–Ian, Harry, entraron relativamente "tarde", con el programa convertido en clásico, y las voces de Rick y de Morty viralizadas hasta el hartazgo. ¿Qué tal ese desafío?

Ian Cardoni: –Aunque el programa tiene seis temporadas previas, el futuro de la serie sigue abierto, así que todavía estamos al principio del camino con estos personajes. Para mí, el desafío de la séptima temporada fue que nadie notara la diferencia. Pero en esta octava temporada fue poder apropiarme más del personaje de Rick y traer más de mí mismo al rol. El guion mejora cada vez más, y nos plantea dilemas o situaciones que realmente ponen a prueba el rango de los personajes. Hay más profundidad, más matices. Y la temporada 8 llevó eso al extremo. Como actor, eso te impulsa a ver hasta dónde podés llegar.

Harry Belden: –Coincido totalmente. La temporada 7 fue sobre encontrar el tono exacto, clavar cada palabra, cada entonación; pero en la 8 ya pudimos soltar eso un poco y enfocarnos en la actuación, meter más de nosotros para darle vida al personaje.

–Harry, cuando Rick and Morty estrenó, estabas terminando la secundaria y desde entonces sos fan. ¿Cambió tu mirada sobre Morty ahora que te acercás a los 30?

–Es curioso porque mientras más crezco, más me identifico con Morty. Cuando era joven, hasta me parecía molesto. Era como: "¡Callate, Morty! ¡Dejá que Rick haga cosas copadas!" Pero ahora que maduré, me doy cuenta de que Morty está creciendo, se planta, toma decisiones, pone límites. Así que sí, cuanto más crezco, más lo entiendo.


–Spencer, tu personaje Summer viene creciendo mucho desde la temporada 3, y en la 7 y la 8 su arco sigue expandiéndose. ¿Qué creés que le aporta ella al programa?

Spencer Grammer: –Creo que cada personaje representa una generación distinta y una forma de ver el mundo. Summer nos da la mirada de una adolescente en un mundo que parece estar por colapsar. ¿Qué puede hacer ella? ¿Cómo reacciona ante ciertas situaciones? Eso nos permite ver esas vivencias desde su perspectiva y, al mismo tiempo, reflejar la cultura actual. Tener a Summer como ese punto de vista femenino y juvenil es una herramienta poderosa, tanto para los guionistas como para el público joven que se ve representado en ella. Lo difícil en Summer es encontrar ese balance entre su actitud sarcástica y desafiante, y su necesidad –muy humana– de buscar la aprobación de su familia, especialmente de sus abuelos. Esa mezcla entre irreverencia y necesidad de cariño puede ser difícil de representar de forma realista.

–Chris, Sarah, a ustedes les toca un rol dificilísimo, sea en dramas familiares o en series animadas tan locas como ésta, que es hacer de padres de adolescentes.

Sarah Chalke: –En la vida real también soy madre de un adolescente, ¡y por suerte no tuve que enfrentar ni la mitad de los desafíos de Beth! Hasta ahora vamos bien... ¡toco madera! Pero sí, es muy divertido ver cómo fue cambiando su dinámica con Summer y Morty a lo largo de los años, fue muy interesante. El de ser padres es un rol que puede tener la carga de ser "vigilante", pero creo que cada episodio nos permite diferentes combinaciones entre personajes, y esta temporada me tocó uno muy divertido con Summer. Además, la serie puede llevarte a cualquier lugar, época o dimensión; eso lo mantiene siempre fresco para nosotros como actores, incluso después de 80 episodios.

Chris Parnell: –Yo no tengo hijos adolescentes, pero me acerco: tengo uno de 11 y otro de 8. Creo que ser padre me ayudó mucho a conectar con Jerry, porque todo lo que te despierta la paternidad en la vida real lo llevás a tu personaje, incluso sin darte cuenta. Obviamente, Summer y Morty no se parecen mucho a mis hijos. A Morty lo vemos todo el tiempo teniendo aventuras, así que sus cambios se sienten más como ajustes de personalidad. Pero de pronto en las últimas temporadas también la hija mayor vive estas aventuras caóticas y eso cambia la dinámica con Beth y Jerry, también, porque ellos también se ven arrastrados a esas locuras. En un punto, Beth y Jerry tuvieron que aceptar lo que significa tener a Rick en sus vidas, y lo que eso implica para Morty y Summer. A veces intentan ser padres responsables, pero muchas veces ya no tienen el control. Y aun así no se rinden. Eso es lo que define a un padre, tanto en la vida real como en una serie: seguir intentando.

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