La lista de ejemplos es mucho más amplia porque las desmentidas de la realidad a las palabras de los funcionarios ocurren casi invariablemente cada semana. La promesa de pobreza cero era una burla ya desde un principio. La conclusión de ese comportamiento sistemático de generar un relato inventado es que no tiene demasiado sentido detenerse en lo que diga el Gobierno sobre lo que está haciendo y lo que hará sino que más bien conviene observar los hechos concretos. Es un ejercicio indispensable para anticiparse a las transformaciones en marcha y generar el debate sobre los resultados que provocarán esos cambios. Si las mentiras son flagrantes en aspectos tan visibles como los mencionados al comienzo, empezando por el ida y vuelta con Fútbol para Todos, lo que está sucediendo en cuestiones más técnicas es directamente una estafa histórica.
Estafa Histórica debió haberse llamado la ley que el oficialismo bautizó como de Reparación Histórica para los jubilados. En los ‘90, Domingo Cavallo le puso Ley de Solidaridad Previsional a una de las iniciativas más perjudiciales para el sector, con lo cual el macrismo recupera una práctica habitual de los gobiernos de derecha de disfrazar sus verdaderas acciones mediante dosis concentradas de marketing y cinismo. Lo que debería recordar Cambiemos y la dirigencia que lo acompaña es que cuando la realidad hizo estallar en 2001 la burbuja del marketing por su propio peso lo que arremetió fue el “que se vayan todos”. Es un camino peligroso el que transita el Gobierno, que pone en riesgo vidas, haciendas e instituciones.
Las advertencias unánimes de especialistas en temas jubilatorios sobre las deficiencias de la ley de Reparación Histórica se van verificando en la práctica a poco de andar.

*Otra consecuencia de la confesión de violación de derechos previsionales que hizo el Gobierno con la ley de Reparación Histórica es que el Estado argentino será demandado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por vulnerar el acuerdo de solución amistosa al que había llegado el kirchnerismo en 2009, en la causa Menéndez y Caride, por el cual entre otros compromisos la Argentina asumió la obligación de liquidar las sentencias judiciales firmes en el plazo de 120 días. Como el macrismo ahora no paga las sentencias sino que ofrece acuerdos a la baja, afectando derechos que, como los previsionales, son irrenunciables según la Constitución, expone al país a una condena en ese tribunal internacional. “Estamos estudiando el caso para hacer la denuncia”, anticipó Federico Bobrovsky, experto del estudio que en 2009 firmó con el gobierno el acuerdo de solución amistosa.

Basavilbaso dijo en el Congreso que hay que darle una oportunidad a la  vuelta del ahorro privado al régimen de jubilaciones, y también sostuvo que en 2035 el sistema actual será insostenible. Tal como se había señalado, la “reparación histórica” lo que está haciendo es acelerar los procesos, desfinanciando la jubilación pública y generando las excusas para su privatización, mientras que las promesas de terminar con los juicios de los jubilados son exactamente lo contrario, y lo que cobra una mayoría es chaucha y palitos. La estafa histórica que significaron las AFJP está engendrando con la Reparación Histórica su segunda criatura.

Este artículo fue publicado originalmente el día 29 de octubre de 2016

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