âTú sólo hazme las preguntas en español, no en inglés, que yo le preguntaré a Paul en alemán y te haré la traducción al español, asà que todo lo que tengas para decirle a él me lo dices a mÃ, ¿okey?â Okey. Aunque Paul Landers, guitarrista de Rammstein, entienda perfectamente inglés, al parecer no tiene tan claro el idioma de Shakespeare como para hablarlo fluidamente, por lo que será necesaria la presencia de esta amable traductora durante la entrevista, unos veinte minutos. Entonces, todas las respuestas que salgan de la boca de Landers en un tono seco y marcial, comenzarán con un âél dice que...â o âél piensa que...â. SÃ, un poco raro. Como las genuinas contradicciones de una banda que se convirtió en el estandarte moderno del metal industrial de vicios electrónicos y una puesta en vivo única: agresiva, futurista y explosiva. Aquellos que se acerquen al estadio de Racing este fin de semana lo van a comprobar. Como dice Paul: âNuestro fuerte es el escenario. Eso es lo que nos hizo famosos y van a ver por quéâ. 2v275r
Luego de la salida de Rosenrot, último disco con material oficial del cual pasaron casi cinco años, Rammstein viró hacia terrenos más orgánicos y orquestales con Liebe ist für alle da (El amor es para todos) y volvió a patear el tablero de lo polÃticamente correcto con el single Pussy; una ácida mirada sobre las relaciones sexuales de los alemanes acompañada por un video semiporno que fue censurado y que finalmente sólo pudo verse en la web. ¿El resultado de tal actitud? Las tiendas musicales de su paÃs sacaron el álbum de catálogo por su portada y sus letras zarpadas. Y escuchar al vocalista y fundador Till Lindemann cantar lÃneas románticas de dudoso gusto junto a frases violentas del estilo âte quiero, putaâ, alimentan la contradicción de Rammstein.
Formados en 1993 en BerlÃn, el sexteto emergió rápidamente de la escena teutona de metal alternativo y, siempre caminando en el lÃmite entre el arte y la provocación, tomó al mundo por sorpresa, a excepción de Estados Unidos, único paÃs donde la banda aún no posee la autoridad suficiente para ser número de cierre en festivales; una materia difÃcil que los británicos, desde Los Beatles hasta Oasis, conocen muy bien. âTratamos de sumar pirotecnia y efectos especiales y espaciales a los conciertos para hacerlos más interesantesâ, asegura Landers. âQueremos enriquecer la puesta en escena de cada show porque eso vuelve las performances de Rammstein teatrales y vertiginosas, toquemos donde toquemos. Sinceramente creo que la música rock en estado puro al final tiende a ser un poco aburrida; nosotros intentamos cambiar esa realidad y puedo decir que lo logramos.â
âEs que... la Argentina no me parece un sitio tan alejado. Es una plaza importante, como otros lugares de Europa o Estados Unidos. No es âel culo del mundoâ, por decirlo de alguna manera. Recuerdo que la primera vez que tocamos allà comimos mucha carne... no recuerdo haber comido tanta carne en mi vida como cuando estuvimos en Buenos Aires. Las llamarÃa unas âvacaciones de carneâ. Lo que pude ver es que en la Argentina cada restaurante cocina la carne a su manera y que la carne tiene varios cortes y varios nombres distintos. Eso en Alemania no se conoce.
âEn mi opinión sÃ, pero creo que siempre tratamos de hacer la música que más nos gusta, y eso hace que el objetivo de cada disco vaya hacia donde nosotros queremos. Pero sÃ... puede ser que éste sea un disco más orgánico. Es algo que venimos desarrollando desde Reise, Reise; no pensado desde la baterÃa sino de todo el sonido de la banda. Creo que trabajar de esa forma nos dio un manejo mucho más versátil para las canciones.
âEl proceso de composición de las canciones en este caso se inició después de un perÃodo de un año. El plan era hacer una gira corta y después meternos en el estudio y hacer nuestro mejor disco. Cuando terminamos, decidimos hacer un disco sin ningún tour a la vista. Un proceso arduo, largo y placentero. Fue interesante cómo la banda improvisó sobre ideas y en lugar de usar grandes amplificadores y baterÃas monstruosas utilizamos equipos pequeños y un austero kit de baterÃa. Eso nos permitió trabajar en ideas y obtener un nuevo rango de sonido que no hubiera sido posible lograr a un volumen normal.
âHmmm... no es una pregunta adecuada para un músico porque no creo que a ningún músico le interese describir o tratar de explicar la música que hace su banda. Prefiero que a la gente le guste la música y que los periodistas la analicen. Si me preguntan qué música hago, les toco un tema y listo. Esa serÃa mi respuesta. La música se escucha, no se habla. Es mejor ver una puesta de sol que explicarla o describirla. Lo mismo pasa con el sexo. Es mejor hacerlo que explicarlo.
âLa verdad es que nunca me puse a pensar mucho en eso, pero sé que a los periodistas les gusta analizar nuestras letras. En cuanto a lo musical, tratamos de que haya un pequeño costado épico que nos lleve a las raÃces de Rammstein, a un sonido más duro. De todas maneras, creo que hay un problema muy grande con nuestras letras. Al intentar trasladar los textos del alemán al español se pierde por lo menos un 40 por ciento del sentido de la letra; se pierde en la traducción. Lo ideal serÃa que todos pudieran aprender alemán y entender asà todo lo que decimos, porque, insisto, en la traducción, de ustedes, que hablan español, hay por lo menos un 30 o 40 por ciento que no entiende. Y eso hace mucho al espÃritu de los textos.
âSÃ. Cada paÃs tiene su onda, y como banda disfrutamos de todas las reacciones y siempre nos vamos más que satisfechos. Cuando vamos al Sur, siempre notamos que la gente se emociona más, que es más caliente y le ponen mucha energÃa; pero si vas a Escandinavia puede ser que encuentres el mismo tipo de público, que es muy fervoroso también.
âHay muchas distracciones en BerlÃn y sabemos que nuestras vidas domésticas pueden verse invadidas por cuestiones... digamos, domésticas. Generalmente la mayorÃa de nuestras buenas ideas llegan cuando trabajamos después de hora, cuando la banda está relajada, junta, comiendo o bebiendo algo. Y no discutimos solamente de música; también discutimos sobre el arte de los discos, los videos, los shows en vivo... todas esas cosas es mejor tocarlas de manera informal.
âUna de las cosas más difÃciles de decidir es cuáles canciones deberÃan integrar el próximo álbum. Es algo que tratamos de hacer sin dejarnos embargar mucho por la emoción y usando la cabeza frÃa. Cada músico hace su lista de once canciones y las canciones más votadas por todos son las que terminan grabándose. Es la única forma que conocemos de hacerlo. En el caso del último disco, nos pasamos tres años debatiendo entre todos sobre cuáles temas iban a ir al disco. Y son situaciones estresantes, pero que podemos manejar.
âLa canción ya estaba escrita y el director del video propuso la idea de rodar como una pelÃcula porno. Nosotros deliberamos un tiempo y dijimos âhagámosloâ, sin preocuparnos por las consecuencias. Además pensamos que serÃa interesante porque no tenemos necesidad de MTV o estaciones de video existiendo Internet. Algo que no habÃamos planeado era que YouTube lo diera de baja. Ahà la pregunta fue: â¿Y ahora qué?â. Finalmente encontramos una manera de mostrarlo que fue más privada y oculta. Y creo que eso lo hizo más interesante.
* Rammstein se presentará junto a Bloodparade el sábado 27 de noviembre en el estadio de Racing Club. A las 21.
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