Jueves, 2 de octubre de 2014

Como un síntoma palpable de la aceptación que el colectivo ha logrado más allá de las redes sociales (donde cosecha fanáticos pero también detractores), Yegua y Groncha llegará mañana a las 18 la Sede de Gobierno de la Universidad Nacional de Rosario (Maipú 1065), institución que recibirá a la elocuente propuesta artística que combina fotografía, política, humor y erotismo. 72k28

"Es un poco raro... Si bien el inicio del proyecto fue en las redes sociales empezamos a salir a copar espacios, ¡y mirá dónde terminamos!", se sorprende la actriz y fotógrafa que pone el cuerpo a la Yegua y Groncha, seudónimo desde el cual ha decidido resguardar su nombre, ponderando así un anonimato que refuerza el carácter colectivo del proyecto, sobre el que agrega: "Ha generado muchas controversias. Así como mucha gente lo banca, a mucha otra no le gusta, entonces que este proyecto llegue a la universidad hace que, así como hay gente que se copa, haya gente que no. Pero es parte del proceso de este personaje".

- De hecho esa controversia se ha dado también en ámbitos donde uno imaginaría que la propuesta debería comprenderse mejor, como dentro del feminismo o el peronismo...

- Sí, se ha dado dentro del peronismo y también en el feminismo, que se ha dividido en dos. Más allá de eso, nosotros una de las banderas que levantamos es la de la libertad, sobre todo de la mujer, del cuerpo. Mucha gente no comprende que a mí nadie me usa como una cosa, sino que decido y obro con placer y en libertad. Es inexplicable a veces la crítica, sobre todo de sectores feministas. Será por el desnudo... tendremos que revisar el desnudo en el arte entonces, porque quizás no se comprende que esto es un proyecto artístico. O será por la carga política. Cuando se me ocurrió hacer esto pensábamos que íbamos a recibir puteadas y nada más, pero sabíamos para dónde íbamos, para provocar un poco. Y sorpresivamente es más la gente que nos banca que la que nos putea. Así que todo lo que vino es de arriba, porque esperábamos otra recepción.

- ¿Es posible acercarse sin humor a Yegua y Groncha? Quizás por allí vienen las críticas, por no tener la pizca de humor necesaria para entender de qué va la cosa.

- Bueno, uno de los ejes centrales podría decirse que es la ironía, el humor, junto con el erotismo y la política, entre otras cosas. Pero si no entrás con el humor es muy difícil que puedas comprender o disfrutar de lo que va el proyecto. Pero tampoco nos escudamos en el humor para hacer cualquier cosa. Creo que hay un límite con el humor y es algo que a veces discutimos en el grupo, hasta dónde ir. Pero sí, es humor; con límites, pero es humor.

- La propuesta del colectivo permite una actualización de la iconografía peronista y, de algún modo, funda también una iconografía kirchnerista...

- ... y latinoamericana también. Creo que va peronismo, kirchnerismo y que hay también una reivindicación de lo latinoamericano. En realidad eso ni siquiera se pensó, sino que son lineamientos que rigen mi vida y la de muchos de los participantes del colectivo. Reivindico ciertas figuras más allá de este proyecto, que me sirve para volcarlo ahí, pero no es que a partir de esto reveo la figura de Chávez o del Che. Son cosas anteriores en mi vida.

Organizado por Antrópolis (estudios de antropología cultural en contextos urbanos argentinos), el arribo de Yegua y Groncha a la UNR incluirá un taller sobre los imaginarios en el arte popular y la política en la era de las redes sociales. Y promulgará el intercambio, según adelanta la actriz: "Planteamos hacer un ida y vuelta, ver qué interpreta el otro, cuáles son sus inquietudes. Va a ser relajado y, espero, divertido".

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