En 1964, la niña Phan Thi Kim Phuc tenÃa un año. En 1964, Huynh Cong Ut era un chico de trece. Ese año, en el contexto de la Guerra FrÃa, estalló el conflicto bélico entre Vietnam del Sur y la República Democrática de Vietnam. Al sur lo apoyaban las tropas de combate de Australia, Corea del Sur, Filipinas, Nueva Zelanda y Tailandia, y recibÃan suministros de materiales y equipamientos médicos de Alemania, España, Irán, Marruecos, Reino Unido, Suiza y Taiwán. Pero, principalmente, Vietnam del Sur tenÃa a su favor toda la potencia armada de las tropas de los Estados Unidos. El pueblo de Vietnam del Norte contaba con los movimientos guerrilleros Vietcong y el Frente de Liberación Nacional. El 2 de julio de 1976 âluego de la toma de Saigón, la rendición de las tropas survietnamitas y la unificación del paÃs bajo el control del gobierno comunista de Vietnam del Norteâ los organismos internacionales proporcionaron los números frÃos de la guerra. Las cifras oscilaban entre 3.800.000 y 5.700.000 muertos, en su mayorÃa civiles. La historia escrita por el âmundo libreâ hizo hincapié en el número de vÃctimas de las tropas norteamericanas: 58.159. El cine y la literatura terminarÃan echando un manto de piedad ante la barbarie desatada contra el libre albedrÃo de un pueblo. Y las imágenes de las grandes llamaradas producidas por los bombardeos con napalm âtomadas siempre desde arriba, restando importancia a lo que realmente ocurrÃa abajo con ese fuegoâ servirÃan de telón de fondo para las ganancias de Hollywood y el perdón de todos los pecados. 3u313j
El napalm, primitivamente, cuando aún no se llamaba napalm, fue un compuesto de nafta, benzol y poliestireno que llegaba a alcanzar temperaturas entre 800º y 1200º al entrar en o con cualquier superficie, incluido, por supuesto, un cuerpo humano. Los técnicos lo clasificaron como nafta gelatinosa, un combustible extremadamente volátil que se encendÃa fácilmente, motivo por el cual lo utilizaron como arma desde la Primera Guerra Mundial en forma de lanzallamas. Pero la maquinaria de la guerra tiene un componente importantÃsimo: la economÃa de recursos. Y aquella nafta gelatinosa se quemaba muy rápidamente, elevando costos y reduciendo eficacia en combate.
Para la Segunda Guerra Mundial, el gobierno norteamericano ya habÃa realizado estudios para aprovechar más el combustible. En 1942, el cuerpo de cientÃficos de la Universidad de Harvard, al mando del doctor Louis Fieser, habÃa encontrado la forma para que la combustión durara más que lo normal.
Crearon, a tal efecto, una especie de jabón hecho de polvo de aluminio de naftalina y palmitato âde donde derivarÃa el nombre de napalmâ que conformaba una brea gelatinosa que se quemaba más lentamente que la nafta común. Lo mezclaban en diferentes concentraciones según su uso: 6 por ciento para los lanzallamas y entre 12 a 15 por ciento para las bombas.
El ejército de Grecia lo utilizó durante la guerra civil en ese paÃs, la ONU pretendió pacificar lanzándolo contra Corea, y Marruecos lo sembró en el Sahara occidental.
Pero los cientÃficos seguÃan investigando. Y asà nació el napalm-B: 46 partes de poliestireno, 21 partes de benceno para solidificar y 33 partes de nafta. La ciencia norteamericana festejó el alto punto de seguridad del nuevo producto: los soldados podÃan fumar en las cercanÃas sin mayor peligro. Vietnam fue la gran oportunidad de demostrar su eficacia.
Huynh Cong Ut habÃa nacido en Long An, Vietnam, el 29 de marzo de 1951. A los trece ya era un consumado fotógrafo, y a los 16 comenzó a trabajar para la Associated Press en el puesto de su hermano mayor Huynh Thanh My, asesinado en la guerra. âNickâ, como lo habÃan norteamericanizado sus jefes de la AP, llevaba ya tres heridas desde que habÃa comenzado a cubrir el conflicto de su paÃs. Pero no pensó en nada cuando a las cinco de la mañana del 8 de junio de 1972 le llegó al módulo de comando situado en el edificio Edén la orden de trasladarse a las afueras de Saigón.
Tomó su casco de acero, su uniforme vietnamita al estilo âmarineâ, sus dos cámaras (una Leica y una Nikon con zoom) y se subió al jeep que lo trasladarÃa al noroeste, más allá del aeropuerto de Son Nhut Tan de la ruta 1 que une Saigón con la frontera de Camboya.
Phan Thi Kim Phuc nació en 1963 y se crió en la aldea de Trang Bang, situada a 30 minutos al norte de Saigón. Un año después de su nacimiento, estalló la guerra. Entonces, la ruta 1, que atravesaba su aldea, dejó de ser una cinta de asfalto para transformarse en la fuente principal de aprovisionamiento entre Saigón y Phnom Penh. Kim se crió entre bombardeos, vuelos rasantes de los aviones norteamericanos y camiones del ejército que dejaban una miseria de arroz y agua potable. La noche del 7 de junio de 1972, ella, junto a su familia, se habÃan refugiado en las ruinas del templo Cao Dai. Esa noche, como todas las noches de sus apenas nueve años, soñó con ser médica y casarse. Las primeras descargas de ametralladoras aún lejanas, pero mucho más el hambre golpeando en el estómago, la despertaron a las 5 de la mañana del 8.
El jeep de Nick Ut llegó a las 7.30 a Trang Bang y se unió a la larga fila de vehÃculos con soldados de la 25ª división que, desde hacÃa tres dÃas, peleaban para arrebatar el dominio de esa ruta que, a un kilómetro y medio más al norte, era controlada por el Vietcong. Vio cientos de aldeanos. Unos trataban de huir hacia ninguna parte. Otros recalentaban las sobras de las sobras de una comida que ya era vieja al ser recibida.
Minutos antes del mediodÃa, el comandante de las tropas destacadas en el lugar pidió por radio ayuda a las unidades del sur de Vietnam Airforce, ubicadas en Bien Hoa. Nick, junto a una multitud de corresponsales, tomaron posiciones en las afueras de Trang Bang para captar los mejores planos del bombardeo que se avecinaba. Mucho miraron hacia arriba, hacia esa granada de humo amarillo lanzada por un soldado para marcar el área a los pilotos.
A Kim Phuc, como a los cientos de chicos como ella, acostumbrados a los ruidos de la guerra, la angustió ese silencio que crecÃa segundo a segundo.
Exactamente a las 13, una escuadrilla de aviones Skyraider comenzó el bombardeo de los bordes de la aldea, cerca del templo Cao Dai. Primero fueron explosivos, luego llegó el napalm. Fueron pocos minutos. Después, los soldados y los fotógrafos comenzaron a ver a grupos de aldeanos aterrorizados corriendo hacia ellos. Nick hizo foco en una mujer que llevaba un bebé envuelto en harapos humeantes, pero la vio caer muerta a trescientos metros de donde estaba. Entonces enfocó su cámara unos metros más atrás.
La ropa de Kim Phuc estaba envuelta en llamas. La niña vio el fuego sobre su cuerpo y sólo atinó a pensar que, si sobrevivÃa, serÃa fea, anormal, que nadie querrÃa casarse con ella. No vio a nadie a su alrededor, sólo fuego y humo, y tuvo miedo como nunca habÃa tenido en su enorme y corta vida. Entonces sintió el ardor. Y lloró y corrió para escapar del fuego. Se sacó la ropa llameante y corrió. âQua nong, qua nongâ, gritaba mientras no paraba de correr con los brazos abiertos por la ruta 1.
El corresponsal de la ITN, Christopher Wain, virtió el agua de su cantimplora sobre el cuerpo ardiendo de Kim Phuc. QuerÃa aliviar el dolor, pero el dolor se multiplicó. âQua nongâ, gritaba la nena. Y Nick la cargó en sus brazos y subió al jeep mientras gritaba él también al conductor que fuera al hospital de Cu Chi, a mitad de camino entre Tran Bang y Saigón. En los primeros pozos por la ruta, Kim Phuc perdió el sentido en los brazos de Nick Ut, que trataba en vano de amortiguar los saltos.
Mientras Kim era sometida al primer injerto de piel, con el que los médicos querÃan suplantar el 65 por ciento de su cuerpo abrasado, Nick llegó a las oficinas de AP para dejar el rollo de la pelÃcula. La discusión con la central de Nueva York fue por télex. Un editor rechazaba la foto de Kim Phuc corriendo sin ropas porque se trataba de un desnudo frontal, algo estrictamente prohibido en la Associated Press de 1972. Desde Saigón, Nick argumentó que no debÃa hacerse ningún acercamiento de la foto que dejase a la niña sola. Dijo que se fijaran en los otros chicos, corriendo, gritando. En el contraste con la calma de los cuatro soldados que marchan detrás. Le llevó tres dÃas pensar la solución al editor Hal Buell. Recién el 11 de junio de 1972 aceptó que el valor de la noticia eliminaba cualquier prurito sobre el desnudo.
El 12 de junio de 1972 la foto fue la tapa de todos los diarios y el mundo supo lo que nadie en el mundo querÃa saber. El entonces presidente Richard Nixon comprendió, sin comprender por qué, que la guerra en Vietnam se estaba perdiendo. Se sirvió un whisky, miró una y otra vez la fotografÃa, y sonrió a su jefe de gabinete, H. R. Haldeman: âYo creo que la imagen fue retocadaâ.
Pero la fotografÃa, lo sabe Kim y lo sabe Nick, es tan auténtica como lo fue Vietnam. âEl horror de esa guerra no necesitaba ser retocadoâ, dijo el fotógrafo vietnamita Huynh Cong Ut, nacido en Long An, apodado Nick, muchos años más tarde, después del Pulitzer, después de todo. âEl horror de esa guerra no necesitaba ser retocadoâ, repitió Phan Thi Kim Phuc, nacida en Trang Bang, muchos años más tarde, después de volver a su aldea, después de perdonar a los pilotos de los Skyraider que se abalanzaron sobre Trang Bang aquel mediodÃa de junio de 1972, después de todo.
El gobierno de los Estados Unidos afirmó que sus últimas reservas de napalm fueron destruidas en el año 2001. Pero, luego de esa fecha, los marines continúan los bombardeos contra quienes consideran sus enemigos con una sustancia de idénticos resultados, el MK77, y fósforo blanco. âQua nongâ significa, en vietnamita, âarde muchoâ.
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