El segundo capÃtulo fue para Newellâs. Por un contundente 4-0, tan expresivo en el marcador como en el desarrollo, el conjunto rosarino, con muchos suplentes, vapuleó al Boca alternativo que pasó por el Parque Independencia con más pena que gloria. Dentro de tres dÃas se volverán a ver las caras, aunque con otros protagonistas y otras ambiciones. 6p2a69
Antes del encuentro, quedó claro que Martino tenÃa en la cabeza el 0-0 del jueves, pensaba en los 90 minutos que habÃa por delante y relojeaba los próximos del miércoles. A último momento, con la derrota de Lanús y el triunfo de River, resolvió poner una formación con más nombres alternativos que lo habitual, algo que habÃa insinuado en la Bombonera, cuando afirmó que el compromiso de ayer no era decisivo, en cambio el de la Copa sÃ. En el peor de los casos, anoche quedaba lÃder con los mismos puntos que River y uno más que Lanús.
Sin embargo, a pesar de los cambios de nombre, Newellâs se pareció a sà mismo. Con sus virtudes habituales, con la dinámica de sus volantes, la rotación de sus delanteros y el veloz traslado de pelota, el conjunto rosarino salió a apabullar a un Boca que también se pareció a sà mismo, si se toma en cuenta el torneo local. Lejos de la imagen sólida que dejó el jueves por la Copa Libertadores, el conjunto de Bianchi âno se sentó en el banco por estar expulsadoâ fue una réplica de la formación que deambuló en el final, con rendimientos parecidos al de ayer en San Juan, Floresta, La Plata o el Nuevo Gasómetro.
Con ese panorama, el desarrollo fue monótono, con un dominio claro de Newellâs y un Boca que no hacÃa pie. Para colmo, la resistencia del visitante apenas duró seis minutos, el tiempo que transcurrió hasta que el pibe DâAngelo se lo llevó puesto a Cruzado en el área. Con serenidad, el peruano anotó el penal y le quitó a Newellâs los nervios que podÃa tener por el acercamiento de River.
Superado en el trámite, lo de Boca se limitó a tratar de no recibir otro gol y esperar alguna chance para encontrarse con el empate. Con esos argumentos, apenas generó dos ocasiones: una media vuelta de Viatri que Peratta controló sin problemas y un cabezazo de Burdisso que el arquero tapó de manera notable. Para colmo, un pisotón de Magallán sobre Urruti lo dejó con diez hombres antes del final del primer tiempo.
El único problema para Newellâs era que, a pesar de su dominio notable, la diferencia en el marcador era escasa. Claro que en cuatro minutos despejó cualquier duda. Primero fue Orzán el que venció la floja resistencia de DâAngelo con remate desde lejos. Sesenta segundos después fue Tonso el que definió desde la puerta del área para dejar sin chances al arquero. Y apenas un rato más tarde, Cáceres trepó por la derecha, cedió al medio para Urruti, que amagó y definió ante DâAngelo. De la preocupación por no definir el juego a la goleada en un abrir de ojos.
De ahà hasta el final fue un monólogo de Newellâs, que mantuvo la pelota lejos de su arco, ante un Boca que sólo esperaba el final y tener revancha el miércoles.
Estadio: Newellâs.
Arbitro: Patricio Loustau.
Goles: 6m Cruzado (N), de penal; 66m Orzán (N); 67m Tonso (N); 70m Urruti (N)
Cambios: 22m Mateo (7) por Cruzado (N); 45m Castagno (4) por Viatri (B); 69m Vieyra por Figueroa (N); 72m R. RodrÃguez por Acosta (B); 77m M. RodrÃguez por Bernardi (N).
Incidencias: 44m expulsado Magallán (B).
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