Bienvenidos al futuro de la masturbación. A diferencia de otras, a esta ciencia ficción nadie se le anima: ¿reemplazará el porno de realidad virtual al sexo? La pregunta no es tan descabellada cuando bajan las mareas de artÃculos hablando sobre el presente inmediato del XXX: tendrá cascos o lentes o cascos con lentes, archivos y, hasta que se diga lo contrario, los lÃquidos de siempre. 633j2o
A principio de 2016, fruto del advenimiento de la tecnologÃa, la duda quedó instalada y, cuando se la tiraron a Sasha Grey, la más porno de las escritoras, la más indie de las actrices, frenó la rueda: dijo que no, que a ella no le gustaba. Sin embargo, tanto los artÃculos, como Sasha, como cualquiera que busque lo que se busca con el porno coinciden en que todavÃa es una tecnologÃa joven, inexplorada, con mucho potencial: virgen.
Para frenar el galope y acogotar la gallina, ya hay portales que distribuyen videos para estos dispositivos. El más copado: pornqueenvr.com. Y por ahÃ, la manija de la actualización techie del POV: tus ojos son los ojos del protagonista. Qué placer. Qué problema. Y si algo le faltaba al porno era parecerse a la copia gastada de Virtual Encounters que The Film Zone pasaba hasta al hartazgo o a Sylvester Stallone y Sandra Bullock con sus casquitos sin enfermedades de transmisión sexual en El demoledor.
¿Pegarán masivamente estos chiches? Por ahora, la mano viene tranquila. Y no es que la otra esté entretenida, es que los dispositivos VR son caros. ¿Que si asusta el potencial? Claro que sÃ. Basta con ver los demos que hay dando vueltas: tu cabeza se toma el Halcón Milenario, que te deja en una galaxia muy, muy lejana. La fantasÃa proyectual del âsoy lo que está pasandoâ da un giro hacia adelante: âNo sólo soy, sino que ahora realmente veo lo que está pasandoâ.
No obstante, hasta el momento, una sola verdad: el porno VR es pasivo. Como con Adrián Dárgelos, puedes mirar pero no tocar. ¿Si es suficiente? Pfff. Falta manotear, oler, besar, estrujar, bajar, subir, y sobra todo lo demás. Y todavÃa falta resolver el tema de las caras: no hay situación en la que las personas se vean más idiotas que mirando un culo. âNo, disculpe, me pareció que ese culo era familiar mÃoâ. Entonces, habrá que pensar en esa cara con un visor 360°. La cosa va por allà y, en vÃas de todo lo falso y despreciable que hay en el mundo, el porno VR tuerce la vista y aporta: es igual de limpio que todo lo limpio e igual de sucio que todo lo sucio. Sin dramas ni complicaciones, falta el calor pero sobran los ceros.
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