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Para las FM de rock (¿por música?, ¿contenido?, ¿actitud?, ¿estética?, ¿figuras?), la metamorfosis se vuelve espesa. La compañÃa musical que supo adecuarse a los modos de la talk-radio, hoy se rarifica. Hay más soportes tecnológicos (reproductores digitales, incluidos los celulares), formatos (podcasts, e-radios, transmisiones on line) y participantes (amateurs y tanques comerciales) que alteran los contenidos y modos de las estaciones, comenzando por la abundancia sonora propiciado por el . âHoy es muy probable que una persona que escuche radio tenga más música que la misma radioâ, lanza Gastón Montells, parte de FM La Tribu (88.7 Mhz, fmlatribu.com). 1m4c5t
âSiempre y cuando hablando de una persona que tiene a la conectividad, con asombro, curiosidad y se genere un recorrido propioâ, complementa, como para no olvidar la identidad de este colectivo con casi 20 años de vida. âEn los â80, las FM eran el lugar donde estaba la música y se la amplificaba, sin olvidar las pautas de la industria discográfica de alta rotación de una poca cantidad de canciones. Y en el oyente habÃa una polÃtica de grabación, para utilizar música que después no podÃa conseguir. Hoy eso no pasa másâ, sentencia Montells. âMás que decir pongan rec por esta novedad, ahora tenés que deletrear bien el nombre de un artista para que después puedan rastrearlo en la webâ, suma Diego Skliar.
Eso también genera en el hacedor y en quien escucha una suerte de recorrido laberÃntico para estar al tanto de lo posible: âEn la lógica My Space encontramos cosas buenÃsimas a partir de relacionar amistades, puntos en común de los sonidos, de la producción, desde los libros que habrán leÃdo esos artistas. Las formas se abren para armar esos linksâ, aporta Skliar.
Daniel Grinbank, hacedor en los â80 del crossover mediático y cultural que significó la FM Rock & Pop (95.9 Mhz), desde Kabul (107.9 Mhz) se acopla con una propuesta temática y estética al signo de los tiempos: âA nosotros la digitalización nos propone un desafÃo a la hora de musicalizar, nuestro valuarte, cada vez más profundizado, un contenido extra en Kabulâ, espacio que se destaca por canciones y bandas que, según Daniel Grinbank, son âlas que van a sonar en otras radios en 6 mesesâ. Hay un marcado perfil anglo, âindie y alternativoâ, algo de pastiche visual, guitarras estridentes y sampleos, bien acordes con las nuevas plataformas 2.0, con una web que acompaña ese perfil.
âEvidentemente hoy hay mucha mayor información, sobre todo en un sector socioeconómico, que es al que vamos dirigidos nosotros. Acaso más informado, con valores de referencia particularesâ, apunta. El target y sus nuevas costumbres de escucha son algunas de las razones por las que Kabul no aparece en las mediciones de rating radial. âEl 98 por ciento de nuestros oyentes usa celular y las mediciones no los tienen en cuenta. Y Kabul está pensada como una radio nicho que no apunta a una masividad, y eso se nota en que no pasamos mensajes de oyentes o ciertas bandas. Pero ésta es sólo una opción entre muchas.â
La radio del empresario ânacionalâ âpero no tan popularâ Daniel Hadad, La Mega (98.3 Mhz), tiene la suya, y sus resultados son innegables. Desde su llegada al éter en 2000, se ha mantenido entre las lÃderes de rating a base de un ârock nacionalâ ancho como marca y bandera (desde Bersuit Vergarabat hasta Diego Torres, La Vela Puerca o Sandra Mihanovich), llamados de oyentes, y otros condimentos que la vuelven una propuesta entre demodé e imbatible. âCreo que se puede hacer una talk-radio en FM y una musical en AM. Lo más importante es que la radio está cada vez más vigente, porque ofrece un servicio que otros medios no pueden darâ, señala Ricky Valdez, su director artÃstico.
Su futura página web (aún en construcción) se amoldará al propio diseño temático de la radio. âEstá lista para ser subida en poco tiempo, se podrán ver fotos de los Megaescapes, Megacústicos, y tendrá mucho lugar para la expresión de los oyentes. Con respecto a nuestro posicionamiento a las e-radios, es simple: el que quiere escuchar Mega lo hace a través de Internet, además de mandar mensajes oyentes de Suiza, Canadá, EE.UU., es realmente maravilloso.â Es el âuna que sepamos todosâ como sentido de pertenencia y leit motiv, algo no tan diferente, aunque si en su carácter de sorpresa y exploración, de lo que proponen las radios âpersonalizadasâ, emisoras âsemánticasâ, o estaciones âa la cartaâ que abundan en Internet (Last FM, Slaker, Accuradio o la ya inaccesible Pandora).
âPara las radios tradicionales, en lo que se refiere a publicidad, corrés con la desventaja de tener tandas, por eso las dosificamos muchoâ, explica Grinbank, y subraya que las AM y FM están perdiendo pauta frente a la TV en su otrora segmento intocable, el de la primera y segunda mañana.
El site de la Rock & Pop, confeccionado como un blog con varias entradas posibles, certifica las palabras de Adrián Montesanto: âSiempre se cambia; si te quedás, te morÃsâ. El Coordinador Interactivo de la emisora estandarte en la forma de comunicar el rock (más allá de lo musical) trabaja junto a los redactores Santiago Blugermann y Pablo Zinola para que âla interacción sea permanente, cubrimos todo lo que pasa en la radio y buscamos que la conexión sea constante con los que la visitan. Podés encontrar fotos, videos, audios. Básicamente todo lo que interesa y que la radio no lo puede dar por otro formato. Y si hablamos de posicionamiento, teniendo en cuenta tráfico y escuchas on line, somos la número uno sin discusiones. Estamos es una etapa de transición entre una web institucional y un portal de rock. Si bien tenemos mucho material para descargar y escuchar, vamos en camino a la renovación totalâ. Pero no son las únicas reformas por las que atraviesan (ver âPinches Despidosâ).
Juan De Anta, director de Radio Uno (103.1), se despega del fervor por las transmisiones radiales por Internet. La propuesta de esta FM, con magazines de todo tipo, acompaña cierto clasicismo: âEn México están siendo una competencia fuertÃsima para las radios convencionales, pero acá falta bastanteâ. Donde sà percibe un cambio es en la forma en que la digitalización afecta el propio quehacer y hábitos del medio: âLa instantaneidad y compañÃa se potencian con lo digital. Lo que no pasa con otros medios, ni con el diario en papel, ni con la tele porque no la tenés prendida todo el tiempo. Otra cosa: los celulares y muchos reproductores de MP3 no vienen con AM, sólo con FM. Es la tecnologÃa la que empieza a dejar afuera ciertas radiosâ.
En las FM, lo digital parece operar como ampliación de algo preexistente. Asà es como cada propuesta ancla sus contenidos en cierto imaginario de lo que hace no mucho atrás se buscaba girando un dial, hoy con el streaming como aliado intermitente. âRock & Pop es mucho más que una radioâ, dice Montesanto. âPensá que tiene más de 20 años y pasaron muchas generaciones; entonces, entre los oyentes y visitantes a su web tenés gente de 50 y de 14 años. Si vos nos escuchás, sabés que no hay otra igual, y con la web pasa lo mismo. Aunque haya muchas Rock & Pop paralelas, los oyentes se graban la radio y la comparten, esto es buenÃsimo, una suerte de marketing viral, pero que ni al más genio de los gurúes del marketing se le ocurrirÃa de esta manera.â Asà es como aparecen usos impensados: âEn cierta forma, la gente toma lo que se le da; tampoco hay muchas posibilidades si no se las brindás. Lo que asombra es la cantidad de personas que se toma el trabajo de postear cosas en los foros, compartir, y en muchos casos putearseâ.
La Tribu, por su lado, entiende las canciones como parte de las propuestas superadoras, y que hallan en las nuevas tecnologÃas un gran aliado (su página web es de las más desarrolladas en este sentido). âDesde la investigación musical buscamos construir sentido. Dar cuenta de cómo fue producida una canción, qué dice, en qué marco sucede, privilegiando aquellas propuestas que reivindican una autonomÃa, como un itinerario sobre lo que sucede en esta época en el mundoâ, señala Montells. âEl rol de una radio en cuanto a la musicalización, con la presencia innegable de lo digital, tiene que ver con guiar, con echar algo de luz en algunos rincones dentro de los que se llama âruido blancoâ. Es como que tanto te enceguece. ¿Ahora qué hacés que tenés posibilidad de todo?â, se pregunta Diego Skliar.
Para las radios en las que la música manda, hay pormenores. Desde la óptica de Daniel Grinbank: âEn Kabul seguimos un criterio en el que los musicalizadores âmusicalizanâ, y excepto en ciertos espacios de Metro Dance, creo que no sucede. Es una combinación de sentidos, entre el hit, la novedad, el clásico, la sorpresa y lo emocional. Son bloques en los que la rotación está pensada en cada aspecto. Desde el operador que engancha los temas, cómo se lo presenta, y hasta las elecciones de los musicalizadores. Y si bien hay un sonido general, cada uno de ellos tiene su personalidad y le confiere al aire ese toque humanoâ. Plus que, según Grinbank, tienen las radios tradicionales frente a las de Internet. Lo artesanal en Radio Uno parte de la pesquisa âhecha a manoâ por uno de los dueños de la radio, Santiago Cetrá.
En el caso de Mega, los musicalizadores trabajan en base a una pauta que se decide institucionalmente. âA veces decimos: âEsta semana lo hacemos de tal maneraâ. Y la siguiente cambiamos a otra, con otras prioridadesâ, destaca Valdez. Y su director abre el abanico sonoro: âRecibimos muchÃsimo material y lo difundimos, no sólo de bandas nuevas independientes, hay muchos artistas consagrados que increÃblemente no tienen compañÃaâ. El lazo entre industria musical y radial; primos hermanos en los que la difusión es el gen compartido, y ya no hay por qué ocultar la payola. âHoy las discográficas no tienen un mango justamente por el , pero te siguen llamado por si no pasás el corte de tal disco. Y tal vez te lo compraste vos porque ni te lo mandaron. Hablás y les decÃs: â¿Y en qué quedamos? Bueno, te mando una colección de Miguel Abueloâ... Andá a cagarâ, sincera Juan De Anta.
Vivalaradio.org es una puerta para la autonomÃa radial en la web con direcciones, manuales y herramientas para una creación personal, parte de una forma que alienta al equipo de La Tribu, y lleva a pensar en radios expandidas: âPara 2010 está pensado un apagón analógico en España y después en Estados Unidos y, sin caer en teorÃas conspirativas, eso te replantea cómo seguir adelante, en las prácticas e ideas de este medioâ. Es que la digitalización obliga a que los slogans (âApagá La Tribu, hacé tu radioâ, âMúsica de la buenaâ, âPuro rock nacionalâ, âSumate a la familia del rockâ, âPrende Unoâ) dejen de ser un lema, un simple decir o una constancia, pero antes que nada un banner repiqueteando sin sonar y sin saber por qué.
Dentro de la Industria del entretenimiento, las radios ocupan un lugar sustancial en la promoción de shows, a la par de la TV, igual o más efectivas que ésta, a fin de comunicar de forma instantánea, amena y cotidiana un espectáculo. Los festivales con múltiples bandas y un nuevo tipo de espectador (consumidor) volvieron a las radios sus canales de difusión privilegiados. Asà es como la productora Pop Art vuelca sus artistas en Rock & Pop y Mega, y lógicamente suenan más seguido que otros en ese espacio, lo mismo que realiza DG en Kabul.
Ricky Valdez de Mega aclara: âBajo ningún concepto somos altoparlantes de productoras, somos difusores de música y de shows. Tanto Mega como Rock & Pop son las radios legÃtimas del rockâ. âEsto fue de toda la vidaâ, apura Daniel Grinbank, y asegura que por estos pagos se marcó tendencia en las transmisión de recitales: âTal vez sea una mayor novedad en Estados Unidos. Pero acá las bandas están acostumbradas a cedernos los permisos. Y eso después permite la generación de contenidos propios para la radioâ. Un momento, además, en el que para las marcas el rock es un buen aliado en lo que a joie de vivre se refiere.
AsÃ, en la segmentación horaria de Kabul aparecen Converse, Motorokr o Adidas. Lo que lleva al ex dueño de la Rock & Pop a comparar Kabul con el fenómeno publicitario de lo âindirectoâ y no âinvasivoâ, el BTL: âSi bien la radio serÃa todo lo contrario. Algunas cuestiones que, de hecho, las conozco, las vivà y las creé, en sus momentos, en Rock & Pop o Metro, ahora la propuesta viene por otro ladoâ, asegura.
âRadio Indie Popâ y âOperación Escucharâ son dos casos en los que Internet y lo radial se nutren hasta el punto que no se sabe bien cuál fue el espacio de origen. Radioindiepop.com.ar tiene transmisiones on line, podcasts con sets completos, además de videos y artistas con la conciencia de establecer lazos, más cerca del link pero con la inalterable necesidad de transmitir. O.E. tuvo su lugar por El Faro, y actualmente por La Tribu âMiércoles de 24 a 25â, dicen. Terminado el programa lo suben a Operacionescuchar.com.ar junto con videos e imágenes de las bandas invitadas, además de posts con un acercamiento cálido de lo que sucede al aire. âInternet está totalmente naturalizado, y como el presupuesto con el que contamos es cero, tratamos de nutrir el contenido al máximoâ, dice Julián Elencwajg (parte del equipo con Leonardo Acevedo y Maximiliano Romero). Privilegian agrupaciones en las que la alternatividad âno sólo pasa por el soporte sino también el contenidoâ; asà fue como muchos grupos que emiten los conocieron a través del My Space o Fotologs. De hecho, Elencwajg cree que el propio programa tiene la lógica de usos digitales de una banda under. La filiación con la radio extendida aparece en sus âO.E. Sessionsâ (un homenaje al espacio del gran John Peel en la BBC Radio 1) y que dejan circular en la web de forma gratuita y legal, al igual que especiales como âO.E. 2 añosâ (con músicos de la escena haciendo covers de bandas amigas). âHasta apareció para bajárselo en Taringa, lo cual no deja de ser extraño.â Retransmiten su programa por la web, pero también por Radio Universidad de La Plata y Mar del Plata. âSi bien O.E. tiene un formato tradicional, hay más programas en radios de Internet de los que se dice son amateurs, o caseros, pero que serÃa mejor pensarlos como nuevos formatosâ, aporta Elencwajg y cierra: âTodos estos recursos, lo que hacen es potenciar el mensaje, pero la esencia sigue siendo la misma: alguien hablando por un micrófono y alguien escuchando desde otro ladoâ.
A mediados de la semana pasada se confirmaron unos setenta despidos dentro de la empresa CIE (corporación de origen mexicano que aglutina a Rock & Pop, Metro, Aspen, Blue, América), entre directivos, planta permanente y realizadores, por âmotivos presupuestariosâ. Como suele ser en estos casos, no hubo comunicados oficiales (sà rumores vÃa web), aunque tampoco abundaron los gestos de solidaridad, excepto mensajes o tomas de posición, más o menos directas, en contados espacios como los de la Negra Vernaci, Juan Di Natale y MatÃas Martin.
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