El ladrón de perros.

Por su parte, el chileno Néstor Cantillana se alzó con el premio a Mejor Actor por su rol en Patio de chacales, del debutante Diego Figueroa. Ahí interpreta a un hombre común que se ve envuelto en una compleja trama política, cuando un grupo de represores convierte a la casa de al lado en un centro de detención y tortura durante la dictadura de Augusto Pinochet. Cantillana carga con la mayor parte del peso dramático de la película, apareciendo en el 95 por ciento de las escenas y dándole vida a un personaje que gana complejidad a partir de los dobleces inesperados de la trama, que, quizás, terminan siendo demasiados.

En tanto, el Premio del Público, uno de los que más valoran los cineastas, fue para la película ecuatoriana La invención de las especies, de la directora Tania Hermida. Se trata de un clásico relato de iniciación, un coming of age en el que tres chicos realizan una primera aproximación a la vida adulta a partir del poder de la narración. Ambientada en las islas Galápagos, que la fotografía ilustra de forma exquisita, La invención de las especies cruza el relato religioso con el científico, a partir de un formato de historias encadenadas que de alguna manera recuerda a Las mil y una noches. Curiosamente, Hermida había recibido el mismo honor acá en Punta del Este en 2013, cuando su segunda película, En el nombre de la hija, resultó la elegida por el voto popular. La directora se mostró emocionada al recibir un premio que la convierte en una verdadera favorita del público esteño.

Tania Hermida.

Finalmente, el jurado de la crítica, integrado por Myriam Caprile, Gustavo Iribarne y Pablo Delucis, premió al documental argentino Imprenteros, de Lorena Vega y Gonzalo Zapico, y a la distópica (y algo excesiva) ficción peruana Cuadrilátero, de Daniel Rodríguez Risco. Además, en coincidencia con los otros jurados, entregaron menciones a la actriz Yara de Novaes y a La invención de las especies, además de la española Las chicas de la estación, de Juana Macías.

Aunque no fue distinguida con ningún premio, la película Después, de la directora mexicana Sofía Gómez Córdova, resultó uno de los grandes descubrimientos de la programación. Retrato del duelo de una madre tras la muerte de su hijo en circunstancias poco claras, Gómez Córdova logra reconstruir en pantalla el hueco que deja la pérdida. Con un manejo depurado de todas las artes que involucra el cine, como un montaje de alta precisión, una composición sonora de gran delicadeza y la soberbia interpretación protagónica de la actriz Ludwika Paleta, Después traza un mapa detallado de las emociones que el duelo obliga a transitar, sin convertir al melodrama en una exhibición gratuita del dolor ajeno. Una lástima que su directora se haya vuelto a México sin un reconocimiento formal acorde a todo lo que su visceral trabajo ofrece.

Este artículo fue publicado originalmente el día 23 de febrero de 2025

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