La Cámara Penal confirmó el cese de prisión para el acusado de ejercer violencia machista contra Jesica Balmaceda; pero dispuso que personal policial lo siga de manera "prudente y a distancia". La jueza Georgina Depetris, que presidió la audiencia junto con Daniel Acosta y Carlos Carbone, le recordó a Néstor Anchaval que "tiene prohibido acercarse a la vÃctima y a su grupo familiar". Al mismo tiempo, la Alzada escuchó los planteos de la defensa que apeló la condena a tres años de prisión efectiva, pero se expedirá en los próximos dÃas. De confirmarse la sentencia, como pide la FiscalÃa, Anchaval ya tiene cumplidos ocho meses de prisión efectiva, por lo que podrá solicitar al Juzgado de Ejecución una libertad condicional. Jesica pidió a los camaristas que piensen en sus cuatro hijos, antes de resolver. "No quiero que vivan aterrados", dijo. 5p3q4a
Jesica fue la primera vÃctima de violencia machista en llegar a juicio oral, en el nuevo sistema. Anchaval fue condenado, en mayo pasado, a la pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo, por amenazar reiteradamente a Jesica, causar daños en su vivienda y por desobedecer la orden de restricción de acercamiento. El calvario de la mujer de 30 años comenzó en 2010; y para antes del 2014 ya habÃa denunciado 35 veces al acusado. Con la entrada en vigencia del nuevo sistema penal, pudo llevarlo a juicio, aunque solo por los hechos posteriores a febrero de 2014.
Sin embargo, el 6 de julio, el mismo juez que lo condenó, Carlos Leiva, lo dejó en libertad porque la sentencia no estaba firme (fue apelada por la defensa que insiste con la absolución) y ya habÃa cumplido el plazo de ley previsto para los imputados sin condena.
Veinte dÃas después, la frase "te tengo" (que Jesica ya habÃa encontrado en la puerta de su casa una madrugada de 2015, después de que Anchaval intentara entrar, hecho por el que fue sentenciado) apareció escrita con pintura del lado de afuera de la puerta de la actual casa de la vÃctima. Según denunció, esta vez "mandó a alguien": un hombre que intentó venderle un fuentón y le pateó la puerta.
Por esos dÃas, los hijos de Jesica dijeron haber visto a Anchaval en una moto dando vueltas por el barrio, y al menos una vecina fue testigo. Al mismo tiempo, la joven denunció en la comisarÃa 32º que un Corsa gris con vidrios polarizados la seguÃa. El 3 de agosto, ese auto la interceptó cuando iba a la carnicerÃa, un hombre se bajó, la tomó del brazo y la obligó a subirse. En el auto habÃa otros tres. Le hicieron agachar la cabeza y ella empezó a apretar insistentemente el botón de pánico que lleva colgado al cuello. Cuando les advirtió que un móvil los empezarÃa a seguir, porque ella dio aviso, la tiraron en una zanja.
Todas esas causas están en investigación y forman parte de un expediente diferente a los que llegaron a juicio oral y público. Incluso, el defensor público Gabriel Ganón, representa a Jesica en un recurso de hábeas corpus, porque sospechan que hay personal policial implicado en los hechos de hostigamiento.
Ayer, Jesica pudo hablarle a los jueces que tras confirmar que se vencieron los plazos para la prisión preventiva (porque la condena no está firme), deberán decidir si se confirma la pena impuesta: "La condena que le dieron es por la mitad del tiempo que yo huà de él con mis hijos. Les pido que piensen en ellos, porque no tienen vida".
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