El otro dÃa me encontré por chat con mi Amigo Uruguayo y me dio una buena noticia: después de más de un año de reclamos y juicios, el Ministerio de Salud de Uruguay acaba de aprobar el Reyataz, uno de los últimos medicamentos para tratamientos antirretrovirales, que las coberturas médicas negaban a los pacientes con VIH/sida. Su felicidad se evidenciaba en las palabras de la ventanita del chat. No conocÃa el Reyataz; le pedà que me contara más. âEs Atazanavir, el único IP del que se toma un comprimido al dÃa, junto con Truvada; en Buenos Aires lo dan.â âDel Efavirenz también se toma un comprimido al dÃaâ, le contesto. âSÃ, pero el Efavirenz hay gente a la que le cae mal.â âUltimamente me siento cansado âle digoâ, tengo sueño todo el dÃa, pienso que es por el Efavirenz.â En respuesta, mi Amigo Uruguayo me envÃa un video de MarÃa MejÃa, activista seropositiva colombiana en Miami: âCarta al VIH, la otra cara de vivir con el virusâ *. MarÃa, al borde del llanto, habla a la webcam: âEs muy difÃcil para mà mostrarme asÃ. Hoy me siento mal, mental y fÃsicamente, me siento quemada y cansada de este virus [...]. Me duele el cuerpo, no estoy completamente sana, ni tampoco completamente enfermaâ. âMe siento identificadoâ, le escribo a mi Amigo Uruguayo. âEs algo fuerte verlo para los que no están acostumbrados, pero para nosotros que llevamos tantos años es como un espejo...â, me contesta y agrega que MarÃa está tomando Atripla, un medicamento que combina Efavirenz y Truvada. âAh, toma lo mismo que yoâ, le digo y ahà me siento extrañamente aliviado, pensando que tal vez estos dÃas de bajón que estoy pasando se deban a los efectos colaterales. ¿O se trata, como sugiere un amigo, de un sÃndrome de burnout por el âoficio de enfermoâ? En otros videos, MarÃa da consejos, estrategias para vivir bien con VIH/sida, siempre sonriente, bien vestida y maquillada, intentando sembrar optimismo. Verla llorar, putear y quejarse me genera una contradicción. âMuchas veces me dan ganas de escribir âSoy negativoââ, le confieso a mi Amigo Uruguayo. Pretender mostrar todo el tiempo el lado bueno de vivir con VIH es un tanto manÃaco; ver a MarÃa llorando con verdaderas lágrimas es muy incómodo, pero también, por empatÃa, me resulta sanador. Vivir con VIH no es fácil, es una gran mochila a la que ahora se me ocurre llamar âA pesar deâ. A pesar del cansancio, a pesar del VIH, no veo otra solución que seguir adelante. También me pregunto qué serÃa hoy de mi vida sin este virus gracias al cual escribà mi primera novela. ¡Mucho gusto, virus, gracias por todo! ¡No veo la hora de decirte adiós! 224w5t
* http://www.youtube.com/watch?v=JRycq-dtbjQ&feature=autoshare
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