Primero fueron un dibujito (hecho por los historietistas de Anteojito y Antifaz), dos nenitas de cabeza grande y cuerpo diminuto, una rubia, la otra morocha y cada una con un cartelito: Nu y Eve. Mientras la tinta se secaba, un concurso buscaba a las nenas reales que iban a rellenar el dibujo. HabÃa que encontrarlas pronto y transformarlas en la imagen renovada del Canal 9. Transmitido en Sábados Continuados y conducido por Antonio Carrizo (era el año 1967 y algunos dicen que se presentaron 600 nenas), las hermanitas Liliana y Noemà llegaron a la semifinal con las por siempre desconocidas mellizas Pérez. Ganaron las Serantes y se convirtieron en famosas. Un tiempo después ya estaban dando los datos del tiempo en el noticiero del canal. Lo hicieron durante once años consecutivos, sin vacaciones. âUn dÃa pedimos permiso para faltar dos dÃas, por una publicidad que habÃamos hecho de un shampoo muy importante acá para Chile; no nos dieron el permiso, ya era la época de los militares y el jefe del noticiero era un tal Raggi, estábamos hablando con él y nosotras, descendientes de vascos, le dijimos renunciamos.â 1q536g
El cántico era complementario:âYo soy Nu, yo soy Eve... las mellicitas del Nueveâ. Algo conmovedor, castaño, que no pasaba al castaño oscuro. Una múltiple y meliflua variedad de lo que se ofrecÃa en esos años de pereza (Liliana Caldini después de Chesterfield). La silenciosa espera de que la multiplicidad fuera más fácil de resolver que cualquier otro intento por lograr una idea. Una vocación freak nacional quizás âel pelo largo, larguÃsimo de Andrea Del Boca, el Tele Pibe de Canal 13 con un resorte como cuelloâ unida a una esperanza hábil por lograr algún encanto después de la sombra muñequeante de Marilina Ross en La nena. Una especie de identidad geminiana, débilmente más fuerte que la trinidad vitalicia de las mujeres de polistas más rubias y desafinadas que la humanidad recuerde.
La adolescencia tardÃa las encontró haciendo programas infantiles: Cuentos de nunca acabar, El mundo de Frutillitas, Bosque de mellizas, Los ositos cariñosos en el mundo de Frutillitas. Las siempre igualitas, las hermanitas icono tuvieron tantas horas de pantalla como se pudo. Asà que con el pelo rubio, a veces lacio y a veces emulando a Farrah Fawcett, Nu y Eve no se alejaban ni del guardapolvo de Jacinta Pichimahuida ni de los comentarios sobreexcitados de La Chona âcuando ella también contestaba por un millón de pesosâ. También hubo cine con Hugo del Carril y teatro con DarÃo Vittori para las Serantes. Después, el olvido y sólo algún almuerzo que otro. La fecundación asistida trajo quintillizos (y sextillizos también), quienes, con padres incluidos, se conformaban con un cameo mucho más acorde con el siempre tirano tiempo de la televisión. Sus últimas apariciones fueron como invitadas y para hablar de la vida y de la muerte. A los cincuenta Nu y Eve ya no hacÃan televisión, no hacÃan más aquello para lo que fueron creadas, a los cincuenta, Nu y Eve sólo hacÃan radio y producÃan sus programas. Cuando Liliana murió (el domingo 9 de octubre) estaba haciendo Serantes con todo, un programa de radio en Puerto Madero que ahora seguirá haciendo NoemÃ.
Las nenas que empezaron a trabajar a los seis años en un circo por TV acompañadas por un payaso llamado Pan de Leche hacÃan de todo, hasta se subÃan a un elefante, muertas de miedo, sólo para hacerles caso a su mamá y a Alejandro Romay.
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