Lunes, 11 de octubre de 2004
¿POR QUE RACING NO LOGRA SALIR DEL QUEBRANTO? 67535k
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El levantamiento de la quiebra se retrasa: la empresa que gerencia el club ya deberÃa haber cancelado el pasivo y no lo hizo. Los socios quieren ver la luz al final del túnel, pero no podrán elegir nuevo presidente mientras persista la situación. Una investigación a fondo para saber qué pasa verdaderamente con Racing, más allá de lo que sucede en el campo de juego. s5u6y

Por Gustavo Veiga
El Racing gerenciado se rÃe del Racing quebrado. Como en la metáfora del muerto y el degollado, no alcanza a comprenderse bien cómo Blanquiceleste, la empresa que preside Fernando MarÃn, habla de âun club pujanteâ mientras comienzan a precipitarse denuncias sobre su sociedad anónima. Las más recientes le apuntan a que ya deberÃa haber cancelado el pasivo y no lo hizo. Pero ésa es apenas una de las imputaciones que se le hacen. LÃbero investigó cuáles son las razones que retrasan el levantamiento de la quiebra. Y se topó con varias preguntas sin respuesta: ¿por qué no se utilizan los 6.500.000 dólares que la institución tiene depositados en un plazo fijo del Banco Provincia? ¿Por qué el juez Enrique Gorostegui nunca respondió a un petitorio de 33 puntos que un grupo de socios le presentó en septiembre del 2003? ¿Por qué uno de los integrantes del órgano fiduciario sugirió que pudo haber evasión fiscal cuando la gerenciadora le traspasó a Racing sus trabajadores? ¿Por qué la Ley 25.284 de fideicomiso con control judicial, en el caso de Racing, genera el efecto contrario, que nadie controle a nadie?
MarÃn no es ajeno a ciertas habladurÃas que circulan en Avellaneda. Le atribuyen que habrÃa decidido lanzarse a manejar todas las actividades que se desarrollan en Racing. El próximo mayo finaliza el contrato de la otra gerenciadora, Racing 2000, sobre la sede social. Si la quiebra no continuara para entonces, la asociación civil que los ex presidentes Daniel LalÃn, Osvaldo Otero y Juan De Stéfano contribuyeron a dinamitar deberÃa volver a sus legÃtimos dueños, los socios, tras unas elecciones que para Blanquiceleste serÃan un estorbo.
Pese a todo, la empresa ite en su balance de los tres primeros años de gerenciamiento que ése es su objetivo final: â... la recuperación de las autoridades mediante el votoâ. Néstor Jorge Bugallo, uno de los del órgano fiduciario, lo dijo de otro modo en una notificación de cinco carillas que les envió a Carlos Ves Losada y Eduardo Gilberto (los restantes fiduciarios) en junio del 2003: âDebemos aún pensar que Racing Club, en unos años, tomará la titularidad de sus bienes en cabeza propia, que son de gran cuantÃa en contraposición de una sociedad gerenciadora de 12 mil pesos de capital que no tiene bienes raÃces, sus derechos contractuales de los jugadores cercenados por limitaciones de propiedad y que no tiene respaldo real...â.
El crÃtico comentario de Bugallo estaba contenido en un análisis más amplio sobre otras dificultades: âNo menos grave es la situación que configura el reconocimiento de la titularidad laboral y previsional del personal que actualmente pertenece a Blanquiceleste y que se blanquearÃa en Racing club asociación civilâ. El funcionario judicial escribió por qué: âSe estarÃa tipificando una figura de evasión fiscalâ, y agregó en otro párrafo: âEstarÃamos agravando aún más la debilidad de la corresponsabilidad jurÃdica de los futuros juicios por reconocimiento de parteâ.
Varios socios liderados por Oscar Cribari, un ex despachante de aduanas (ver aparte), le preguntaron al doctor Gorostegui sobre si ese traspaso de trabajadores complicarÃa la situación del club ante futuros juicios laborales. Jamás recibieron una contestación. Entonces, en febrero de este año, hicieron una denuncia por evasión fiscal.
Qué pagó, qué no pagó
En un informe difundido entre los socios y que se conoce como 01-02-03, MarÃn y Fernando De Tomaso âel vicepresidente de Blanquicelesteâ sostienen: âBastante se ha hecho. Pero mucho más se haráâ. Allà argumentan que cancelaron a fines del 2003 el 59,28 por ciento de la deuda verificada contraÃda por el club. Además, que le inyectaron a Racing 16 millones de dólares y que esa suma se destinó para pagar deudas, además de realizar obras. En el estadio (3.774.755 pesos), el predio Tita Mattiussi (413.725 pesos), el centro de entrenamiento de Escobar (613.660 pesos) y en atención al socio (83.134 pesos). âLa primera tarea fue poner las deudas del club al dÃaâ, se regodearon los empresarios en su ilustrada publicación.
Los empleados de la gerenciadora también confiesan que están al dÃa. âNunca vimos un patacón ni un lecop, cobramos los sueldos en fecha e incluso antes del 5â, le dijo a este cronista un director técnico de las divisiones inferiores. Sin embargo, el esmero en pagar sus cuentas que pregona la empresa no se compadece con algunas informaciones. Por ejemplo, que Blanquiceleste istra los fondos que recibe Racing âpor televisión, sponsors, merchandising y otros rubrosâ y no desembolsa dinero genuino, salvo 35 mil pesos mensuales para pagar las cuentas y servicios. Que no hay rendiciones documentadas de la cobranza de las cuotas sociales y que a Mariano González se lo transfirió a Europa para pagar una cuota de la quiebra.
âMarÃn avanza hasta donde lo dejan. Pero si hay cosas que se hacen mal, el primer responsable es el juez. Nadie hace nada y eso me llama la atenciónâ, definió el panorama una fuente que acuñó las dos frases que nadie en el club hubiera querido oÃr, allá por marzo de 1999: âRacing está extinguido. Dejó de existir como asociación civilâ. Es la misma persona que razona: âLa ley de fideicomiso es para los clubes, pero en este caso se le concedió a una sociedad anónimaâ.
El muerto que nadie levanta
La Ley 25.284 de fideicomiso con control judicial, en lo que se refiere a las obligaciones del órgano fiduciario, establece, entre otras, que éste debe respetar en todas las gestiones los principios de prudencia, austeridad y racionalidad en los gastos... como fija el artÃculo 15º. Que debe prestar la dedicación necesaria y proceder, con conducta irreprochable en la representación de la entidad (algo que no se desprende de los crÃticos comentarios del fiduciario Bugallo). Que debe instruir sumarios istrativos a las tres últimas istraciones de la entidad, siempre que existan presunciones de la comisión de actos u omisiones contrarios a las leyes, estatutos y reglamentos... (sumarios que se desconocen). Y que de acuerdo al artÃculo 2º de la norma tiene como objetivo superar el estado de insolvencia y recobrar el normal desempeño institucional de la entidad (algo que ya comienza a reclamársele con cierta insistencia).
En efecto, superar el estado de insolvencia significa dos cosas: primero, levantar la quiebra; segundo, de acuerdo al artÃculo 25º de la ley, si se abonara el pasivo, a los fiduciarios les quedarÃan noventa dÃas para convocar a elecciones. Miguel DâAquila, un abogado especializado en concursos y quiebras, afirma que âel órgano fiduciario tendrÃa que decir que la quiebra está levantada. La pregunta es: señores del órgano fiduciario, ¿por qué no lo hacen?â.
DâAquila, quien compitió con MarÃn por el gerenciamiento de la institución al frente de La Academia SA, también le apunta a la AFA: âTiene responsabilidad en todo esto. ¿Por qué no le pide al órgano fiduciario los balances? ¿Por qué permite que se oculten las rendiciones de cuentas?â. El letrado ha hecho sus propios cálculos y los enfatiza a pesar de una gripe molesta. Estima que con los 6.500.000 dólares que Racing posee en el Banco Provincia, con el dinero que MarÃn dice que efectivamente pagó a acreedores como LalÃn y la AFA y con el producto de algunas transferencias de jugadores, el total de los créditos verificados e incluidos en el pasivo consolidado al 31 de diciembre de 2000, unos 36.652.660,43 pesos, ya deberÃa estar saldado. Y, por lo tanto, se abrirÃa otro escenario.
En Racing pasan cosas además de las amenazas de muerte que penden sobre Ubaldo Fillol o la mediocre campaña del equipo. Hay otro largo partido que Racing juega a diez años, con opción a dos tiempos suplementarios de cinco años cada uno y en los que Blanquiceleste, el juez Gorostegui y el órgano fiduciario deberÃan patear para el mismo arco. Supuestamente.
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