“La difusión de las pruebas de vida de dieciséis rehenes detenidos por las FARC ha conmovido al mundo. Ha engendrado una profunda inquietud por el manifiesto deterioro del estado de salud de Ingrid Betancourt. Se debe prevenir lo irreparable. Se debe actuar con urgencia para llegar a una solución humanitaria que conduzca a la liberación de los rehenes. He decidido pedir al jefe de las FARC que libere a la señora Betancourt, sin demora, a título humanitario. Como usted sabe, condeno sin reservas el accionar y los métodos de las guerrillas, pero ante una situación cuya persistencia desafía el entendimiento, y por obligación moral, es mi deber dirigirme a ella. Para alcanzar mi objetivo, tengo el apoyo de todos los ses. Necesito también su apoyo. Estaré, al igual que todos mis compatriotas, muy agradecido por ello.”