Puede que el comienzo de Vulnicura, el último disco de Björk, sea uno de los más tristes de los que se tenga memoria. Duelen hasta las lágrimas los primeros segundos de âStonemilkerâ, los violines abriendo paso como cuchillas a la voz, que penetra inevitablemente en la herida: âSon tan pocos los momentos de claridad, mejor que documente estoâ, dice en su inglés escandinavo tan familiar a esta altura. En la lÃnea de tiempo del álbum âdonde el punto de referencia es la separación de Björk y el artista visual Matthew Barneyâ, esta canción está ubicada nueve meses antes. âLo que importa es quién tiene el corazón abierto y quién ha coagulado, quién puede compartir y quién se ha cerrado a todas las posibilidades. Quiero sincronizar nuestros sentimientosâ, canta tan lento como es posible sobre un beat lejano. Cinco meses antes en la lÃnea de tiempo, el de âLionsongâ es el momento de la amarga urgencia por escuchar lo que se teme: âTal vez salga de esto queriéndome, tal vez no. De alguna manera no me preocupa demasiado. Sólo me gustarÃa saberâ. âHistory of Touchesâ âtres meses antes de la separaciónâ es el recuerdo del amor entre una lacerante austeridad instrumental: âTe despierto en la noche sintiendo que es el último tiempo juntos, y por eso, sintiendo todos los momentos que pasamos, estando acá al mismo tiempoâ. 425j5z
Björk y Barney se separaron en algún momento entre la segunda mitad de 2013 y la primera de 2014. Lo primero se deduce de una entrevista que dio él a The Telegraph; en julio de aquel año, aparentemente, todavÃa vivÃan juntos. Barney âamericano, 47 años, filosos ojos celestes, ex modelo de Ralph Laurenâ es un artista extrañÃsimo (cineasta, escultor, pintor, fotógrafo), tanto que, indagando apenas en su obra âcon temáticas que van del cosmos a la mitologÃa celta y egipcia, pasando por la cultura pop hasta el sexo y la anatomÃa humanaâ, se puede estimar que formaron una pareja armoniosa: asombrosamente inteligentes y creativos los dos. Es llamativo que en más de una década de relación hayan trabajado juntos sólo una vez: Björk (Reikiavik, Islandia, 1965) compuso el soundtrack y actuó en Drawing Restraint 9 (2005), obra difÃcil que incluye instalaciones y dibujos y pertenece a la serie The Drawing Restraint, que Barney arrancó cuando todavÃa estudiaba en Yale. Quien sobreviva más de dos horas mirando el film âsituado a bordo de un barco ballenero japonésâ verá a Barney y Björk âque fueron invitados a la ceremonia del téâ dándose un beso verdadero y rebanándose las piernas, uno a la vez, en una habitación que se inundó. Por lo demás, la hija que tuvieron âIsadora, de once añosâ es la única otra manifestación pública de esta pareja, de la que se desconoce toda intimidad.
La cuarta canción de Vulnicura (que significa âla cura de las heridasâ en griego) es âBlack Lakeâ, ubicada dos meses después de la separación. âTenés miedo de mis emociones ilimitadas, estoy aburrida de tus obsesiones apocalÃpticas. ¿Te amé demasiado? Por devoción terminé doblada y rota, asà que me rebelé y destrocé el iconoâ, canta en carne viva y el beat acelera como los latidos de alguien que se emocionó, pero a los pocos segundos la canción retoma su abatimiento hasta superar los diez minutos de duración: âLo hice por amor, honré mis sentimientos; vos traicionaste tu propio corazón, corrompiste ese órgano. La familia fue siempre nuestra sagrada misión, y vos la abandonaste. No tenés nada para dar, tenés el corazón vacÃoâ. Seis meses después, âFamilyâ âhelada y discordanteâ asume el fracaso más tÃpico y personal, el del proyecto de familia trunco: â¿Hay algún lugar donde pueda dar mis condolencias por la muerte de mi familia? ¿A dónde voy a hacer una ofrenda, a llorar nuestro triángulo milagroso: padre, madre, hija?â. Al final, sin embargo, es como si Björk finalmente hubiera alcanzado la otra punta de aquel lago negro: âLevanté un monumento de amor, hay un enjambre de sonido alrededor de nuestras cabezas y podemos escucharlo, y nos puede curar, nos aliviará el dolor, nos hará parte de este universo de solucionesâ. Pasados once meses de la separación, âNotgetâ âmás fuerte y terrenalâ cambia el ánimo del disco: âEn algún momento dejaste de amarme y yo ni siquiera me di cuenta, porque nuestro amor me mantenÃa a salvo de la muerte. Si me arrepiento de nosotros, no voy a dejar crecer mi alma. No me quites el dolor, es mi oportunidad de sanarâ.
Vulnicura se filtró hace dos semanas, dÃas después de que Björk anunciara por Facebook su lanzamiento en marzo. Ella no se amargó: en el fondo querÃa sacárselo de encima cuanto antes. Después de un proyecto de la majestuosidad de Biophilia (2011) âcada tema tiene una aplicación, se construyeron instrumentos que emulan sonidos de la naturaleza, quiere servir como método de enseñanza de músicaâ, Vulnicura se armó relativamente rápido y con pocos involucrados. El principal fue el joven productor venezolano Arca (Kanye West); gracias a él âcontó Björk en una entrevista con Pitchfork, donde se quiebra en más de una ocasiónâ fue un disco divertido de hacer, a pesar de la dolorosa temática: âEs difÃcil hablar de eso. Es imposible. Nunca habÃa escrito letras asÃ, tan adolescentes, tan simples. Las escribà muy rápido, pero también les dediqué mucho tiempo para que quedaran bien. Es que hay tantas canciones de desamor en el mundo... Porque la música es el mejor medio para expresar algo asÃâ.
A fines de los â90, Björk trabajaba en el personaje y la banda sonora de Dancer in the Dark (2000), el oscurÃsimo musical de Lars von Trier donde interpreta a Selma, una inmigrante checa en Washington que trabaja en una fábrica y ahorra para que su hijo se opere de la vista y pueda prevenir la enfermedad que heredó de ella, que la está dejando ciega sin que nadie lo sepa. Según el director, ella no sabÃa despegarse del personaje y sufrÃa de verdad; según Björk, Von Trier era cruel y manipulador; lo que se sabe es que durante la filmación estuvieron en guerra. En ese contexto comenzó la relación con Matthew Barney y el proceso de creación de Vespertine (2001), su cuarto disco (sin contar el de covers que grabó a los once años y los tres de la banda de rock que tuvo en los â80, The Sugarcubes). Vespertine âque curiosamente también se filtró en su momentoâ es un disco minucioso, hecho de sonidos Ãnfimos que fue coleccionando durante años (cada canción tiene entre 40 y 120 fragmentos) e instrumentos que sonaran bien cuando el disco se descargara en MP3 (arpa, celesta, clavicordio y otras maravillas). Allà aparece la monumental âPagan Poetryâ, la del video donde canta feliz con un vestido de novia de Alexander McQueen sin tela en el torso. En su lugar, Björk lleva un largo collar de perlas pequeñas, en partes cosidas a la propia piel, y se acongoja cuando repite âlo amo, lo amo, lo amoâ, y vuelve a iluminar esos insólitos ojos asiáticos al decir âél me hace dar ganas de entregarmeâ.
En algún momento, las canciones de Björk fueron reconocibles. Coincidió con la época de gloria de MTV y la genialidad de los directores de sus videos. Nunca jamás alguien podrá olvidar el de âBacheloretteâ âla chica que encuentra un libro que se escribe solo y cuenta su historia a medida que la viveâ del siempre inquietante Michel Gondry. O el de la enloquecida âI Miss Youâ, animado por John Kricfalusi, el creador de Ren & Stimpy. Con una cámara de visión nocturna, Spike Jonze la dirigió en âItâs in Our Handsâ (embarazada de Isadora, alterada como para parecer de miniatura en un jardÃn). Ãse es el único single de su Greatest Hits (2002), que abarcó Debut (1993), Post (1995), Homogenic (1997) y Vespertine, con un tracklist elegido por votación de sus fans. En ese disco están todas las canciones que nos hicieron quererla, algunas más amorfas que otras âla mÃstica âJógaâ frente a la dulce âVenus as a Boyâ, por ejemploâ, estremecedoras como âHyper Balladâ, donde interpreta a una mujer que vive con su marido en una montaña y todos los dÃas antes de que él despierte se levanta, camina hacia el precipicio y arroja cosas al vacÃo: botellas, cubiertos, lo que encuentra, âasà me puedo sentir feliz de estar a salvo acá con vosâ, canta al volver a la cama. Y a quién no sedujo la estupenda âHuman Behaviourâ: âNo hay un mapa del comportamiento humano. Están malhumorados, al rato felices, pero involucrarse en el intercambio de emociones humanas es tan satisfactorioâ. A través de The Guardian, que organizó una entrevista en vivo cuando salió Biophilia, un fan le preguntó por esta letra y ella contó que se referÃa a su infancia, cuando se sentÃa más cómoda cantando sola que entre humanos adultos. Se sabe que asà empezó a entrenar su voz ancestral: en Islandia, y también en Reikiavik âciudad pulcra de casas blancas con techos a dos aguas de coloresâ, la naturaleza se manifiesta con extremismos como volcanes, icebergs, tormentas de nieve y ausencia de árboles; en ese entorno cantaba durante 40 minutos hasta llegar a la escuela.
Hay una Björk suspendida en ese eterno Greatest Hits âun mapeo de todos sus costados en conflicto, cree ellaâ; lo que vino después fue más distante: en Medulla (2004), la voz es el principal instrumento (coros, beatboxer, trombón humano, hacen su aporte), apenas hay algún sintetizador; Volta (2007), al revés, es lo más rÃtmico que haya dado, pero demasiado incomprensible, y tampoco tiene hits. De ambos se recuerdan âOceaniaâ, que cantó en las OlimpÃadas de 2004, y âDeclare Independenceâ, el cierre del show de Biophilia, que algunos tuvieron la dicha de ver en Buenos Aires (suspendió dos fechas por un nódulo en la garganta). De ese disco âcon el que resulta difÃcil vincularse fuera de un contexto visualâ- resuena la bellÃsima âCrystallineâ, con las milagrosas performances de las Graduale Nobili (Björk trabaja con los mejores coros del mundo) y una celesta modificada para parecer un xilofón, que se opera a distancia a través de iPad o controlador MIDI. âCuando hice las entrevistas por Biophilia, podÃa hablar horas de tecnologÃa, educación, ciencia, instrumentos, péndulos y todas las cosas que hicimos. Pero ahora no puedo poner nada de eso por encima, porque este disco tiene que ser lo que es. Y no puedo hablar de elloâ, sigue en la entrevista con Pitchfork a propósito de Vulnicura.
El resto del disco âque cada cual sabrá en qué momento escuchar: hay que someterse más bienâ no tiene referencias temporales. âAtom Danceâ âcon la participación de Antony Hegartyâ es una canción que, de haber tocado allà Zeena Parkins (la increÃble arpista que la acompañó en Vespertine, Drawing Restraint 9 y Biophilia; evidentemente la principal ausente) serÃa luminosa; y la letra es más abstracta, más Björk: âEstoy afinando mi alma a la onda universal. Nadie ama solo, propongo una danza átomoâ. âMouth Mantraâ es pura tensión y no repite una lÃnea: âEstaba atragantada, tenÃa la boca cosida, no me dejaban hacer ruido, no me escuchabanâ, arranca. Vulnicura termina con âQuicksandâ, melancólica, pero encendida: âCada vez que te das por vencido, nos quitas nuestro futuro, y mi continuidad y la de mi hija, y la de sus hijas y la de sus hijasâ, son las últimas palabras.
âEs tan milagroso lo que puede hacer la música por uno cuando estás mal de verdad; es lo único que te puede salvar. Ninguna otra cosa lo va a hacerâ, dice en la misma entrevista. En 1996 âsellada para siempre su popularidad en Occidenteâ, a Björk la quiso matar un fan. Ricardo López era uruguayo de nacimiento, vivÃa en Miami y trabajaba en una empresa de control de plagas; tenÃa 21 años y baja autoestima. Enloquecido porque Björk habÃa empezado a salir con un hombre negro (el músico Goldie), se propuso armar una bomba de ácido sulfúrico que le enviarÃa âdisfrazada de libroâ a Londres, donde ella estaba radicada desde 1993 (ahora vive en Nueva York). Se filmó durante todo el proceso; horas después de mandarla (la interceptó Scotland Yard), se pegó un tiro delante de cámara. âTodos dicen que no puedo amar a alguien que no conozco, que el amor es esto o aquello. ¿Saben lo que es el amor? El amor es un quÃmico, una sustancia biológica en nuestros cerebros que se libera a través de los neurotransmisores. Es un quÃmico llamado oxitocina; eso es el verdadero amor: la oxitocina. La oxitocina es lo que mantiene unidas a las familiasâ, dice mirando un punto fuera de cuadro, gordo y semidesnudo en una habitación patética (ver en YouTube âThe Video Diary of Ricardo Lópezâ). A Björk la afectó mucho el episodio. Cuando se enteró de todo, mandó flores a la familia de López y se mudó a Málaga, donde grabó Homogenic, un disco más sombrÃo que Debut y Post âmarcados por la explosión de las escenas dance y trip hop de Londresâ, que también resultó terapéutico. âLa música te salva, de verdadâ, dice ahora a Pitchfork: âEspero que el disco documente ese proceso. Al final fue una liberación, terminó siendo un proceso de sanación, asà fue como lo experimentéâ.
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