Hacerse amigo de Shaila es imposible. Al menos en Facebook, donde un sentido cartel deniega la solicitud de amistad diciendo: âLo sentimos, este ya tiene demasiados amigosâ. Y no es un chiste: la banda de hardcore punk local más convocante de estos tiempos ha sabido ganarse afectos de los más diversos durante sus 15 años de vida (festejados el año pasado con un show en El Teatro y con el CD-DVD ad hoc), no sólo en la red social por excelencia sino también en la vida real, constante y sonante. El ex Attaque 77 Ciro Pertusi, Marcelo Corvata (ayer A.N.I.M.A.L., hoy Carajo) y César Andino de Cabezones fueron algunos de los que âliteralmenteâ sudaron la casaca de Shaila en sus respectivos shows. âFueron regalos como agradecimiento por habernos invitado a tocar; lo loco es que se re coparon y se la pusieron seguidoâ, recuerda el cantante JoaquÃn Guillén. Mientras que Gabriel Ruiz DÃaz les produjo a un módico precio Sólo un dÃa más (aquel EP iniciático con cuatro canciones de 1996) y hasta el propio Luis Alberto Spinetta puso a disposición su estudio La Diosa Salvaje âa cambio de monedasâ. 254b3h
Amigos son los amigos, en definitiva, y eso es lo que se verá el sábado en la segunda edición de Nosoyrock, el megafestival que el grupo lidera y organiza junto a ¡30! bandas del género en El Teatro de Colegiales. âLa idea es brindar un pantallazo de los artistas que se están moviendo y darles la posibilidad a ellos de que generen lazos entre sÃâ, señala Guillén. Y anticipa: âQueremos que se transforme en una cita obligada cada febrero, para fomentar el estilo que nos gusta, y planeamos grabar este show para editar un DVD con, al menos, una canción por bandaâ.
Y asà como la amistad y la camaraderÃa fueron dos de los emblemas fundamentales de este valor musical del barrio porteño de Flores, no resulta extraño entonces que el odio y las confrontaciones se vuelvan el blanco contra el que Shaila disparó âcomo siempre, como nuncaâ en Nuestras guerras, su última creación, masterizada en Estados Unidos por el baterista de The Descendents y ex Black Flag, Bill Stevenson.
âEs cierto que existen similitudes entre las canciones de nuestro último disco y que pueden ser englobadas bajo un patrón de exclusión y violencia sistémica que no sabe ni de tiempos ni de espacios, pero lo cierto es que no hubo una idea madre que guiara el contenido de las letras y definiera la identidad de la obra entera. Al menos, no intencionalmente. Más que nada fue como ir vomitando mi visión sobre fenómenos que se dieron en distintos lugares y épocas, o que se repiten actualmente. En ese ejercicio, nos cagamos en los matices y marcamos nuestra posición sobre cada tema en particular, por eso el disco se llama asà y el mensaje creo que es bastante claro: estamos todos inmersos en un proceso creciente de acumulación y exclusión que desde su génesis y en su misma esencia es intrÃnsecamente violento. Una violencia que sólo genera más violencia. Lo que tratamos de hacer fue denunciar las causas para no perder de vista los motivos, con los personajes e intereses que nos llevaron a esta situación, y desde ahà empezar a interpelarnos a nosotros mismos para ver qué lugar nos toca y qué posición tomamos al respecto.
En la sección âTextosâ de www.shaila.com.ar aparecen cinco ensayos en los que JoaquÃn Guillén habla de brutalidad policial y derechos humanos, evolución del pensamiento polÃtico en la Iglesia, globalización y lucha de clases, y hasta desarrolla propuestas que van desde alternativas al neoliberalismo hasta una âreceta normativa rousseauniana para el Estado argentinoâ. Algunos aparecieron también en el fanzine Sembrar (donde el cantante compila escritos ajenos, se guarda para sà el editorial y luego reparte todo junto en shows), otros fueron publicados en revistas de Chile y varios, incluso, hasta circularon por ciertos ámbitos académicos a ambos márgenes de la cordillera, âtodo por iniciativa de alumnos y profesores a los que les gusta la bandaâ. Todo esto no es obra de la casualidad sino, en verdad, de la causalidad: JoaquÃn está a una materia de recibirse como licenciado de Ciencia PolÃtica en la UBA. Como tal, dio clases de apoyo en hogares y comedores comunitarios, y hasta asesora a la UMI.
âCreo que hay que barajar y dar de nuevo. Todo esto que nos rodea es construcción social y, como tal, puede ser transformado. Sólo hace falta animarse a cuestionarla y no a tomarla como algo normal, dado o natural. La felicidad, la justicia o la libertad son valores mutilados, pero culturalmente aceptados, sostenidos por intereses económicos y polÃticos que pueden y deben ser reformulados. No hacerlo es condenarse a convivir con estas nociones de éxito, de equidad o de emancipación. Es decir, vivir para competir en una angustia constante que nos habla de igualdad de posibilidades y libertades constitucionales mientras nos ponen la soga al cuello.
âEs una herramienta para cambiar las cosas, pero también es la forma de istrar relaciones de poder. Y donde hay relaciones de poder, hay intereses creados. En esa dualidad conviven haciendo polÃtica aquellos que montan un comedor comunitario para transformar la vida de la gente de su barrio y los que buscan un cargo electivo en otra esfera donde, a mi gusto, todo es mucho menos claro. El problema está en las estructuras de cooptación y participación y en cómo éstas son financiadas, los intereses que operan montados detrás de ellas y, en definitiva, lo ineficientes que han demostrado ser para modificar la vida de aquellos a los que apelan para hacerse del poder.
âNo milito en polÃtica, aunque colaboré con algunas agrupaciones de la facultad cuando era más chico. Ha habido propuestas de candidatos e incluso hay polÃticas de este Gobierno con las que me identifico y apoyo. Pero no encontré representación plena en ningún partido, mucho menos en un movimiento nacional tan heterogéneo como el peronismo. Prefiero votar propuestas, apoyar polÃticas públicas tangibles y juzgar a los que nos representan en base a eso.
âYo creo que debe haber una afinidad de intereses e inquietudes, más que de un capital intelectual preadquirido, a la hora de compartir cualquier tipo de expresión artÃstica. Lo principal, creo yo, es entender que una canción, asà como una obra de teatro, puede ser más que sólo entretenimiento; que puede interpelar a todo esto que se nos presenta tan real como normal, y que se le puede adjudicar una función social acorde con ese cuestionamiento. Después, si el léxico o el mensaje mismo son más o menos intrincados, no interesa, porque existe ya un acuerdo tácito entre los interlocutores para explicarse y entenderse, basado en el compromiso previo de intereses en común. No hace falta ser un experto en teorÃa polÃtica para interpelar a tu gobierno o cuestionar el rol del Estado a través de una canción, ya sea haciéndola, cantándola o escuchándola. Sólo hace falta voluntad de cambio, y es ahà donde yo creo que se da el encuentro con los chicos y chicas que vienen a los recitales.
âHace un mes recolectamos alimentos para el comedor âLos Patitosâ, de Rafael Castillo, y estamos cerrando una fecha en San Antonio de Padua con la gente del Proyecto 4 Patas, una entidad que ayuda a animales. Junto a la Agrupación Semiyero también estamos apadrinando el comedor âLa Esperanzaâ, un espacio de autogestión y mucho amor en el barrio Las Achiras, de Villa Celina, que no responde a ningún partido ni a ninguna iglesia y que lleva adelante Norma RodrÃguez sin más ayuda que la de su marido. Ahà se alimentan los chicos del barrio y, además, se ofrece un montón de actividades culturales y recreativas.
â¡Hardcore contracultural y ciclotÃmico!
âEs nuestro alter ego ejecutivo: a veces somos nosotros mismos haciendo realidad nuestras ideas, y otras tantas bajándolas de un piedrazo ante la falta de capital.â ¿De qué habla JoaquÃn? De Speed Power Emotion (o SPE, a secas), la productora y discográfica con la que no sólo organizan shows y discos propios sino también ajenos. En la agenda figuran lanzamientos, el festival Nosoyrock y la presentación de NOFX del sábado 27 en el Microestadio Malvinas Argentinas. Pero SPE no es la única actividad que Shaila hace, justamente, fuera de Shaila. Cada tanto, los músicos reúnen voluntades con Javier Suárez (Nueva Etica) y desandan Los Caminantes, un grupo homenaje a Bad Religion. En esa misma lÃnea, también planean un disco tributo local a Attaque 77, 2 Minutos, Flema, Cadena Perpetua, Fun People, Todos Tus Muertos, Los Brujos, NDI, DAJ y a âtodos aquellos que, sin saberlo, nos cambiaron la vida haciendo cancionesâ.
* Shaila toca el sábado a las 20 en El Teatro (Lacroze y Alvarez Thomas, Colegiales).
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