Y un dÃa, MatÃas Piccolo, Ernesto Inouye, AgustÃn Alzari y Bernardo Orge se pusieron a jugar. "ConocÃa a todos y soy el que los articula", cuenta Alzari. El juego, según resume ese autor, "era una competencia a ver quién era más realista con 500 palabras". Cada uno elegÃa una esquina de Rosario y la describÃa in situ, tomando notas que despertaban una recurrente suspicacia en los transeúntes. Ninguna de las descripciones tenÃa que revelar las coordenadas geográficas del lugar. Luego se juntaban periódicamente los cuatro en "reuniones donde cada uno leÃa la esquina del otro y tenÃa que adivinarla". Otra regla era condimentar cada texto con algún "algo más" que hiciera menos tediosa la tarea de "relevamiento" propuesta. La idea no era hacer un libro sino divertirse; sin embargo, al cabo de dos años de reuniones divertidas, reunieron diez textos por cada autor. Y el libro se hizo. 4h3m4v
Producto lúdico de un objetivismo literario llevado al humor de la autoparodia, 40 esquinas de Rosario (Pulpo, 2014) es en parte un libro ilustrado de... crónicas? Apuntes? Estampas urbanas? Viñetas? Y es en parte un juego de mesa. Editado por un sello independiente creado ad hoc (llamado Pulpo, por aquello de escribir a ocho manos), contiene un sobre con 40 fotos de los lugares, tomadas por los propios autores. Las fotos no son de calidad profesional pero sus detalles entregan una asombrosa coincidencia con el texto, una vez que se logra hacer coincidir ambos. El texto no es independiente de la foto ni evoca ante el lector una imagen plena; tampoco era esa la intención.
En el interior del libro no hay firmas pero cada autor está diferenciado por un ex libris (como los cuatro evangelistas, pero con flores, en vez de animales o un ángel) al final del texto. Narrando en una pudorosa tercera persona que a veces se desliza hacia la primera, los cuatro cronistas están representados por un mismo personaje dentro del relato: "el escritor realista". Esto rompe una de las reglas del juego y recuerda Alzari que surgió "por contagio". "Lo trajo uno como novedad, a la otra reunión otro lo trajo y a la cuarta, todos", contó.
40 esquinas honra y exacerba, a la vez, sus modelos literarios. Estos son en primer lugar los de un realismo tardÃo post autónomo, estilo de la Colección Naranja de crónicas de la Editorial Municipal de Rosario.
Alzari publicó en ella El contorno Don Bosco (EMR, 2010). Tres de los cuatro tienen al menos una publicación por esa editorial. Alzari (JunÃn, 1979) y Piccolo (Rosario, 1974) publicaron allà un libro de poemas en colaboración: Congodia (EMR, Mención Premio Aldana 2011), que es una oda futbolÃstica distópica inspirada en Roberto Fontanarrosa. Bernardo Orge (Rosario, 1988) publicó el poemario Folk (EMR, 2014) y también integra la antologÃa 30.30, poesÃa argentina del siglo XXI (EMR, 2013). Alzari tuvo a su cargo el prólogo de la edición en 2010, por Espacio Santafesino, de los dibujos de Florian Pauke.
Casi todos vienen de la Escuela de Letras de la UNR, incluido Inouye (Rosario, 1984), acordeonista de un dúo cuyo nombre da la pista de otra influencia literaria: Billy Pilgrim (protagonista de una novela del escritor satÃrico estadounidense Kurt Vonnegut). El libro logra, sin proponérselo, parodiar el canon local al que pertenece y tomar el pulso del miedo que cunde hoy en la ciudad. (Para ver las librerÃas donde se consigue, ir a http://40esquinas.tumblr.com).
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