Bajo el argumento de una supuesta demanda insatisfecha, comenzaron a pulular este tipo de empresas a la espera de poder desembarcar en un mercado aerocomercial cada vez más desregulado. Lo cierto es que el negocio aerocomercial se contrajo, como otros, por la fuerte caída del poder adquisitivo. La presidenta de AA, Isela Costantini, sostuvo que no se verá afectada la operatoria de la línea de bandera, pero pidió que haya igualdad de oportunidades, en referencia a la posibilidad que tendrán las empresas de low cost de pagar tasas aeroportuarias por utilizar terminales alternativas. 
  “El impacto va a ser total, debido a que las líneas low cost, como Flybondi, van a operar las mismas rutas que Aerolíneas y con los mismos tipos de aviones pero una estructura de costos menor. No hay un solo caso en el mundo donde no haya generado algún impacto a las otras aerolíneas”, explicó a PáginaI12 el titular del Instituto de Investigación y Desarrollo del Transporte Aéreo (Indetra) y ex presidente del Orsna hasta el año pasado, Gustavo Lipovich. El ex funcionario sostuvo que, si bien no es el único, el principal costo que suelen reducir este tipo de empresas es el salarial, a partir de desconocer los convenios colectivos, hacer negociaciones individuales con el personal y tercerizar buena parte de las tareas, para lo cual las empresas tradicionales suelen armar una unidad de negocio paralela. 
  El esquema de negocios de las líneas low cost no es ofrecer la misma prestación más barata, sino una parecida, en la que se quitan algunos servicios que se pagan como adicionales, en algunos casos –sumando todo– equiparando el precio en una aerolínea tradicional. Por caso, suele cobrarse el equipaje que no sea de mano, no se ofrece servicio a bordo sino que se venden en el vuelo, el transporte a la pista y entre terminales no está incluido y se acepta publicidad en las aeronaves. En el tema comercial, estas empresas ofrecen de manera directa los pasajes en sus páginas web para evitar el costo de intermediación y de mantener puntos de venta. 
  En el caso del mantenimiento, las empresas homogenizan la flota para que el mantenimiento y la capacitación sean los mismos y los repuestos se compren por cantidad. También suelen utilizar aeropuertos militares o deportivos, los cuales pagan tasas más baratas porque no ofrecen los mismos servicios. “Una práctica habitual es también cargar el combustible justo y necesario para los vuelos, ya que si se carga de más genera un mayor consumo. Por eso hay tantos casos de aterrizaje de apuro de estas empresas por falta de combustible”, explicó Lipovich. “La flexibilización laboral que apliquen estas empresas llevará a que los trabajadores elijan a Aerolíneas Argentinas, por las mejores condiciones, pero en simultáneo, la línea de bandera verá reducido su negocio y es probable que termine por aplicar una modelo similar para bajar sus costos operativos”, concluyó el director de Indetra.

Este artículo fue publicado originalmente el día 12 de noviembre de 2016

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