Algo asà como una botella al mar: eso fue el álbum debut de El Siempreterno, que apareció casi de la nada a comienzos del año pasado. Por entonces Mimi Maura y Sergio Rotman ya estaban instalados en Puerto Rico, una mudanza concretada gracias a los ahorros post-reunión de Los Fabulosos Cadillacs y que se mantiene hasta hoy. Durante el ciclo lectivo de su hijo Leroy, disfrutan del lujo cotidiano de vivir en una ciudad â¡una isla!â tan cerca de la playa (y que queda sólo a un breve vuelo de Nueva York), mientras que en las vacaciones escolares se vienen a rockear a Buenos Aires. Fue en un Niceto hacia el final de ese verano, en el que cerraban la mini-gira presentación de DÃas de sol, el último disco de estudio del proyecto con Mimi, que casi sin decir nada Rotman se acercó a unos pocos afortunados y les pasó dos discos que acababa de fabricar. Uno era el tan demorado debut y despedida de Los Sedantes, con Mimi en voz y Gamexane en guitarra. Y el otro era la novedad, la sorpresa, la joya oculta del rock local del año pasado, el disco en cuestión: El Siempreterno. Sin lanzamiento de prensa, casi sin una distribución apropiada âse vendió por Internet y en una sola disquerÃa de Belgranoâ, la pequeña tirada casera inicial se agotó y, a fines del año pasado, un solo show en el Buenos Aires Club âex Arlequinesâ dejó gente afuera y confirmó que el grupo no era un espejismo, y sus canciones eran tan reales como ver llorar a la Virgen. Porque eso es El Siempreterno: un milagro rocker en el desierto. La botella llegando a la playa, con un genio listo para conceder tres deseos: que el rock vuelva a ser un lenguaje secreto, que tenga orgullosamente una historia detrás y que el caldo de puño apretado que cocinó a fuego lento un grupo como Cienfuegos no rasque el fondo de la olla ahora que hay público dispuesto a alimentarse de él. âCuando vuelve el alma al cuerpo / como cruzando fronteras / este imperio de miserias / nos abre sus puertas muertasâ, cantan Rotman y Mimi en el tema que da nombre al grupo. Y El Siempreterno se hace presente. Bienvenido sea. 5m2p2
Un viaje en auto por la I-95 Norte, de Miami hasta New Heaven. Ahà es donde apareció por primera vez El Siempreterno, según confiesa Rotman. âLeroy tenÃa dos años, y sólo se calmaba escuchando el tema de los Teletubbies o uno del disco This is my Truth Tell me yours, de los Manic Street Preachers, âThe Everlastingâ. O sea: El Siempreternoâ, explica, cómplice y satisfecho, instantes después del cuarto show de un grupo que apenas si se puede denominar asÃ, porque âcon los viajesâ tocan cada tanto. Por ahora sólo repetirán el jueves que viene en Niceto. âMucho después, cuando ya estábamos ensayando juntos, Ariel Minimal me recordó que canta âsiempre eternoâ en la letra de âIntroducción Declaración Adivinanzaâ, un tema de Cabeza, el debut de Pez, disco que yo escuché mucho. Asà que el nombre viene de ahÃ: de los Manics y de Pezâ, precisa. Los temas de El Siempreterno, por su parte, se podrÃa decir que fueron heredados del cuarto álbum de Cienfuegos, que nunca llegó a grabarse. ââInyección de amorâ, âContradiósâ y âMás de lo mismoâ fueron estrenadas en vivo con el grupoâ, deja en claro Sergio, que recuerda haberse puesto a recuperar algunos de esos temas perdidos con la separación de ese primer grupo junto a Fernando Ricciardi (baterista de los Cadillacs, Cienfuegos y Mimi Maura) y el Ruso (bajista de Los Sedantes). âNo es que pensaba hacer un disco solista, ni en pedoâ, se ataja Rotman, que ya habÃa rockeado junto a Mimi en el disco El fuego del amor, un homenaje a su Ãdolo Jeffrey Lee Pierce, el malogrado lÃder de The Gun Club. Aunque él asegura que el nuevo grupo es heredero de Los Sedantes, donde realmente aprendieron con Mimi a cantar juntos. âLa idea era armar una banda fantasma, con nuestras dos voces al estilo del grupo X y varios guitarristas invitados.â Pero cuando se juntó con Minimal para que pusiese guitarras en un par de temas, en una tarde grabó todo el disco. âHizo todo lo que imaginaba que tenÃa que hacer... ¡sin que yo le dijese nada! Sólo le pasé los tonosâ, se ira Sergio. Creer o reventar. O como asegura la contundente letra de âContradiósâ: âCreo en la ley de la gravedad / ¿Y en qué, si no?â.
âSergio es mi hermano mayor en esto del rockânârollâ, asegura Minimal, que lo conoció casi al mismo tiempo que se ganó el apellido, ya que Rotman produjo âallá lejos y hace tiempoâ el único casete de Los Minimals. âSiempre fui un irador de su trabajo, e incluso sus temas con Los Fabulosos Cadillacs siempre tuvieron el mismo ADN que de lo que hizo después con Cienfuegos y El Siempreterno. Toda una escuela de punk rock, con letras que siempre están batiendo algunaâ, explica Ariel, que no deja de recordar que fue Rotman el que lo metió en los Cadillacs, con quienes grabó los últimos discos antes de la separación... ya sin Sergio. âCuando yo llegué, al toque él se fue. âMe trajiste y ahora te vasâ, le reproché. â¿Y ahora qué hago?â âQuedate ahÃâ, me aconsejó. Y me quedé.â âPuedo ya no ser un Cienfuegos, puedo dejar de ser un Siempreterno, pero siempre voy a ser un Cadillacâ, asegura Rotman, que sin embargo mostró las garras de sus otros alias en El fin del amor, tema que aportó para La luz del ritmo, el disco de regreso del grupo. âPodrÃa estar en El Siempreterno, es verdad. Pero lo compuse para ese disco, y me encanta cómo lo cantó Gabyâ, asegura, refiriéndose a Gabriel Fernández Capello, alias Vicentico. Los escasos y apabullantes veintidós minutos que duran los diez temas del debut, sin embargo, le alcanzan para desplegar su ya clásico inconfundible arsenal de filosofÃa punk. âAlguien resumió el disco anunciando: âAcá está de nuevo Rotman con su nihilismo de señora gordaâ. Pese a la evidente mala leche, me pareció atinado. El problema es que esa señora gorda es una especie de talibán suicidaâ, se rÃe Sergio, que se enorgullece al avisar que ya están casi terminando de grabar un disco nuevo. âPor ahora se va a llamar El Siempreterno hacia el mar del carbón negro. Pero todo siempre puede cambiarâ, aclara este anti-predicador rocker, que suele tocar luciendo una remera de Burzum, grupo noruego de black metal liderado por Varg Vikernes. âLo suyo no es black nada sino directamente racismo, pero generado por un odio a la raza humana. Y ahà es donde se toca con la obra de otros de mis Ãdolos musicales, como Morrissey, o Iorio, que dice que llora porque ama. Y está en lo cierto. Porque esta sociedad en que vivimos ya ha probado infinitamente que no es capaz de llevar ningún proyecto adelante sin una masacre de por medioâ, asegura. âNo puede ser que esto sea amor / esta raza nunca sintió amorâ, acusa entonces en âBajo este solâ. Ninguna señora gorda: más bien rocker, nihilista y a mucha honra.
El Siempreterno toca el jueves en Niceto Club, Niceto Vega 5510, a las 21. Antes tocarán Franco Salvador y Los Crudos. Entrada: $ 50.
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