La pregunta se la hizo una compañera de este diario, Irina Ha: â¿Qué chances le ve este año a la despenalización del aborto?â Y ella, a menos de 24 horas de su confirmación como nueva jefa del bloque kirchnerista en Diputados, respondió: âLas mismas que le veo siempre, porque soy una optimista incansable. Es parte de mis convicciones. Presento este trámite cada vez que se cae. Pero yo hago números: hoy no están dadas las condiciones para aprobarlo. También hoy ocupo un lugar distinto al de ayer y entonces ahora deberÃa tener una mirada más amplia. Nunca voy a dejar de pensar que la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) tiene que ser un hecho en la Argentina, aunque no haya condiciones fácticas posibles. Eso no significa que yo no siga trabajando para que alguna vez se déâ. Juliana Di Tullio, la primera mujer presidenta de bancada en la historia polÃtica argentina por decisión de Cristina Kirchner, va, ante todo, de frente. Es también arriesgada. Muchas y muchos de sus pares siquiera hubieran pronunciado una lÃnea de esa declaración en coyunturas más holgadas. Algo asà dijo AnÃbal Fernández cuando le restó futuro al debate de la IVE porque âahora tenemos un papa argentinoâ. Y he aquà dos lecturas, dos temperamentos posibles sobre un mismo tema. No se trata ya de apreciaciones polÃticas, sino de la estrategia en un invalorable abordaje, en perspectiva y en género. Ella, la psicóloga social casada con hijos que nació en octubre del â71 en Morón, sabe militar con altura la polÃtica de género en territorios hostiles. La corre al llano, sin necesidad de bibliotecas. Por batalladora, sin duda, y, aclara, por genética âperonista y feministaâ. Años atrás, en conversación telefónica con esta cronista, dijo llamar las cosas por su nombre cuando planteó que âel aborto es una cuestión de justicia socialâ, en un compendio de la más tradicional literatura peronista, aunque la agenda polÃtica de estas horas no esté demasiado propensa a repasar esas páginas. En sus casi ocho años como diputada del espacio K fue coautora del proyecto de matrimonio igualitario, âque no puede estar restringido a una porción de la sociedadâ; presentó proyectos para la Ley de Identidad de Género, apoyó la ley de reconocimiento de una licencia laboral para padres adoptantes y la extensión de la licencia por paternidad, âpara fortalecer vÃnculosâ. Cuando Néstor Kirchner transitaba los primeros años de su presidencia, Di Tullio era embajadora para temas de la mujer en la CancillerÃa e integraba el grupo de mujeres que algunas escribas de la prensa hegemónica denominaron con desdén como âlas chicas Kâ o âlas cristinasâ. Las tilingas de entonces no comprendÃan esas mesas de debate junto a Marita Perceval y Patricia Vaca Narvaja, enfocadas en la construcción de la plataforma presidencial para una mujer. La legisladora prefirió dedicarles su rechazo a otras brutalidades mediáticas: denunció públicamente a la editorial Perfil cuando la portada de la revista Noticias publicó un retrato erótico de la Presidenta. âExisten distintos tipos de violencias contra las mujeres y en diferentes ámbitos: Noticias combina dos tipos, la simbólica y la psicológica en el ámbito mediático.â Y en esto la definen sus menciones de Evita cada vez que quiere contraponer militancias, feminismos y equidades a la desmesura de los ataques. âElla tuvo la voluntad de incrustar a las mujeres en un plano de igualdad en la construcción de poder polÃtico en la Argentina. Hay caracterÃsticas del peronismo que son femeninas porque Eva las ha puesto en su adn: el concepto de equidad, de poder conquistar derechos colectivos. Nosotrxs no tenemos en nuestras plataformas frases o consignas de equidad e igualdad de género porque ya las tenemos en el adn. Y construimos desde ahÃ.â 2w3o2
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