Conceptualmente, No More Water: The Gospel of James Baldwin bucea en el libro de no ficción The Fire Next Time, pero al mismo tiempo pone el foco en algunos aspectos de la intensa vida del intelectual norteamericano, como su aversión a la religión. “Travel”, la canción que inaugura ese repertorio (y una de las mejores del disco), da cuenta de ese carácter, con el órgano eclesiástico oficiando de guía. Sin embargo, previo a que la tocaran, el tecladista de la banda, Jake Sherman, y el baterista y cantante Abe Rounds (esta vez frente a la conga y al bajo), amenizaron la apertura del evento desenfundando algunos temas de Finally! (2024), álbum debut de su dúo Jake & Abe. No fue otra cosa que un abreboca de la estatura de los músicos que acompañan a Ndegocello en esta etapa de su carrera.

Mención aparte merece el vocalista Justin Hicks, quien, con ese estilo que evoca a Michael McDonald, nació con el don de conmover. Tal cual apóstol, en la medida que avanzaba el show, la gente se levantaba y se acercaba para atender a su parábola. En ese escenario chico, con ganas de fogón, él y Ndegeocello se sentaron en algo similar a un cajón peruano, y desde ahí alternaron voces (mechadas además con recitaciones en inglés y en español en off). Los escoltó el refinado guitarrista Chris Bruce, y en los costados se ubicaron Sherman y Rounds. No obstante, antes que comenzar con algo de lo nuevo (en cada función improvisaron un repertorio distinto), la música eligió arrancar con una relectura desacelerada de “I’m Diggin’ You”, incluida en su disco debut, Plantation Lullabies (1993).

Luego de que la música agradeciera por la asistencia, desenfundaron “Manifesto”, del disco que vinieron a presentar, a la que le siguió “Travel”, más psicodélica que la original. Entonces apareció el R&B espacial “Eyes”, precedida por el preciosismo etéreo de “Down at the Cross”. De pronto, Hicks rompió con todo al interpretar la espiritual “What Did I Do?”, solemnidad interrumpida por la suerte de afrobeat “Pride”. La bajista, Hicks y Sherman rotaron voces en la dulcemente tribal “Love”, y ese clima dio pie para el R&B lisérgico “Trouble”, secundada por la locura suculenta de “On the Mountain”. Tras revisitar lo nuevo, el final vino con dos temas de The Omnichord Real Book: la jazzera "5th Generation" y la africanista “Virgo”. El público pidió una más, pero no era necesario. Lo que habían hecho Meshell Ndegeocello y su banda ya era inolvidable. 

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