El Burrito Juan Manuel MartÃnez completó una semana buenÃsima, la mejor desde su llegada a Boca, en el verano del año pasado. Hizo un lindo gol, con un toque sutil la semana pasada contra Godoy Cruz, cumplió desde su entrada ante Capiatá y se despachó ayer con un doblete ante Defensa y Justicia. Lo bueno para él ây para Bocaâ es que además de los goles hizo un buen trabajo, con algunos pases muy precisos y varias gambetas de esas que dejan desairados a sus marcadores y abren agujeros en las defensas rivales. En la primera de sus conquistas, le robó la pelota a Matheu, enfiló en diagonal hacia el arco y se valió del espacio que le iba abriendo Gigliotti picando por el medio para jugársela solo y meter el derechazo cruzado que no pudo desviar Fernando Pellegrino. En el segundo fue a presionarlo al arquero de Defensa y Justicia y ayudó al blooper que siguió con un mal pase, un rebote en Carrizo y el disparo con el arco vacÃo. 4a2n3y
El ex crack de Vélez aparece en el podio de un equipo que de domingo a domingo acumuló 6 puntos por el campeonato, se clasificó para los cuartos de final de la Sudamericana, metió 6 goles (generó situaciones para convertir muchos más) y sólo recibió 2. Todo esto les hace respirar un aire renovado a los jugadores, a los hinchas y al Vasco Rodolfo Arruabarrena, quien, de todos modos, sigue sin perder la lÃnea en sus declaraciones posteriores a los partidos y repite con sensatez que âhay que seguir trabajando y mejorar muchoâ.
El Burrito la mandó a guardar y la gente explotó con sus goles, pero esta vez hubo aplausos aislados y espontáneos por distintas circunstancias y en diferentes momentos del partido. Cuando se fueron reemplazados Fernando Gago y Marcelo Meli, cuando AgustÃn Orion le tapó un remate de gol a Marcelo BenÃtez sobre el final, cuando Claudio Pérez cruzó magistralmente salvando una entrada muy peligrosa, cuando el pibe Adrián Cubas âque fue un relojito en el medioâ pisó una pelota en la mitad de la cancha y cuando se dieron tres o cuatro veces varios toques sucesivos, la gente reconoció con palmas y pulgares hacia arriba.
Defensa y Justicia es un equipo noble, que se preocupa mucho por darle destino cierto a la pelota, que se planta con tres de punta y fue a cambiar ataque por ataque, pero da tremendas ventajas del medio hacia atrás. Boca se paró mejor en el medio, presionó bien arriba (como lo habÃan hecho con Carlos Bianchi contra la mejor versión de Newellâs por la Copa Libertadores) y con eso ganó la mitad de la batalla. Gago, Meli y Cubas recuperaron muchas pelotas (el árbitro Néstor Pitana dejó pasar algunas infracciones) y provocaron la sensación de que los piolines del arco de Pellegrino funcionaban como un imán de la pelota.
La otra cara del cuadro de Varela está en su ambición ofensiva. Cuando consiguió superar la presión, trianguló bien y elaboró algunas buenas jugadas que pusieron en aprietos a la última lÃnea de Boca. La mejor llegada del equipo de DarÃo Franco se produjo cuando el partido estaba todavÃa 1-0. Ciro Rius mandó un buen centro desde la derecha, Brian Fernández le dio como venÃa al primer palo y Orion le puso el pecho al balazo. Después, en el segundo tiempo, los visitantes llegaron un poco menos y Boca, con el partido controlado, armó algunas buenas jugadas de esas a las que su gente no está muy acostumbrada en los últimos tiempos y pudo haber aumentado la diferencia. Pero está bien que haya sido asÃ, un 2-0: la distancia justa que separó a los dos equipos.
Estadio: Boca.
Arbitro: Néstor Pitana.
Goles: 8m y 39m, MartÃnez (B).
Cambios: 11m, C. Pérez (6) por Magallán (B); 61m, Castellani (5) por Gago (B); 62m, Barbieri por González (D); 70m, BenÃtez por Bertochi (D); 77m, Bravo por Meli (B); 89m, Fioravanti por Fernández (D).
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