El domingo pasado, Laura Chinchilla se convirtió en la primera mujer en acceder a la presidencia en Costa Rica, ese pequeño paÃs que continúa siendo un modelo de estabilidad para Latinoamérica. Ahijada polÃtica del presidente saliente Oscar Arias, Chinchilla fue su vicepresidenta y titular de la cartera de Justicia hasta su renuncia en el 2008, cuando inició su campaña presidencial. Más allá de su género, su victoria âcon el 46,75% de los votosâ no tiene nada de revolucionario. Por el contrario, esta politóloga egresada de la Universidad de Costa Rica y con un Master en Estados Unidos seguirá la lÃnea liberal de su predecesor, lÃder del centroderechista Partido Liberación Nacional (PLN). 4m3t5z
En su primer discurso como presidenta electa, esta mujer de 50 años prometió luchar contra la inseguridad y el narcotráfico âCosta Rica se está convirtiendo en el lugar de paso preferido por los traficantes de droga en ruta a Estados Unidosâ. De hecho, el eje de la campaña electoral, en la que se enfrentaron candidatos socialdemócratas y progresistas, además del PLN, se fundó como nunca antes en la seguridad ciudadana. A raÃz de un par de episodios violentos en la que se vio involucrado un grupo de jamaiquinos, en Costa Rica, y al igual que en los paÃses del Norte, se ha comenzado a mirar mal a la comunidad extranjera, que con la crisis económica se convierte en el primer chivo expiatorio. A pesar de que, según estudios de Naciones Unidas, en ese paÃs, el 90% de los condenados por delitos penales es costarricense, en la campaña presidencial se llegó a hablar de cerrar las fronteras a âlos delincuentesâ extranjeros. En ese contexto, la victoria de Chinchilla representa estabilidad, pero también la continuidad del modelo ultraliberal de Arias y âsu entorno neocorporativistaâ, como lo calificaba hace unos dÃas el editorialista del diario costarricense La Nación, Rodolfo Cerdas. Por estas razones, entre otras, en octubre pasado, más de cien feministas costarricenses negaron su apoyo a la candidatura de Chinchilla, por considerarla âindiferenteâ al movimiento de mujeres, el mismo que precisamente permitió su a la presidencia. En el comunicado, firmado por representantes feministas de la cultura, ámbitos universitarios y agrupaciones de Derechos Humanos, entre otros, se acusó a Chinchilla de apoyar la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, al que consideran culpable de provocar âexclusión social, desigualdad y deterioro de las condiciones de vida, en particular de las mujeresâ. También se la culpó de atribuir a su partido âconquistas emblemáticasâ, que en realidad pertenecen al movimiento de mujeres. Se consideró que su âfalta de autonomÃaâ y su âvÃnculo polÃticoâ con Arias sólo pueden ser calificados como âsubordinaciónâ. Sin embargo, a pesar del evidente padrinazgo de su mentor, nadie puede discutirle a Chinchilla haber llegado al poder por méritos propios. Al menos, a diferencia de la nicaragüense Violeta Chamorro y la panameña Mireya Moscoso, viudas de polÃticos prominentes en sus respectivos paÃses que luego alcanzaron la presidencia, Chinchilla, la tercera centroamericana en ocupar este cargo, se presentó a las elecciones sin portación de marido âal menos en lo polÃtico, ya que está en pareja con un empresario español que le lleva 25 años, padre de su único hijoâ y con un prolijo historial como diputada, viceministra, ministra de Seguridad, luego de Justicia y más tarde vicepresidenta de la Nación. Para alejar las dudas sobre su gestión, esta católica que se opone al matrimonio entre homosexuales y al aborto prometió actuar con âindependencia de criterioâ. Habrá que ver si es cierto.
© 2000-2022 pagina12-ar.informativomineiro.com|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.