¡Qué bueno volver a escuchar âCome togetherâ! Una vez, otra más y mil veces, como si fuera nueva. Hasta rayar el vinilo. Hasta estirar las cintas del casete TDK que me grabó mi amigo Leo, una tarde cuando volvimos del colegio. Siempre ponÃa rewind para poder escuchar de nuevo ese bajo y esa voz que me parecÃa de otro planeta, haciendo âshhhâ, como una percusión, yendo de un lado al otro del estéreo. Era algo totalmente nuevo, con una libertad para usar la voz de una manera que, hasta ese momento, nunca antes habÃa oÃdo. 2d705y
Ese arranque de Abbey Road me partió la cabeza. Yo venÃa de una casa-caja de música, en la que se tocaba la guitarra y se cantaba todo el dÃa, pero sólo en castellano: el inglés era un idioma imperialista y mis padres renegaban de sus orÃgenes ingleses. Hablamos de los â70, mucho folklore, canciones de protesta, cantautores militantes y curas tercermundistas, que eran lo que más se acercaba al rock. Mis viejos me las dejaron cerquita cuando nacÃ, atrás del biombo, en el departamento de un ambiente de la calle Jean Jaurès. Ahà nomás, donde podÃa dormir tranquila escuchando las guitarreadas trasnochadas que quedaron en mà para siempre.
Por suerte mi viejo, amante de las grandes comuniones populares, supo descubrir a Charly GarcÃa en medio de todo eso. Y asà pude acercarme a Sui Generis y luego abrir la puerta para entrar en el mágico mundo de Seru Giran. El Flaco y su âCantata de puentes amarillosâ, Moris, más tarde llegarÃan Los Abuelos, Fito, Celeste y el resto de la música que fue acompañando mis dÃas. Pero la historia que estoy contando sucedió antes de que el rock se llevara todo mi corazón. Esa tarde, cuando vino Leo con su casete a mi casa y lo puso, casi me muero. ¡No lo podÃa creer! No se asemejaba a nada de lo que yo conocÃa. No entendÃa bien de qué se trataba, pero era increÃble: estaba como desarmado, pasaban cosas por todos lados... Lo escuché sin parar durante semanas y semanas.
Fue un momento de revelación: supe lo que iba a hacer el resto de mi vida. A partir de allà yo serÃa música de rock, acababa de decidirlo, lo intuÃa. Y los Beatles me lo estaban confirmando de una manera hipnótica. Con ese âshhhh-trum-bummmm-rrrrâ. Cada cosa se correspondÃa con la otra: la voz, el bajo, los toms, los platillos... La ausencia del hi hat como tal, el tempo, esas violas, el reverse, el mantra final... Cada cosa en su lugar. Cool y afiebrado a la vez.
Y ahà estaba yo, preparándome para lo que vendrÃa después y que no iba a abandonarme nunca. No entendÃa las palabras y no me importaba. Estaba escuchando música sin saber qué decÃa le letra, pero me estaba partiendo el cerebro. Creo que lo más impactante fue eso: al no entender el idioma, tenÃa tanto peso la música que no podÃa dejar de prestarle atención, no habÃa escapatoria posible. Efectivamente, era otra forma de hacer canciones. Fue un click o, más bien, ¡un crac! ¡Ese disco! ¡Y esa canción! Qué comienzo, por favor... Lo vuelvo a escuchar hoy y me sigue sorprendiendo, como si no la conociese de memoria, con el miedo tal vez de habérmela olvidado, de haber pasado por alto algún detalle. Y me vuelvo a emocionar, en el mismo sitio. Pasa el tiempo y cada vez me gusta más.
Después me enteré que esa canción la habÃa escrito John para la campaña polÃtica de Timothy Leary, que se candidateaba a gobernador de California en 1969 contra Ronald Reagan. El eslogan de la campaña era âCome together, the partyâ. Cuando Leary se bajó de la candidatura, Lennon le cambió la letra y la onda para incluirla en Abbey Road. También supe que John habÃa tenido problemas con la frase âhere come old flat topâ, de la canción âYou Canât Catch Meâ de Chuck Berry: el tema le valió una demanda que años después lo llevarÃa grabar el disco de covers RockânâRoll.
A partir de aquà me volvà súper beatlera. Y entré a ese mundo infinito a través de su último disco de estudio, ya que Let it be, que salió después, habÃa sido grabado antes. Para Abbey Road, a pesar de que ya estaban muy mal entre ellos, habÃan vuelto a convocar a George Martin para trabajar como en los âviejos tiemposâ. Eso me sorprendió aún más, porque el nivel creativo que habÃan conseguido en ese álbum, mientras estaban a punto de separarse, era increÃble.
Tuve la suerte de verlo a Paul dos veces en vivo, una en Madrid y otra en Barcelona. Pero, a pesar de haber quedado extasiada después de ver a un beatle rockear como lo hizo él, no pude escuchar âCome togetherâ en vivo.
Mientras escribo esto me rÃo, porque no hay tantas cosas en esta vida que me provoquen lo que me provoca una hermosa y simple canción. Supongo que es por eso que me dedico a la música, por la magia que tienen esos tres minutos para mÃ, porque aún hoy me parece increÃble poder sintetizar en tan poco tiempo algo que llegue tan profundo. Gracias a âCome togetherâ y a todas las canciones de mi vida, las que ya llegaron y las que aún están por venir.
Lorena Mayol sigue presentando en vivo su disco 1090 dÃas. El jueves 29 de septiembre, a las 23, lo hará en plan acústico en el Terraza Teatro Bar del Complejo La Plaza. Después de tocar en el Santana Bar de Ramos MejÃa (viernes 18 de noviembre), tiene dos fechas confirmadas junto a su banda y Alina Gandini como invitada: el sábado 19 y 26 de noviembre en la Sala Teatro Sha (Sarmiento 2255).
Grabada a fines de julio de 1969, âCome togetherâ es el primer tema del penúltimo disco de estudio de los Beatles, Abbey Road, lanzado en septiembre de aquel mismo año. Ahora puede escucharse casi como el canto del cisne de la banda, pero entonces sonó como una demostración más de su frescura y brillantez. Un año después de haber registrado el tema en cuestión, Paul McCartney declaraba en el Evening Standard de Londres: âMe encantarÃa que los Beatles estuvieran en su mejor forma y fueran tan productivos como antes. Pero las cosas han cambiado. Somos todos individuos. Ni siquiera en Abbey Road hacÃamos armonÃas como antes. Es triste. En âCome togetherâ me habrÃa gustado cantar la armonÃa con John, y creo que a él le habrÃa gustado también, pero me sentÃa demasiado incómodo para pedÃrselo, y en esa situación no trabajo todo lo bien que soy capazâ. Compuesta originalmente por Lennon, la canción luego incorporó algunos arreglos gentileza de McCartney y, como de costumbre, llevó la firma de ambos en los créditos. âCome togetherâ fue interpretada por artistas como The Supremes, Tina Turner, Aerosmith, Eurythmics, Michael Jackson y Soundgarden, entre otros.
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