi abuela y su casa. En alguna medida, fue el deseo de retenerla ahÃ, en ese lugar, para siempreâ. ~
Doc Buenos Aires se realizará del 20 al 27 de octubre. Más info: docbspagina12-ar.informativomineiro.com.ar
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